domingo, 9 de noviembre de 2025

LA HUMANIDAD DEBE ASUMIR DE UNA VEZ POR TODAS SU RESPONSABILIDAD


... Y NO DEJARSE EMBAUCAR POR LOS CANTOS DE SIRENAS DE LOS LUNÁTICOS QUE NOS GOBIERNAN


Nuestros deshinibidos gobernantes. ¿De verdad nos representan?

La situación actual en España tiene en un estado de hartazgo permanente a más de la mitad de la población. Quitando a los que sacan partido del momento (políticos, periodistas comprados, enchufados de todo tipo, empresarios mezquinos que explotan a los inmigrantes, etc.), la gente realmente está harta. Harta de este corrupto gobierno suicida completamente irresponsable; harta de una oposición igual de corrupta e inútil; harta de los incendios y a las DANAs; harta de la descomunal deuda que sigue disparándose; harta de la inflación; harta de los desmesurados impuestos; harta de la inmigración masiva descontrolada y harta de un sinfín de cosas más. Pero, amén de estar harta, lo que realmente más le preocupa a la gente es la inacción. Y es que esta vez la borregada está realmente harta, pero no le ve solución.

Todo ese hartazgo no es casual, sino un hartazgo provocado, ya que asustar a la gente es una técnica utilizada por el poder desde tiempos inmemoriales y sirve, entre otras cosas, para evitar la desafección a los políticos. Y es que el miedo al caos no hace que la gente deje de votar a esos políticos que ellos mismos consideran corruptos e incompetentes, sino todo lo contrario: hace que la inmensa mayoría acuda a las urnas para cambiar el color del voto; ya sabes, “hay que votar al menos malo”, y eso salva una vez más el culo de los políticos, que seguirán aferrados a sus poltronas como se aferra una lapa a la roca.

No hay una sola emisora de radio o canal de televisión que no esté todo el santo día dando la matraca con las trifulcas diarias de los políticos: un circo hábilmente montado para entretener a idiotas y mantenerles en un estado de ansiedad permanente.

Sin embargo, el “populacho” lo único que quiere es que los políticos le garanticen la estabilidad del país. ¿Pero de qué estabilidad estamos hablando? ¿La de un país endeudado hasta la médula por gestores corruptos e incompetentes? ¿La de un país con una deuda abismal que el propio Estado ya no puede controlar? ¿La de un país sumido en la división, la violencia callejera y la inseguridad ciudadana? ¿La de un país en el que los inmigrantes ilegales viven en hoteles y los damnificados por el volcán de La Palma en contenedores? ¿La de un país donde la justicia beneficia a los delincuentes y da la espalda a las víctimas? ¡Venga ya! ¿De verdad crees que esto es así por la incompetencia de los políticos?

“Sólo el pueblo salva al pueblo” es el eslogan más repetido en este país desde la catástrofe de Valencia. Entonces, siendo consecuentes, ¿por qué seguir votando a políticos? El mantra repetido hasta la saciedad de que en las próximas elecciones todo puede cambiar no es más que la mentira de siempre. Da igual lo que votes, todo seguirá igual. ¿O es que verdaderamente cambia algo cuando gobierna el PP o gobierna el PSOE y yo no me he enterado?

El cinismo de nuestros políticos ya es patológico. Todo el mundo es consciente de cómo está la cesta de la compra, la vivienda, los empleos precarios de los llamados fijos discontinuos, los bajos salarios, las constantes subidas de la factura de la luz, etc. Sin embargo, nuestro Presidente de Gobierno saca pecho diciendo a los españoles que nuestra economía va como un cohete, ya que, según los indicadores, crecerá un 2,6% en 2025.


"La economía española va como un cohete" ... concretamente 
como iba el "Challenger" el 28 de enero de 1986

A ver, ¿es el mundo al revés o que yo me he vuelto idiota? Vamos que, según nuestro Presidente de Gobierno, si debes más de lo que ganas tu economía va como un cohete. ¡Enhorabuena! No sabía yo que los españoles que deben la hipoteca, el coche o un préstamo para los estudios de sus hijos son ricos, ya que, según esta premisa, su economía personal debe de ir como un cohete.

