Algunos dicen no acordarse, otros actúan como si nada hubiera pasado, los hay que incluso niegan los hechos taxativamente, pero lo cierto es que en 2020, el mundo enloqueció, y ya nada volvió a ser como antes.
Cuando el mundo enloqueció, algunos, pudimos observar como el miedo a una amenaza invisible, ridícula e inexistente, separó familias, destruyo hogares, deshizo amistades, y envenenó a una buena parte de esta sociedad gregaria y hedonista, ausente de sentido crítico y valores.
Cuando el mundo enloqueció, la indignidad tomo el mando, y las personas sacaron lo peor de sí, mostrándose, mezquinas, egoístas, ruines, cobardes, y todo lo peor que un ser humano puede llegar a ser, fruto de la rabia contenida, las heridas sin curar, los estigmas tóxicos heredados, y una profunda disonancia cognitiva aguda, como nunca habíamos visto.
Cuando el mundo enloqueció, el sistema puso definitivamente sus cartas boca arriba, mostrándonos su verdadera cara, y admitiendo que su único fin, es el de, extorsionarnos, esclavizarnos y en última instancia, asesinarnos.
Cuando el mundo enloqueció, solo unos pocos nos levantamos ante la injusticia, plantamos cara a la infamia, desafiamos a la sinrazón, y nos enfrentamos con el poder, negándonos a obedecer, e incumpliendo todas y cada una de las normas ridículas y humillantes que la mafia usurera del sistema pretendía imponernos.
Cuando el mundo enloqueció, la humanidad se dividió para siempre, entre los que decidieron participar en la mayor estafa y atentado contra la vida y la libertad de los seres humanos, jamás perpetrado en la historia, y los que elegimos la dignidad, el amor propio, la coherencia y el sentido común.
Feliz semana a todos los rebeldes y desobedientes del planeta, energía y Rock and Roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!
Mártin Sánchez
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