martes, 25 de noviembre de 2025

POR SI NO ESTABA SUFICIENTEMENTE CLARO QUE EL CONGRESO ES UN CIRCO ...




He tenido que recurrir a varias fuentes para asegurarme de que lo que se ve en las imágenes no es un montaje hecho con IA para desacreditar -¡aún más!- a los diputados, convirtiéndolos en espectadores de una "performance" sin gracia, arte ni sentido, pero pleno de un enorme valor simbólico, al parecer, dado que conmemoraba el medio siglo que se ha cumplido desde que Franco murió en el lecho, y no en el exilio, un retiro dorado o forzado a una rendición de cuentas en que la historia nunca le situó. Vamos, que celebrar su tránsito es como festejar la caducidad de la condición humana o la inoperancia de una oposición que solo pudo asomar la nariz cuando el que quiso dejarlo todo "atado y bien atado" ya no pudo apretar el nudo gordiano.

Uno, cuya sensibilidad no da para más, no sabe si la émula de Marina Abramovic intenta imitar a un macaco gibraltareño, evita hollar un suelo que pisa cualquiera o, en definitiva, cuál es el concepto que guía sus contorsiones. Algún tipo de presentación, justificación o "guía para perplejos" a la manera de Maimónides hubiera facilitado la comprensión, pero casi mejor dejar esta "lanzada a moro muerto" desdibujada en los lindes de la simbología chorra y la ocurrencia no pasada por el tamiz del ridiculo.


Sí, aunque un título -"Evitando pisar lo fregao", "Me ando (separado) por las ramas", "Tips para mejorar la digestión" o algo así- orientaría al espectador para poder interpretar las monerías a que se entrega la saltimbanqui, mejor no darle demasiadas vueltas y quedarnos con lo positivo del caso: mientras sus señorías andan contemplando estas extravagancias no legislan para encerrar gallinas, soltar violadores o imponernos aparatitos inservibles, reflejo de sus pocas luces.

(posesodegerasa)

EL EVENTO (5ª PARTE): LA GUERRA DE UCRANIA



Olvídate de todo lo que te dicen.

La narrativa de la OTAN. La propaganda del gasoducto. La "desnazificación". Todo eso es puro ruido. La verdadera guerra en Ucrania no se trata de fronteras ni de política. Se trata de lo que yace enterrado en las profundidades y cómo se relaciona con el próximo cambio de polos.

Permítanme explicarlo.

Desde finales de la década de 1960, las agencias de alto nivel lo saben: el campo magnético terrestre se está debilitando; los polos se están desplazando rápidamente; la Anomalía del Atlántico Sur está creciendo como un cáncer; la radiación se está filtrando; los satélites están fallando. No solo nos dirigimos hacia una inversión de los polos magnéticos, sino que estamos en rumbo de colisión con El Evento. Y los actores más poderosos del mundo lo saben.


Y aquí entra Ucrania.

Lo que la mayoría de la gente desconoce es que Ucrania, especialmente durante la era soviética, fue la capital de los búnkeres profundos del Bloque del Este. Me refiero a enormes complejos subterráneos, anclados en la montaña, silos de misiles, depósitos de ojivas nucleares, bases submarinas: auténticas fortalezas de la Guerra Fría, construidas no solo para la guerra, sino para la supervivencia.

Analicemos la situación:

Delyatyn (Cárpatos): Antiguo depósito de ojivas nucleares construido dentro de una montaña. ¿Con qué lo atacó Rusia en 2022? No con artillería. No con ataques aéreos. Con un misil hipersónico Kinzhal, del tipo que se usa para intentar abrir un búnker construido para sobrevivir a un invierno nuclear. No buscaban munición. Buscaban un depósito.

Objeto 221 (Crimea): Una "ciudad de supervivencia subterránea" soviética, enterrada a 183 metros de profundidad en el monte Mishen. Diseñada para albergar la Flota del Mar Negro tras el apocalipsis nuclear. Nunca se terminó … oficialmente. Rusia se anexionó Crimea en 2014, ¿y saben qué? Para 2023, las imágenes satelitales muestran nuevas construcciones. Pregúntense por qué resucitarían una base de la Guerra Fría a menos que esperen condiciones similares a las de la Guerra Fría … o peores.

