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martes, 5 de septiembre de 2023
LA PROTEÍNA SPIKE QUE PRODUCE LA "VACUNA" COVID ES UN TÓXICO QUE ENVENENA EL ORGANISMO (3ª PARTE)
Vacunas: efectos secundarios graves, muertes por vacunas y patologías inflamatorias a largo plazo
A corto plazo encontramos una mortalidad importante, muy subestimada por los Estados y los medios de comunicación, con un millar de muertes confirmadas solo en Francia.
Muchos habían previsto esta infravaloración (de los efectos indeseados), ya que las empresas farmacéuticas se han desentendido de los graves efectos secundarios frente a los Estados, que han hecho lo mismo con los ciudadanos. Un panorama agravado porque se estima que los informes sobre efectos secundarios representan sólo alrededor del 10% de los realmente producidos.
En cuanto a estos efectos graves, sabemos en particular que las trombosis se deben directamente a la vacunación, así como la miocarditis y la pericarditis, los accidentes cerebrovasculares, etc. con niveles elevados de dímero D (marcador de coagulación) y PCR (proteína C reactiva: marcador de inflamación) (Greinacher A et al., 2021) (Diaz GA et al., 2021) (Dionne A et al., 2021).
La trombosis es la presencia anormal de un coágulo de sangre que resulta en una oclusión parcial o total, ya sea de una vena (trombosis venosa o "flebitis") o de una arteria (infarto, derrame cerebral).
La miocarditis es una inflamación del miocardio (músculo que, al contraerse, permite que la sangre circule por los vasos sanguíneos y nutra los órganos del cuerpo) que conduce a la destrucción de sus células y reduce así su capacidad de contraerse y su capacidad de porporcionar un suministro de sangre. Poco a poco, el corazón ya no puede bombear. La inflamación puede extenderse a todo el músculo cardíaco o limitarse a una o algunas áreas. Una inflamación extensa en todo el corazón puede provocar insuficiencia cardíaca significativa, alteraciones graves del ritmo cardíaco y, en ocasiones, muerte súbita.
La inflamación subyacente a estos fenómenos probablemente ocurre, como se mencionó anteriormente, cuando las proteínas de pico circulantes reaccionan con los receptores ACE2 omnipresentes en el cuerpo y alteran el equilibrio ACE2/ACE (Seneff S y Nigh, 2021) (Ogata AF et al., 2021). Y precisamente, sabemos que en casi todas las condiciones patológicas, en particular las del sistema cardiovascular pero también las neurodegenerativas, hay una disminución de la relación ACE2/ACE dentro de los órganos (Bernardi S et al., 2012) (Lavrentyev EN et al., 2009) (Mizuiri S et al., 2008) (Yuan YM et al., 2015) (Kehoe PG et al., 2016).
En un estudio posvacunación con la vacuna AstraZeneca, se observaron trombosis en once sujetos (entre 22 y 49 años, con una media de 36 años) que desarrollaron trombosis venosas, incluidas TVC (trombosis venosa cerebral), tres de ellos con embolias pulmonares. Seis de los pacientes murieron a causa de estos graves efectos secundarios a una edad en la que la gente casi nunca muere a causa de la COVID (Greinacher A et al., 2021).
Ante el silencio ensordecedor y la negación de los políticos y de los médicos sujetos a múltiples conflictos de intereses, son en última instancia los investigadores quienes expresan sus temores ante estos graves efectos y piden al menos un seguimiento posvacunación, que debe incluir hemograma completo, dímero D, fibrinógeno, panel de coagulación, funciones y electrolitos renales y hepáticos, y prueba ELISA de PF4-heparina, si está disponible” (Long B et al., 2021).
En términos de neurotoxicidad, los efectos secundarios graves posteriores a la vacunación probablemente estén relacionados con la circulación del ARNm en el cerebro, pero también con la circulación libre en la sangre que cruza la barrera hematoencefálica (Buzhdygan et al., 2020) (Rhea EM et al. ., 2021). Además de los efectos neurológicos observados (incluida la parálisis de Bell) en los primeros meses de vacunación, en los próximos años se controlarán las enfermedades neurodegenerativas. (Ver Stéphanie Seneff "Vacunas SARS-Cov2 y enfermedades neurodegenerativas")
También se observa hepatitis después de la vacunación, que potencialmente involucra reacciones autoinmunes (Bril F et al., 2019) (Rocco A et al., 2021), algunas de las cuales son fatales (Rela M et al., 2021). Los autores casi se disculpan por expresarlo (aquí AstraZeneca): “Mientras un paciente se recuperó sin incidentes, otro sucumbió a una enfermedad hepática… Esperamos que nuestro informe no disuada las campañas de vacunación COVID. Sin embargo, también esperamos crear conciencia sobre sus posibles efectos secundarios y el papel cada vez mayor de la farmacovigilancia a la hora de guiar el tratamiento”.