Sin embargo, para saber cómo está la economía real de nuestro país que se lo pregunten a esos tres millones de jóvenes que han tenido que emigrar porque aquí no tienen futuro; a los que no pueden tener acceso a una vivienda (en propiedad o en alquiler) porque el sueldo de mierda que tienen no les da; a los parados mayores de 50 años que no les quieren en ningún sito o a los que incluso trabajando no llegan a fin de mes. Y sí, efectivamente, le va muy bien al IBEX 35, eso seguro, pero España no es sólo el IBEX 35, ¿o sí?

Nuestra mal llamada civilización es una mentira diseñada para ser cómplice de su propia explotación. La libertad, la democracia y la prosperidad que los políticos nos prometen son una falacia, ya que los políticos no están para servirnos a nosotros, sino para obedecer las órdenes de los oligarcas y gestionar un imperio en decadencia que, por cierto, está a punto de colapsar.

Este sistema ha sido carcomido desde dentro por el neoliberalismo salvaje. El colapso inminente, que los dueños del mundo están provocando sólo tiene un objetivo: desestabilizarlo todo para crear el caos. Es una estrategia fríamente calculada, para que los ciudadanos vean seriamente amenazada su seguridad y acepten el Nuevo Orden Mundial, donde, por cierto, no tendrán cabida ni pobres ni parias.

Por muy distópico que te suene, el saqueo de nuestros países, la ruina de nuestras economías y el fin de nuestra soberanía no tienen otro objetivo que deshacerse de la mayoría de nosotros. Personalmente, y viendo cómo han actuado siempre los dueños del mundo, no creo que cuando las máquinas hagan todo el trabajo quieran mantener a 8.000 millones de personas ociosas.

Sí, no te sorprendas, esto va de despoblación y control. Durante mucho tiempo esto fue considerado una “teoría de la conspiración”, pero la evidencia es ya tan abrumadora que sólo los ingenuos la pueden negar.


La "solución" al problema ... que ellos mis-
mos han creado. "Nihil novum sub sole"
¿Recuerdas el “pasaporte Covid”? Fue un ensayo. Lo de ahora va en serio. Se trata de la identificación digital, que ya se está imponiendo en muchos países como, por ejemplo, en el Reino Unido, donde el Primer Ministro, Keir Starmer, acaba de anunciar la implementación de una identificación digital para el 2029 sin la cual no se podrá trabajar. ¿Y qué han hecho para que la gente la acepte? Pues, entre otras cosas, abrir las puertas de par en par a la inmigración masiva, generando un problema social de tal envergadura que la gente está demandando una solución. Evidentemente, la solución del gobierno ha sido la implantación de la identificación digital.

Pero se equivocan. No es verdad. No es la solución. La identificación digital es la esclavitud eterna; o lo que es lo mismo, el sistema de control perfecto. Por mucho que se nos venda como algo esencial para acabar con la economía sumergida, la delincuencia o la inmigración ilegal no les creas. La realidad es que la identificación digital es el “gran hermano” que te vigilará las 24 horas del día los 365 días del año y sin la cual no podrás hacer nada. En esa identificación digital ira tu crédito social, tu huella de carbono personal, tu estado de vacunación y, por supuesto, tu dinero digital, cuyo uso estará supeditado a que seas buen ciudadano, cosa que decidirá un algoritmo.

Es evidente que necesitan engañarnos para que la aceptemos, porque si la gente la rechaza todo su plan de control mundial se derrumbará y fracasará estrepitosamente. Así que adiós a la Agenda 2030, a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) y a la esclavización digital.