Base de Submarinos de Balaklava: Un auténtico puerto submarino excavado en la montaña. A prueba de explosiones nucleares. Abandonado en los 90, convertido en museo, y ahora repentinamente "restringido" con barreras antidrones instaladas. Rusia está rearmando la montaña. No se reconstruye algo así a menos que se esté preparando para un mundo donde la superficie se vuelva inhabitable.

Radar Chernobyl-2 / Duga: Supuestamente, solo un radar de largo alcance de la Guerra Fría. Pero ¿por qué la primera acción de Rusia en 2022 fue apoderarse de la Zona de Exclusión de Chernóbil? ¿Y por qué enviar fuerzas de élite para mantenerla? No se asalta un páramo radiactivo a menos que haya algo oculto bajo él que se necesite antes de que colapse el campo magnético.

¿Ven el patrón?

Los soviéticos no solo construyeron bases militares. Construyeron refugios de supervivencia. Búnkeres estratégicos para resistir no solo una guerra, sino un reinicio planetario. Y ahora, a medida que el caos magnético se acelera y la Agenda 2030 se cierne sobre nosotros, esos mismos búnkeres se han convertido en un lugar privilegiado para la continuidad posterior al Evento.

Esta es la explicación: Rusia no está luchando contra Ucrania. Está recuperando su antigua infraestructura de preparación para emergencias. Los refugios profundos. Los centros de mando blindados. Las bóvedas en la cima de las montañas. Algunas se encuentran a 180-210 metros de profundidad, con sistemas completos de soporte vital, blindaje nuclear y acceso estratégico a recursos.

Fueron construidas cuando los soviéticos creían que el Evento podría ocurrir en una generación.

Y si crees que esto termina con Rusia, piénsalo de nuevo. ¿El interés de la OTAN? ¿Los centros clandestinos estadounidenses en el este de Polonia? ¿Los sistemas de túneles secretos bajo Kiev? Todo el mundo lo sabe. La carrera no es por conquistar. La carrera es por atrincherarse antes de que todo cambie.

Cuando los polos magnéticos se desplacen, ocurrirán varios fenómenos incontrolables:

colapso atmosférico

Saturación de radiación UV

Fallo de la red satelital

Migraciones a nivel continental

Hambruna global

La élite no está viendo Netflix en Malibú. Están rearmando búnkeres en Crimea y los Cárpatos. Están sellando las puertas blindadas bajo Chernóbil. Se están posicionando discretamente en antiguos refugios antiaéreos soviéticos mientras el resto del mundo se pelea por combustible y fertilizantes.

La Agenda 2030 no se trata de créditos de carbono. Es un calendario. Una fecha límite. El último plazo de preparación antes de que El Evento lo reinicie todo. ¿Y Ucrania? Ucrania es la pieza clave: el arca subterránea que dejaron atrás.

No se distraigan con las banderas y los titulares.

Empiecen a vigilar las señales.

Empiecen a monitorear la actividad sísmica cerca de las antiguas montañas soviéticas.

Porque cuando todo esto se desmorone -y se desmoronará- los que vuelvan a la luz no serán los que estén en la superficie.

Serán los que recuperaron los búnkeres.

(Fuente: https://lunaticoutpost.com/)

UNA EVIDENCIA INCÓMODA


QUIEN CONTROLA EL RELATO DOMINA EL MUNDO


Según los registros oficiales, murieron más cristianos en Auschwitz que judíos ... Y, sin embargo, ya sabes quién ha monopolizado la memoria de aquella infamia.

lunes, 24 de noviembre de 2025

SÍ, EL GOBIERNO NOS ROBA



... y nos extorsiona como una auténtica Mafia

¿Alguien ha echado la cuenta de lo que pagamos los españoles en impuestos a lo largo de nuestra vida? Pues sí, alguien se ha tomado la molestia y lo ha calculado.

Según el estudio elaborado por el think tank, Civismo, un trabajador español medio, que trabaja desde los 18 hasta los 65 años, paga en impuestos alrededor de 456.500 euros en IRPF, cotizaciones sociales, IVA, impuestos especiales y otros gravámenes a lo largo de su vida laboral. Esto, traducido a términos porcentuales, supone que el trabajador español medio paga el 37,5% de sus ingresos a Hacienda.

