QUIRÓN PREVENCIÓN DEMUESTRA (A SU PESAR) POR QUÉ NO HAY QUE ‘VACUNARSE’ CONTRA LA GRIPE

El consentimiento informado que Quirón facilita dice que:

“La eficacia de la vacuna antigripal depende de la edad y la situación inmunitaria de la persona y de la afinidad de los virus incluidos en la vacuna con los virus circulantes. Si la composición es la adecuada, la protección que se confiere varía entre el 50-90% en personas adultas. En enfermos crónicos y personas mayores de 65 años, la eficacia se reduce al 40%”

Es decir:

La 'vacuna' de la gripe funciona mejor en gente joven y gente sana. Normal, son los que presentan menos posibilidades de enfermar

La eficacia de la 'vacuna' depende de que los fabricantes adivinen qué virus van a circular en cada país durante el otoño-invierno siguiente y los incluyan en sus productos. Si aciertan, la eficacia puede estar por debajo del 50% (cara o cruz). Si no aciertan, no tendrá ninguna eficacia

"Los efectos secundarios más frecuentes que aparecen en un 30% de los casos son reacciones locales (dolor, enrojecimiento, induración…). Las reacciones generalizadas (sistémicas) constituyen un 2% siendo las más comunes la fiebre, mialgia y malestar general”

Es decir, 3 de cada 10 'vacunados' tendrán efectos secundarios y 1 de cada 50 enfermará

“Las contraindicaciones para la vacuna son la hipersensibilidad a los principios activos y a los excipientes incluidos en la vacuna”

Sin embargo, no se informa de dichos principios activos ni se comprueba la hipersensibilidad a los mismos antes de la inoculación. Como con las timovacunas Covid, primero lo inyectamos y luego a ver qué pasa. A falta de ensayos previos, el receptor servirá de cobaya a las farmacéuticas.

Por lo tanto, según los propios fabricantes e inoculadores varios, estamos ante un producto que NO INMUNIZA, con EFICACIA NULA O LIMITADA y con EFECTOS SECUNDARIOS Y CONTRAINDICACIONES PROBADAS.

Cero ventajas y perjuicio posible. ¿De verdad te la vas a poner?

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