Mark Serreze es un científico muy conocido, autor del premiado libro de texto "El sistema climático del Ártico", ecosistema del cual pasa por experto. Es también un ejemplo de cómo el alarmismo climático impulsa una carrera científica.
En diciembre de 2007, Associated Press distribuyó un artículo catastrofista, que fue publicado por multitud de periódicos por todo el mundo, avisando de que el hielo del Ártico podría desaparecer en tan solo cinco años. En él avisaba de que «El Ártico está gritando».
En junio de 2008, Serreze dijo en los medios que «Hay un 50% de probabilidades de que el Polo Norte quede sin hielo este verano, lo que sería la primera vez en la historia». Su pronóstico alarmista fue recogido por las principales cadenas de noticias del mundo. Sin embargo, en el verano de 2008 hubo mucho más hielo en el Polo Norte que el año anterior.
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Mark Serreze, profeta de un Apocalipsis que nunca acaba de producirse |
Tras estas declaraciones alarmistas, Mark Serreze fue nombrado a principios de 2009 director del Centro Nacional de Datos de la Nieve y el Hielo (NSIDC) de los EEUU, cargo en el que aún continúa. Los otros científicos del NSIDC que no hicieron tantas declaraciones alarmistas a la prensa ahora trabajan para él.
Entrevistado tras su nombramiento, Serreze se reafirmó: «La tendencia a la baja en la extensión del hielo marino en septiembre parece estar acelerándose. Es probable que en 2030 los veranos estén libres de hielo. Yo lo llamaría una espiral de muerte».
Pero tras su nombramiento y el fracaso de su predicción de 2008, Serreze no volvió a dar a los medios titulares sensacionalistas sobre el Ártico. Los hechos se han encargado de desmentirle rotundamente. Precisamente cuando él hizo público su alarmismo y obtuvo su recompensa, el hielo del Ártico dejó de decrecer. Lleva estable 18 años, en contra de sus predicciones y sus modelos. Este hecho demuestra que los científicos climáticos más expertos realmente no saben tanto sobre el cambio climático como ellos creen, y que sus predicciones, basadas en modelos programados por ellos, no valen un pimiento. Pero, claro, si uno dice lo que la élite globlalista quiere que se difunda (que el Ártico agoniza, que la timo-vacuna salvó vidas, que el Islam es una religión perseguida, ...) su carrera será promocionada y sus publicaciones difundidas, aunque los datos reales desmientan rotundamente la tramposa narrativa ejercida.
Por eso es importante escuchar a quienes no tienen prebendas que mantener.
Porque al final, los jubilados (médicos, climatólogos, estadísticos, ...) acaban por resultar mucho más fiables que los arribistas que buscan afianzar su posición sirviendo al gran capital.
(Fuente: https://t.me/rvnesaragesaracovid19/)
Cuando hablamos de “cambio climático”, primero hay que aclarar de qué estamos hablando. Si nos referimos a las variaciones naturales que el planeta ha tenido por siglos, no hay nada nuevo ni apocalíptico. Pero si hablamos del relato alarmista promovido por ciertas organizaciones para generar miedo y mover miles de millones, la historia es muy distinta. La Tierra ha sobrevivido a eras glaciales, calentamientos y cataclismos mucho antes de que existiéramos, y seguirá haciéndolo. El problema quizá no sea el planeta … sino la información que consumimos sin cuestionar.
ResponderEliminarBuen comentario.
EliminarEl problema son los seguidores del flautista (...y los seguidores de los seguidores del flautista ;)