Obviamente, eso sería lo deseable, pero me temo que no va a pasar, ya que la masa borreguil la aceptará al igual que aceptó los confinamientos o el “pasaporte Covid”. Sin ir más lejos, la mejor democracia europea, la suiza, ha decidido en referéndum, celebrado el 28 de septiembre de 2025, aprobar la Ley Federal de Identidad Electrónica, validando así la implementación de la identificación digital. Y aunque de momento dicen que no será obligatoria, ya sabemos lo que sucederá. No tienes más que recordar el “pasaporte Covid”: no era obligatorio, pero sin él no podías viajar ni comer en un restaurante.

Por favor, ¡recapacitemos! Estamos en un momento crucial para el futuro de la humanidad. Si aceptamos la identificación digital lo perderemos todo.

Obviamente, sólo tenemos dos opciones y no mucho tiempo: seguir el camino trazado por los oligarcas o desobedecer. No hay más. Evidentemente, conseguir la desobediencia de la mayoría es difícil, pero aceptar el camino trazado por los oligarcas es un suicidio colectivo.

Sin embargo, por muy distópico que se presente el panorama siempre hay alternativas. Porque, ¿y si te dijera que acabar con la identificación digital es relativamente sencillo? No tenemos más que deshacernos de nuestros teléfonos móviles. Si nos desprendemos de ellos, nada de lo que tienen planeado se podrá llevar a cabo; ni crédito social, ni huella de carbono personal, ni dinero digital ni nada de nada. Tal es así, que ante esa posible amenaza el Primer Ministro Británico, Keir Starmer, sancionará con 85 libras cada vez que se quiera identificar a alguien y no tenga teléfono móvil. Ahora bien, creer que la gente va a renunciar a los servicios y la comodidad que le brinda su teléfono móvil, después de ver cómo asumió voluntariamente perder sus derechos fundamentales durante la falsa pandemia, es de una ingenuidad mayúscula.


¿Recuerdas cuando un mesero te exigía presentarle datos confidenciales
 legalmente protegidos? La mayoría pasó por el aro y dejó su derecho
a la privacidad fuera pisoteado. Mal precedente para lo que viene

Sabemos, porque así se ha venido produciendo a lo largo de los siglos, que ningún gobierno quiere que la inmensa mayoría de sus ciudadanos tengan formación y conocimientos suficientes que les permita pensar por sí mismos. Pero si llegara ese día, ten por seguro que los gobiernos desaparecerían de la faz de la Tierra –y lo saben-, ya que tanto el Estado como el gobierno basan su existencia en la ignorancia y la estupidez de las masas aborregadas.

¿Cuándo vamos a ser conscientes de que el gobierno sólo tiene poder sobre nosotros mientras obedezcamos? Piénsalo. Sin nuestra obediencia el gobierno no es nada, un perro de paja. Si no obedecemos, no tiene absolutamente nada que hacer, no tiene poder sobre nosotros. Sin embargo, nosotros sí tenemos todo el poder, sólo tenemos que darnos cuenta de ello, incumplir sus mandatos y toda esta pesadilla se acabará de inmediato.

La pregunta es: ¿estará algún día lista la humanidad para asumir su responsabilidad?

(https://pepeluengo2.blogspot.com/)

¿NO TE RESULTA PARADÓJICO?



LA RED DE VIGILANCIA TOTAL QUE ESTÁN TEJIENDO EN TORNO A NOSOTROS



sábado, 8 de noviembre de 2025

LOS "AGUJEROS DE GUIÓN" DEL RELATO PANDÉMICO (3): ENFERMERAS BAILARINAS



Los héroes no bailan durante una "tragedia". Los psicópatas sí.

"El partido les dijo que rechazaran la evidencia de sus ojos y oídos. Fue su orden final y más esencial... Y si todos los demás aceptaban la mentira impuesta por el Partido -si todos los registros contaban la misma historia- entonces la mentira pasaba a la historia y se convertía en verdad".

(George Orwell, "1984")

De todas las producciones que desafían toda explicación, tal vez el fenómeno de las “Dancing Nurses” se encuentre en la cima de la manipulación teatral "covid".