Pero la cosa no termina aquí. Durante la jubilación (pongamos que se jubila a los 65 años y vive hasta los 83) paga aun más impuestos que cuando está en activo. Según dicho estudio, un jubilado medio paga 128.700 euros en impuestos durante esos 18 años de jubilación. Esto supone un 15,25% más que añadir al 37,5% que pago durante su periodo de actividad laboral. Por lo tanto, el total de la carga fiscal asciende al 52,75% de sus ingresos, lo que supone una media de 585.200 euros que paga en impuestos durante toda su vida.

La conclusión del estudio es que el contribuyente medio español habrá entregado 27 años de su sueldo íntegro a Hacienda. Esto significa que si empezó a tener ingresos a los 18 años no alcanzará su año de liberación fiscal hasta que cumpla los 45 años de edad, que no es moco de pavo.

Y la pregunta inevitable es: ¿nos compensa dar 27 años de nuestra vida a cambio de lo que recibimos? En mi modesta opinión creo que no.

Ni las mejores infraestructuras ni la mejor sanidad y educación valen 27 años de nuestra vida. Pero ya nos gustaría que nuestros impuestos repercutieran en esos servicios. Sin embargo, la realidad es que el sueldo de esos 27 años nos es robado para ser malgastado en mantener a castas privilegiadas y parásitos de toda índole entre los que se encuentran políticos, militares, policías, banqueros, Estado, ONGs, 17 mini reinos de taifas y toda una pléyade de pesebres diversos. Y esto sin tener en cuenta el peor de todos los impuestos, la inflación.

Según el Instituto Nacional de Estadística, de enero 1.977 a enero 2.017 (40 años) la variación del IPC en España fue del 810,7% (si crees que exagero puedes comprobarlo tú mismo en el enlace que adjunto de la web del INE http://www.ine.es/varipc/index.do). Pues bien. En estos 40 años los salarios y las pensiones unas veces han estado indexados al IPC y otras no. Sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo, sobre todo para las rentas más bajas, se ha notado y mucho.

Para que nos hagamos una idea de lo que estamos hablando, en el año 1977 un directivo cobraba unas 92.000 pesetas mensuales (553 €/mes); un peón albañil, unas 20.800 pts./mes (125 €/mes) y el salario mínimo interprofesional estaba en 13.200 pts./mes (79 €/mes). Si en estos 40 años los salarios hubieran subido realmente en la misma proporción que el IPC, es decir un 810,7%, un directivo tendría que cobrar actualmente 448.317 €/mes, un peón albañil 101.337 €/mes y el salario mínimo interprofesional debería estar en 64.045 €/mes que, evidentemente, no se acerca ni por asomo a los salarios actuales. ¿Te das cuenta el vil robo que supone la inflación?

Técnicamente hablando, la inflación se produce cuando hay demasiada demanda para la oferta actual, ya sea porque la demanda está subiendo, la oferta está bajando o ambas cosas. Naturalmente, la inflación es mala para los activos con interés nominal cero, como es el caso del dinero en efectivo no invertido. Así que por mucho que se empeñen los economistas en desmentirlo, la realidad es que la inflación es un robo a mano armada y un impuesto encubierto, donde las personas con rentas más bajas son las más perjudicadas.

Que los ricos defiendan el actual sistema monetario es entendible, pero lo que no entiendo es qué hacemos el resto jugando a este estúpido juego en el que siempre gana la banca.

Malgastar 27 años de nuestra vida en pagar impuestos es la cosa más estúpida y demencial que podemos hacer, ya que estamos colaborando a mantener el estado actual de las cosas. Y no lo dudes: es una extorsión en toda regla.

Por supuesto, la gran mayoría adoctrinada podrá el grito en el cielo con lo que acabo de decir. Dirá que sin impuestos no tendríamos sanidad, educación, infraestructuras y un larguísimo etcétera. Pues bien. Esta creencia popular, altamente extendida, simplemente no es verdad, pero ese es otro debate.

27 años de sueldo de cada españolito es mucho dinero como para cubrir con creces las necesidades de cada uno de nosotros. Entonces, ¿qué hacen con nuestro dinero? Pues ya te lo digo yo: robarlo, malgastarlo y utilizarlo para mantenernos donde estamos.

Si lo piensas, sólo hay un cáncer en nuestra sociedad culpable de todos los males: el dinero, el cual ha dado lugar a la cleptocrácia: un sistema donde prima el enriquecimiento de unos pocos a expensas del trabajo de muchos. O más concretamente: un sistema creado por un puñado de “tíos listos” para robar a la inmensa mayoría de “tontos”.

