Cierto, pero cuando aparece una calle nueva suele desaparecer una vieja. El que trabaja quiere cobrar pero los fieles trabajan y pagan... Tenemos la medicina para sanos, por amor, por solidaridad, para que no se contagien los de Culión, para tener un certificado de inocencia y salvarse...
Buenas noches: Hay una serie de libros de un periodista alemán, que tiene por nombre "Los Inventores de Enfermedades" y el libro va justamente sobre ese tema.
La pena es que cuando muchos se den cuenta, ya estarán dentro del redil y con dolencias que fácilmente podrían haber evitado
Circo Tendría su lógica crear enfermedades que cubran los efectos secundarios de un tratamiento (no necesariamente médico) Que los disruptores endocrinos afeminan... carnaval todo el año
Suerte que no hace falta que sean reales
ResponderEliminarPero los efectos secundarios de los medicamentos que combaten enfermedades imaginarias, sí que son reales.
EliminarCierto, pero cuando aparece una calle nueva suele desaparecer una vieja.
EliminarEl que trabaja quiere cobrar pero los fieles trabajan y pagan... Tenemos la medicina para sanos, por amor, por solidaridad, para que no se contagien los de Culión, para tener un certificado de inocencia y salvarse...
Buenas noches:
ResponderEliminarHay una serie de libros de un periodista alemán, que tiene por nombre "Los Inventores de Enfermedades" y el libro va justamente sobre ese tema.
La pena es que cuando muchos se den cuenta, ya estarán dentro del redil y con dolencias que fácilmente podrían haber evitado
Gracias por ilustrarnos, Poseso
Circo
ResponderEliminarTendría su lógica crear enfermedades que cubran los efectos secundarios de un tratamiento (no necesariamente médico)
Que los disruptores endocrinos afeminan... carnaval todo el año