En el apogeo de lo que se publicitaba como una catástrofe sanitaria causada por un patógeno letal nunca antes visto que supuestamente llenó los hospitales de pacientes moribundos de “covid”, enfermeras de todo el mundo comenzaron a realizar “espontáneamente” bailes obviamente bien coreografiados y bien ensayados, al estilo vodevil, que fueron capturados en videos premium y catapultados por todo el universo de las redes sociales.



No bromeamos. Justo cuando se le decía al público que el personal hospitalario estaba "desbordado" por la enorme cantidad de cuerpos plagados de patógenos que apiñaban las salas y desbordaban los pasillos, este espectáculo surrealista de enfermeras brincando y meneándose alegremente al estilo de Las Vegas contrastaba marcadamente con la seriedad que cabría esperar en medio de una muerte masiva.

Presentadas como una válvula de escape muy necesaria para el personal hospitalario (y ocasionalmente para otros socorristas) para liberar el estrés y levantar la moral en tiempos difíciles, estas actuaciones sorprendieron a muchos. En lugar de despertar nuestra compasión por los médicos y enfermeros agobiados, nos hicieron preguntarnos cómo podían existir dos realidades tan mutuamente excluyentes.

Si los hospitales estuvieran tan saturados, entonces:

* ¿Cuándo encontraron las enfermeras el tiempo para crear y llevar a cabo estas rutinas altamente sincronizadas?

* ¿Cómo lograron los realizadores reunir a tantos participantes (de hecho, a veces incluyeron a docenas de médicos frenéticamente ocupados salvando vidas)?

* ¿Por qué los vídeos se grabaron a menudo en hospitales visiblemente vacíos?

Aquí hay algunas preguntas más que creemos que usted podría estar haciendo y deseando respuestas:

*¿Cómo lograron realizar un trabajo de cámara tan sofisticado?

* ¿Cómo logró el camarógrafo colocarse detrás de una hélice para filmar a los bailarines en el techo de un edificio con una habilidad tan profesional?


* Teniendo en cuenta la cantidad de vídeos que aparecieron en tantos lugares al mismo tiempo, ¿se trató de un espectáculo mundial del fenómeno conocido como “orden espontáneo”?

* ¿Por qué, dime, tantos bailarines hicieron movimientos de baile similares?

* ¿Se ordenó a todos los hospitales y estaciones de bomberos el mismo día grabar en vídeo a su personal realizando rutinas prácticamente idénticas?

Y otra pregunta aún más seria:

¿Algún administrador hospitalario respetable permitiría tal frivolidad durante una crisis real de proporciones épicas? Sin duda, perjudicaría a su personal. Por si fuera poco, que los bailarines se retuerzan y menean alegremente sus cuerpos por los tejados y pasillos del hospital mientras la gente agoniza en camas de enfermos a su alrededor parece casi sádico.

Entonces, ¿cómo encarar estos espeluznantes números de cabaret?

En su intento por desentrañar el misterio, la periodista británica Jacqui Devoy se dirigió a la audiencia de la página Substack de Celia Farber con dos preguntas en el título de su artículo: «Danza Macabra: ¿Eran las enfermeras bailarinas realmente enfermeras? ¿Eran siquiera reales?».

Preguntas justas, dado que empresas gigantescas de relaciones públicas, aliadas con corporaciones y gobiernos, producían diariamente enormes dosis de propaganda a favor del covid.

Devoy descubrió en su investigación:

"La mayoría de las enfermeras con las que hablé negaron haber participado y dijeron que no se les habría permitido hacerlo ni aunque hubieran querido. También he estado intentando encontrar a los actores y bailarines que participaron en los videos. Aún no hay nada que informar. "

"Entonces, ¿qué estaba pasando? ¿Podrían las enfermeras haber sido interpretadas por actores? La exartista Caroline Sargeant @meek_caroline lo cree. "Como actriz, cantante y bailarina profesional, estoy de acuerdo. Recibías un resumen a través de un agente o una página de casting diciendo que buscaban actores que supieran bailar, pero que no fueran profesionales (para parecer auténticos). Eso es lo que parece".