Y ahora la pregunta inevitable: ¿Un mundo sin dinero es posible? Pues claro que sí. Pero deshacerse del dinero sería poner el mundo patas arriba, y no es precisamente lo que desean los que lo controlan, que no son otros que los banqueros dueños del sistema monetario y, por ende, del mundo.

Evidentemente, un mundo sin dinero significa eliminar el intercambio monetario; es decir, billetes, monedas, tarjetas o criptomonedas como medio de pago para obtener bienes y servicios. En su lugar la sociedad tendría que organizar la producción, distribución y acceso a los recursos de otra manera.

Hoy en día hay desarrolladas diferentes alternativas como, por ejemplo, la Economía Basada en Recursos (EBR), popularizada por Jacque Fresco y su Proyecto Venus; la Economía Colaborativa (EC), donde las personas contribuyen según sus capacidades y reciben según sus necesidades o la Economía de la Automatización y la Abundancia (EAA), en la que la inteligencia artificial y la robótica cubran todas las necesidades humanas y todos tengan acceso libre a los bienes y servicios básicos. Indudablemente, los dueños del sistema monetario no quieren oír hablar ni por asomo sobre ninguna alternativa a su sistema monetario por razones obvias.


¿"Apoyo total de España" a los criminales que bombardea-
ban a la población civil del Donbás hasta que Putin dio un
puñetazo sobre la mesa? O el "saunas" vuelve a mentir
erigiéndose en portavoz no autorizado de los que disen-
timos o a alguno nos han debido retirar la nacionalidad
Uno de los argumentos más utilizados para defender el actual sistema monetario, es que en una sociedad global (que no globalizada) avanzada, donde el dinero ya no existiera, ¿qué aliciente tendrían las personas? Pues, ¡menudo problema! Sencillamente, la motivación sería diferente: hoy colaboras en un proyecto de investigación, otro día enseñas música a niños,… simplemente porque te apasiona hacerlo o porque la comunidad lo necesita.

Obviamente, vivir en un mundo sin dinero no sería una utopía mágica, sino el resultado de una magnífica educación cívica y siglos de evolución ética y tecnológica, puesto que no se trata sólo de eliminar el dinero, sino de cambiar la lógica que lo hizo necesario: la escasez, la competencia y el control.

Sin embargo, sea cual sea la alternativa hay una cosa clara: sin dinero este mundo estaría mejor.

¿Te has parado a pensar en los beneficios de la erradicación del dinero?

Sin dinero no habría banqueros ni intermediarios especuladores. Por supuesto, no serían necesarios los políticos, ya que no existirían impuestos. Tampoco tendríamos inflación, derivados financieros, fondos de cobertura y un sinfín de productos tóxicos engañosos. Y lo más importante: no habría ricos ni pobres, así que adiós a las élites adineradas (los “tíos listos”) que tanto daño hacen a la humanidad.

Pero me temo que, de momento, esto que acabo de exponer no es más que una utopía, ya que, por desgracia, lejos de desaparecer el dinero está evolucionando hacia algo completamente diferente a lo que conocemos. Gracias a las nuevas tecnologías se está creando todo un nuevo entramado financiero en el que los bancos centrales lo determinarán todo (ya prácticamente lo hacen). Esta transformación se está llevando a cabo sigilosamente y, como siempre, sin el consentimiento de la gente. Según sus creadores, será un sistema monetario más “seguro” y “estable” y con el mecanismo de control más sofisticado jamás visto.

Obviamente, no hace falta ser muy listo que digamos para darse cuenta de que este nuevo dinero (las CBDC), que se promociona como más seguro y eficiente, es una trampa mortal, ya que se podrá activar y desactivar a voluntad de quien lo controla, además de ser rastreable y programable. Por lo tanto, con el nuevo sistema monetario el gobierno ya no necesitará engañarnos para robarnos. Ahora él tendrá nuestra billetera y sacará de ella el dinero que le plazca y cuando le plazca.




Si solo te opones a una cosa en tu vida, que sea a la Identidad Digital. Te arrepenti-
rás si no lo haces. NO a la Moneda Digital de los Bancos Centrales (CBDC).

Definitivamente, sí: el gobierno nos roba y nos seguirá robando mientras nosotros lo consintamos.