Cabe señalar que los estudios preliminares sobre vacunas, como por ejemplo la de AstraZeneca, se llevaron a cabo en sujetos bastante jóvenes y excluyeron a participantes con trastornos graves y/o no controlados de enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, hepáticas, renales, endocrinas/metabólicas, neurológicas, así como así como personas inmunocomprometidas y mujeres embarazadas (Voysey M et al., 2021). Este proceder obedece a minimizar los efectos secundarios graves cuando precisamente, en última instancia, estas poblaciones son las primeras en ser vacunadas masivamente porque son frágiles ...
Amplificación por anticuerpos (ADE)
También debemos recordar el fenómeno llamado ADE (amplificación de la enfermedad por anticuerpos), donde, cuando tenemos anticuerpos defectuosos o insuficientemente competentes (los llamados "facilitadores"), las células inmunes que portan los anticuerpos contra el virus lo reconocen, pero en lugar de destruirlo, lo "ingerirán" y, en última instancia, contribuirán a su difusión. La producción de anticuerpos facilitadores se ha observado en muchas enfermedades virales tras la vacunación (virus del dengue, Zika, Ébola, VIH, SARS-CoV, MERS-CoV, sarampión, peritonitis infecciosa felina, etc.).
Esto ha sido popularizado brillantemente por los doctores Fantini y Sabatier (Univ Aix-Marseille) en este artículo.
En resumen, existen tres categorías de anticuerpos producidos tras una infección viral o una vacunación:
- anticuerpos que no tienen ningún efecto sobre la infección viral (anticuerpos neutros),
- anticuerpos que bloquean la infección viral (anticuerpos neutralizantes),
- anticuerpos que facilitan la infección viral (anticuerpos facilitadores).
En el contexto actual, si los anticuerpos que adquieren las personas que se vacunan con las vacunas actuales, basadas en el ARNm y el ADN del SARS-CoV2 inicial (febrero de 2020), se vuelven ineficaces para destruir la variante delta o futuras variantes (porque estos virus habrían evolucionado, mutado demasiado), entonces estas variantes se multiplicarían aún más fácilmente en contacto con estos anticuerpos (entonces llamados facilitadores), y las personas infectadas a menudo padecerán una forma más grave de la enfermedad.
Los autores de este artículo también han publicado su trabajo de modelización, que muestra que los anticuerpos que facilitan la propagación del virus (ADE) tienen más afinidad con la proteína Spike que los anticuerpos neutralizantes con respecto a la variante delta (al contrario de lo que se observa con la cepa ARS-Cov2 original de 2020, Wuhan/D614G)!
De ahí la conclusión de los autores: "Por lo tanto, sugerimos evaluar lo antes posible, en los sueros de personas vacunadas, el equilibrio neutralización/ADE de la variante Delta". (Yahi Net al., 2021). Esto podría explicar la ineficacia observada, por ejemplo, de las vacunas Pfizer y Moderna (utilizadas en Francia) en materia de contaminación. En cuanto a la evolución de la patología en formas graves, sobre la eficacia de la vacunación es un poco pronto para hablar de ello, y los datos oficiales carecen de transparencia, por lo que habrá que esperar a octubre-noviembre.
Este fenómeno ocurre mucho más frecuentemente con las vacunas que con los anticuerpos producidos durante una infección (Ulrich H et al., 2020) (Lee WS et al., 2020) (Cardozo T et al., 2021). También es un fenómeno que podría explicar en parte el gran número de personas vacunadas que desarrollan COVID y mueren a causa de él (por ejemplo, en Israel, el Reino Unido, Islandia). No es conveniente, ni siquiera inocuo, vacunar en medio de una epidemia.
Dr. Jean-François Lesgards
(Fuente: https://www.francesoir.fr/; traducción: Astillas de Realidad)
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