Otros han ido más allá. El mes pasado, el ensayista de Substack, "Lies Are Unbekoming", especuló que el fenómeno de las enfermeras bailarinas durante la pandemia era una forma de manipulación global, que las enfermeras bailarinas "sirvieron como puerta de entrada a lo que se convertiría en una campaña sostenida de distorsión de la realidad", y que:

Una vez que las poblaciones aceptaron esa contradicción inicial, se prepararon para más: mascarillas que funcionaban excepto cuando no lo hacían, vacunas que prevenían la transmisión hasta que dejaban de hacerlo, dos semanas para aplanar la curva que se convirtieron en dos años. Cada absurdo aceptado debilitó la capacidad del público para confiar en sus propias observaciones.

Cuando miramos en retrospectiva la panoplia de teatralidades en torno al covid, parecen decoraciones de teatro diseñadas para inducir una triple respuesta: confusión, miedo e impotencia.

¿Fue real? ¿O fue pura propaganda puntillista?

Las fotos de cadáveres en las calles de Wuhan; las enfermeras bailando; el “paciente cero”; los hospitales abarrotados; los camiones refrigerados de la morgue; los “casos” y las “muertes”; los ataúdes apilados; y así sucesivamente: todos los trucos del libro.

Las historias suman mil detalles. Vistas individualmente, no parecen tener nada que ver con la realidad porque carecen de sentido. Pero combinadas, como si las hubiera creado un hábil pintor puntillista, están diseñadas para contar una historia creíble. Creíble, claro está, hasta que se descorre el telón y vemos una pandemia de opereta.

CODA

Orwell reconoció que el lenguaje y el conocimiento se expandían al mismo ritmo, de la mano. Nuestro pensamiento y lenguaje en expansión permitieron que el conocimiento creciera y se fortaleciera; que se profundizara. Y nuestro lenguaje nos permitió compartirlo y expandirlo. Todo lo contrario de quienes querían ocultárnoslo por esa misma razón.

Mantener este control tan estricto sobre la humanidad depende de la disposición de la población a seguir creyendo todo lo que le dicen los gobiernos que la gobiernan.

Para evitar esto, necesitamos buscar activamente la verdad. Cuestionar todo lo que se supone que es cierto, pero no tiene pruebas de ello. La inteligencia crece preguntando, no respondiendo.

Michael Bryant
(Fuente: https://healthfreedomdefense.org/; visto en https://www.verdadypaciencia.com/)

RECUERDA: EL TRAFICANTE NO CONSUME LA MERCANCÍA QUE LE VENDE A OTROS


EURO DIGITAL E ID ELECTRÓNICA: ASÍ NOS CONTROLARÁN SI NO LO EVITAMOS


viernes, 7 de noviembre de 2025

EL FIN DEL REINO UNIDO



... convertido en el Califato Sometido merced a la imprevisión, la estupidez o directamente la traición de sus dirigentes.


En aras de un laicismo militante, el Partido Laborista inglés abolió las antiguas leyes contra la blasfemia en 2008, con la bendición de la propia Iglesia de Inglaterra. Parecía una medida sin vuelta atrás, pero solo porque la tutela estatal del cristianismo aparecía como un residuo del pasado. Pocos podrían prever que sería otro el credo que hiciera replantear la medida.

Hoy, ese mismo Partido Laborista está considerando la reintroducción del delito de blasfemia, principalmente para proteger al islam del escrutinio teológico.



Hace menos de un mes, Tahir Ali, diputado laborista por Birmingham Hall Green, con la aprobación tácita de Keir Starmer, impulsó la introducción de medidas enérgicas para combatir la islamofobia y la «profanación de textos religiosos, incluido el Corán», es decir, leyes contra la blasfemia.

En 2019, el Partido Laborista adoptó formalmente la definición de las Naciones Unidas sobre la islamofobia, que establece que «tiene sus raíces en el racismo y es un tipo de racismo que atenta contra las expresiones de identidad musulmana o la percepción de la misma».