(https://pepeluengo2.blogspot.com/)

CIENTÍFICOS ESPAÑOLES ANTE EL ALARMISMO CLIMÁTICO: "ES UNA CRISIS IMAGINARIA"



No falla: los que más hablan del apocalipsis climático son los que menos formación
científica tienen. Lo que les sobra es fe, y la fe nunca ha soportado la validación de 
los datos. El alarmismo climático es una creencia ciega y sectaria, sin más.

Un grupo de científicos españoles y expertos en clima, críticos con la narrativa dominante sobre el calentamiento global, se ha reunido recientemente para poner sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿existe realmente una crisis climática causada por la humanidad o estamos ante una interpretación exagerada de los datos?

Su mensaje no niega que el clima cambie –porque siempre lo ha hecho, según ellos–, sino que plantea dudas sobre la magnitud del fenómeno, sus causas y, sobre todo, el alarmismo que lo rodea.

El primer gran argumento que sostienen estos científicos es sencillo: el clima de la Tierra nunca ha sido estable. Según recuerdan, los últimos 50 millones de años muestran una clara tendencia al enfriamiento. Vivimos, de hecho, en uno de los períodos más fríos de los últimos 500 millones de años, marcado por enormes masas de hielo en los polos.

¡Dios mío! ¿Dónde vamos a llegar? ¿Unos científicos que se atreven
 a aplicar el método científico y el sentido común en lugar de los dog-
mas ideológicos? ¿Qué será lo próximo? ¿Enseñar el método cientí-
fico en las escuelas, quitando tiempo a los propagandistas LGTBI?
Incluso en los últimos 6.000 años –la segunda mitad del Holoceno–, el planeta ha experimentado un enfriamiento paulatino que expandió los glaciares hasta la llamada Pequeña Edad de Hielo. Todo ello mientras los niveles de CO₂ aumentaban, algo que los modelos climáticos actuales no consiguen reproducir.

Por otro lado, es cierto que el planeta se calienta desde comienzos del siglo XIX, pero este calentamiento es discontinuo: alterna décadas de aumento con otras de ligera disminución, como entre 1940 y 1975. Un patrón, dicen, incompatible con la idea de que las emisiones humanas sean la causa principal.

La contribución humana: evidente, pero no determinante

Los científicos críticos reconocen que el aumento de CO₂ atmosférico procede en gran parte de nuestras emisiones. El océano, recuerdan, actúa como sumidero y no como fuente de carbono. Sin embargo, cuestionan que este aumento sea capaz de explicar por sí solo el clima actual. El sistema climático es demasiado complejo –«extremadamente complicado y mal comprendido»– para atribuir cambios globales a un único factor. Y aquí es donde apuntan directamente al principal pilar del consenso climático: los modelos.

Los modelos predicen un fuerte calentamiento si se duplica el CO₂, pero a juicio de estos expertos, fallan sistemáticamente al reconstruir el clima del pasado y dependen de retroalimentaciones no observadas. Además, el clima no ha acelerado al ritmo que debería si el CO₂ fuera el protagonista absoluto: el nivel del mar aumenta a un ritmo similar al de hace décadas, el hielo del Ártico lleva 18 años estable y los fenómenos extremos no muestran un incremento significativo.


Una pregunta idiota donde las haya: el cambio climático es una
constante desde que el mundo existe. ¿Es que ahora lo deseable
es fijar el "termostato" de la naturaleza en un clima, humedad y
temperatura constantes e invariables? Menos mal que no se
puede, porque la catástrofe agrícola sí que sería de aupa.
¿Crisis climática o narrativa exagerada?

Para este grupo de científicos, la noción de «crisis climática» no encaja con la realidad que muestran los datos. A su juicio, muchos de los fenómenos que suelen citarse como pruebas del colapso ambiental no solo carecen de tendencias alarmantes, sino que incluso apuntan en la dirección contraria. Explican, por ejemplo, que la energía ciclónica acumulada –el parámetro que mide la intensidad conjunta de huracanes y tormentas– muestra una disminución sostenida desde principios de los años 90, tanto en el hemisferio norte como a escala global. Tampoco la narrativa sobre incendios forestales coincide con la evidencia: los satélites indican que la superficie mundial quemada cada año se ha reducido de manera significativa durante el último cuarto de siglo, y las reconstrucciones históricas sitúan este descenso en marcha desde hace más de cien años.

Algo parecido ocurre con las riadas en el Mediterráneo español, donde los estudios disponibles no encuentran tendencias al alza; más bien, al contrario, se observa una disminución notable desde la década de 1960. En cuanto a la precipitación en España, señalan que, pese a la variabilidad natural de un país tan heterogéneo, la media anual por décadas ha aumentado alrededor de un ocho por ciento desde los años ochenta.

Los científicos críticos recalcan que este panorama de estabilidad –e incluso de mejora– también está reconocido en documentos oficiales. En la tabla 12.12 del Sexto Informe del IPCC, el propio panel climático de la ONU admite que no existe evidencia suficiente para afirmar un aumento significativo de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con humedad, aridez o precipitación. Lo llamativo, sostienen, es que esa cautela científica no se refleja en la comunicación pública, que sigue transmitiendo la idea de un agravamiento continuo.

A todo ello se suma, dicen, que algunas de las predicciones más difundidas sobre el futuro del planeta han fallado de manera repetida. Recuerdan que hace década y media se pronosticó la inminente desaparición del hielo del Ártico, mientras que hoy, lejos de desaparecer, la extensión mínima anual lleva dieciocho años manteniéndose estable. Del mismo modo, las islas coralinas del Pacífico, presentadas a menudo como víctimas inminentes del aumento del nivel del mar, muestran en la práctica un crecimiento generalizado debido a la actividad de los propios corales que las forman.

También apuntan al límite de 1,5 °C, convertido en símbolo de un colapso climático inmediato. Ese umbral se superó temporalmente en 2024 sin consecuencias apreciables, lo que a su juicio demuestra su carácter arbitrario. Todo ello les lleva a concluir que el supuesto carácter catastrófico del cambio climático –más allá de su existencia– responde más a una narrativa amplificada que a una lectura rigurosa de la evidencia. Según sostienen, si hay una crisis, es ante todo una crisis de percepción.

«La crisis climática, por tanto, es imaginaria», sentencian. Añaden el dato de que, recientemente, Bill Gates ha dicho que reniega de la catástrofe climática que antes predicaba al afirmar que el cambio climático, las enfermedades y la pobreza «son problemas graves y debemos abordarlos en proporción al sufrimiento que causan».

Beneficios olvidados del CO₂

Uno de los puntos más polémicos de esta corriente científica es la defensa de los efectos positivos del CO₂. Los satélites muestran que la vegetación global se ha expandido de forma notable en las últimas décadas. Más CO₂, sostienen, significa plantas más vigorosas, ecosistemas más productivos y más alimento para la vida silvestre.

Tras 30 años de políticas climáticas y miles de millones invertidos, las emisiones siguen creciendo. Reducirlas, advierten, tendría un impacto incierto sobre el clima pero un coste económico enorme. Por ello, consideran que la adaptación es una estrategia más realista y eficaz.

«No hay pruebas claras de que el calentamiento actual sea negativo», concluyen. «Pero si las hay de que el alarmismo climático genera miedo, pobreza energética y decisiones políticas erróneas».

Su mensaje, recalcan, no pretende negar el cambio climático, sino cuestionar una narrativa que, desde su perspectiva, ha dejado de ser científica para convertirse en dogma. Y, sobre todo, abrir un debate que consideran imprescindible: cómo gestionar un fenómeno complejo sin caer en la exageración ni en el miedo.

(Visto en https://www.eldebate.com/)

EL CISMA DE LA MEDICINA



La medicina está dividida en dos:

Por un lado los que afirman que venimos al mundo fallados, rotos, y por eso un bebé necesita 36 vacunas del calendario, y un adulto miles de dólares en remedios,

Por el otro los que creemos que la naturaleza es perfecta, sabe lo que hace y el médico sirve para las emergencias, como un accidente, o una peritonitis ya declarada. Pero que la salud hay que buscarla en hábitos y alimentación.


Es imposible un acuerdo entre ambas posturas, son irreconciliables.

Si un niño pregunta si la naturaleza se equivoca y nació con el cuerpo de otro sexo, el primero dirá que sí, y que debe mutilarse y gastar durante toda su vida una fortuna en hormonas.

El segundo dirá que no, que es un sentimiento que se irá con la maduración y el aumento de la autoestima.

Horacio Rivara