La islamofobia, arraigada en el racismo, implica, como se destacó con aprobación durante el debate del Grupo Parlamentario Multipartidista (APPG) sobre los musulmanes británicos en 2018, que cualquier crítica al islam se considerará racista y, por lo tanto, estará sujeta a la legislación penal.

El documento del APPG es absolutamente claro: «no existe la crítica de buena fe al islam».

Curiosamente, no solo la «crítica» se considerará problemática.

Aludir a ciertos hechos, reconocidos por los textos más sagrados del islam, también será considerado inaceptable, sobre todo el hecho de que Mahoma «desposó a una niña (Aisha) cuando ésta tenía seis años, y consumó su matrimonio cuando cumplió nueve». Él Profeta tenía más de cincuenta años en el momento de la unión, pero utilizar el término que describe el acceso sexual de una menor por parte de un hombre mayor no será aplicable al caso, y estará prohibido para no ofender a quienes siguen a tan discutible referente.

Resulta inquietante que quienes contribuyeron al informe crean firmemente que, en este tema, «raza y religión son inseparables».

Raza y religión no tienen nada en común, algo evidente si pensamos en que un converso está cambiando de credo, pero no de raza ni de etnia.

Pero en el mundo ficticio de nuestro tiempo, esta falacia es una creencia tan arraigada como la evidente falsedad de que «un hombre trans es un hombre».

¿De verdad lo creen?

Si es así, los dementes están al mando. Pero quien no lo acepte, sabe que fingir que sí lo hace es políticamente conveniente.

Legislar a favor de las mentiras y criminalizar la verdad en el proceso es ahora política oficial, y no es más que una maniobra de poder al estilo maoísta.

Como en 1984 de George Orwell, la verdad es lo que el poder dice que es, ya que el Partido tiene la capacidad de controlar el pasado, la historia y hasta el pensamiento de los individuos.

Las implicaciones de convertir el islam de religión en raza son profundas.

Si el islam es una raza, entonces también lo es el cristianismo.

Esta visión reduccionista explica por qué un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores de 2019, que calificó la persecución mundial de cristianos como «casi un genocidio», fue recibido con un silencio generalizado.

El informe constató que 245 millones de cristianos se enfrentan a la violencia o la opresión en todo el mundo.

La erradicación de los cristianos bajo pena de muerte es el objetivo específico y declarado de grupos musulmanes desde Siria, Irak, Egipto y el noreste de Nigeria hasta Filipinas.

Evidentemente, los objetivos de estos grupos no se limitan a lugares remotos de los que poco sabemos, sino que podrían aplicarse mucho más cerca de nosotros.

¿Por qué el silencio?

Porque los africanos negros cristianos, como por arte de magia, han sido relegados a la categoría de «blancos». La conversión, al parecer, blanquea más que el detergente, solo que en el mundo "woke" y acomplejado, nada merece menos respeto y reconocimiento que el ser (considerado) blanco.

Así, la identidad cristiana infunde tanta culpa, odio y desprecio como el proyectado sobre un británico arquetípico, un escocés o un conservador negro (este último no es más que un “traidor a la raza”, un “Tío Tom”). Ya se sabe que el racismo solo es rechazable en una dirección, puesto que el racismo anti-blanco es condición necesaria para ser considerado progresista, despierto y luchador por la justicia social.

Pero el disparate pro-totalitarismo islámico llega aún más lejos.

Como ejemplo, Iqbal Mohamed, diputado por Dewsbury y Batley, se presentó en el Parlamento para defender el matrimonio entre primos hermanos, argumentando que hasta la mitad de la población subsahariana prefiere o acepta este tipo de matrimonio, y que es extremadamente común en Oriente Medio y el sur de Asia.

Añadió que está muy extendido porque el matrimonio entre familiares se considera algo muy positivo en general, que ayuda a fortalecer los lazos familiares y a proporcionarles una mayor estabilidad económica.

Si bien Iqbal es diputado independiente, Tahir Ali, y como vimos, el Partido Laborista, parecen compartir esta opinión.

El diputado Iqbal Mohamed podría haber añadido que el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y los crímenes de honor también están muy extendidos en esas mismas regiones y, por lo tanto, deberían abordarse con gran sensibilidad cultural y tal vez introducirse en el Reino Unido en su debido momento.

Por supuesto, no lo hizo. Todavía no. Pero es solo cuestión de tiempo que la ventana de Oberton se abra a estas aberraciones, tan "arraigadas culturalmente".

En cualquier caso, con el respaldo de Starmer, criticar a Mahoma o a Alí en cualquier asunto relacionado con el islam pronto será delito.

La clase dirigente británica ha trabajado incansablemente durante décadas para erradicar cualquier vestigio de cristianismo de las instituciones del país.

Tras haber socavado los cimientos sobre los que se erigió su gloria, el país se encuentra ahora totalmente incapaz de defenderse de ideas que hace tan solo unos años se habrían considerado grotescas.

Su imperdonable legado ha sido el completo desarme intelectual de su propio pueblo y, en un estado de confusión cada vez mayor, la total incapacidad para defender la rica herencia cultural de la nación.

En efecto, nada es más deprimente que ver a los altos cargos de la Iglesia de Inglaterra celebrar el «Mes del Orgullo» con más entusiasmo que la Navidad o la Pascua.

Su postura, dado el libro del que depende su propia existencia, debería ser que el orgullo es la madre de todos los pecados, del que brotan la pereza, la ira, la envidia, la lujuria, la gula y la avaricia.

Para hacer justicia a su grey, deberían abogar por la humildad, la castidad, la templanza, la caridad, la diligencia, la bondad y la paciencia.

Sin embargo, se celebra la autodestrucción mientras se desecha la disciplina moral, la esencia del Sermón de la Montaña.

Con la verdad como único tabú, por temor a ofender, el Reino Unido se ha sumido en el más absoluto vacío moral, uno en el que el amor a la verdad es presentado como odio a quien la niega, el desprecio a la propia herencia cultural es exigido obligatoriamente y el relativismo va haciendose a un lado para allanar el camino al fanatismo.

El orgullo precede a la caída. La caída está a las puertas. Y las llaves han sido entregadas a los nuevos bárbaros que proclaman el fin de toda ilustración y la imposibilidad de toda disidencia.


El Califato de las Islas británicas está naciendo ante la indiferencia y el derrotismo de quienes rechazan su propia identidad.

(Fuente -parcial- https://countrysquire.co.uk/)


Mientras la islamización avanza sin oposición ninguna, los medios se dedican a negar la
violencia de importación: ahí está el increíble titular "Un JOVEN BRITÁNICO detenido
 en uno de los ataques más graves del país en un tren a Londres"
(causó heridas graves
a diez personas con un cuchillo). Luego dice: "El detalle de que SE TRATE DE UN VA-
 RÓN BRITÁNICO (obsérvense en la imagen sus inequívocos rasgos anglosajones) es
muy importante en un país donde crece la retórica antiinmigrantes, asociada a los casos
 de inseguridad en incidentes parecidos: el pasado lunes un refugiado afgano mató a cu-
chilladas a un blanco autóctono que paseaba a su perro en la zona oeste de Londres".
Para consuelo de las víctimas queda que "al menos no les gobierna la ultraderecha".

P.D.: Entretanto, en Nueva York es elegido alcalde, en una votación en que a los electores no se les exigía identificación ninguna (dato nada baladí), el musulmán Zohran Mamdani, cuyas promesas de congelar alquileres y aumentar impuestos a los más acaudalados están condenadas a ser agua de borrajas ante la simpleza con que dicha receta -que ya fracasó en San Francisco- soslaya los problemas reales de la ciudad: especulación, deuda, coste energético y colapso burocrático. Atentos al desarrollo de un fracaso anunciado.