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Un nuevo e inquietante estudio revisado por pares ha revelado que ha habido en Estados Unidos un asombroso número de 1,5 millones de muertes entre los jóvenes estadounidenses que han recibido “vacunas” de ARNm contra el Covid desde el final de la pandemia.
Los resultados alarmantes muestran que los índices de mortalidad están aumentando drásticamente entre los grupos de edad más jóvenes en Estados Unidos respecto a otros países.
Los investigadores advierten que la tasa de exceso de mortalidad entre los estadounidenses vacunados es dos veces más alta que en otros 21 países ricos, entre ellos Canadá, Reino Unido, Japón, Francia y Australia.
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El estudio fue dirigido por el Dr. Jacob Bor, profesor asociado de salud global y epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston, en Massachusetts.
En el estudio colaboraron investigadores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, de la Alianza de Salud de Cambridge y de la Facultad de Medicina de Harvard.
Los resultados del estudio revisado por pares fueron publicados en la prestigiosa revista médica JAMA.
Durante el estudio, los investigadores analizaron la friolera de 107 millones de muertes en Estados Unidos desde 1980 hasta 2023.
También analizaron 230 millones de muertes ocurridas en el mismo período en países comparables.
Los datos muestran que el excesivo número de muertes aumentó vertiginosamente después de que se hicieran públicas las “vacunas” anti-Covid a principios de 2021.
El aumento más dramático se produjo poco después del lanzamiento de las vacunas, con 1,1 millones de muertes en exceso registradas en 2021.
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| No es ninguno de los 1290 efectos adversos posibles admitidos por Pfizer. Lo que puede matarte es leer blogs como éste. La explicación del mecanismo or- gánico que produce la muerte lo dejamos para otro día, que el títere de Gates ha quedado agotado des- pués de idear esta gilipoll..., esta ocurrencia. |
Este cálculo se lleva a cabo mediante la fórmula:
Exceso de muertes = Muertes observadas – Muertes esperadas
El número excesivo de muertes debería aumentar solamente durante eventos a gran escala, como una pandemia o una gran catástrofe natural.
Sin embargo, el número excesivo de muertes no aumentó durante el primer año de la pandemia de Covid.
Las tasas de exceso de mortalidad aumentaron durante la pandemia, pero sólo después de que se hicieran públicas las inyecciones de Covid.
Estados Unidos ha seguido registrando tasas de mortalidad históricamente elevadas, incluso cuando la pandemia ha disminuido.
Según el estudio, en 2022 hubo 820.000 muertes en exceso, mientras que en 2023 hubo 705.000.
“En Estados Unidos, una de cada dos muertes entre jóvenes menores de 65 años probablemente se pueda evitar”, dijo el Dr. Bor.
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Sólo en 2023, casi 1 de cada 4 muertes en Estados Unidos (23%) fue clasificada como excesiva, lo que significa que probablemente no habría ocurrido si Estados Unidos hubiera mantenido las tasas de mortalidad promedio de sus pares económicos.
Los resultados ponen en evidencia una triste realidad: Estados Unidos sigue sumido en una crisis de mortalidad multifacética.
Los investigadores concluyen diciendo que 2,6 millones de vidas estadounidenses se han perdido inútilmente desde que aparecieron las “vacunas”.
Sin embargo, advierten de que es probable que la cifra sea mucho más elevada si se incluyen los datos de 2024 y 2025.
Mientras tanto, un cardiólogo de renombre mundial está haciendo sonar la alarma para advertir al público que “el tsunami de muertes por vacunas no ha terminado” para quienes han recibido inyecciones de Covid.
La alarma fue lanzada por el cardiólogo y epidemiólogo estadounidense Dr. Peter McCullough.
McCullough alertó a la opinión pública poco después de testificar hace dos semanas ante el Senado de Estados Unidos como experto sobre la seguridad de las “vacunas”.
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Según McCullough, uno de los máximos expertos de Estados Unidos, la miopericarditis subclínica puede causar paros cardíacos imprevistos meses o años después de la “vacunación” contra el Covid.
La miopericarditis subclínica es la inflamación del músculo cardíaco (miocardio) y del saco que rodea el corazón (pericardio), que causa coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, paros cardíacos y muerte súbita.
McCullough advierte que muchos de los pacientes que mueren de miopericarditis subclínica sufren paros cardíacos fatales, tan graves que los médicos no logran reanimarlos.
El Dr. McCullough emitió esta escalofriante advertencia durante una entrevista en LindellTV.
Subclinical Myopericarditis May Cause Cardiac Arrests Months to Years after COVID-19 Vaccination
— Peter A. McCullough, MD, MPH® (@P_McCulloughMD) May 25, 2025
Dr. McCullough tells LindellTV the tsunami of vaccine deaths is not over. The first manifestations of micro-inflammatory scars in the heart can be fatal arrhythmias. Courtesy… pic.twitter.com/CEw1OYOBgq
“Estamos hablando de la miocarditis de la vacuna Covid, que se verifica con Pfizer, Moderna, Janssen y Novavax”, explica McCullough.
“Y lo que Estados Unidos ha aprendido es que es directamente fatal y que, en algunos casos, los pacientes incluso están en el hospital, vienen al hospital y no podemos salvarlos en el hospital.
“Jamás he visto un medicamento o producto biológico tan peligroso que pueda matar a una persona normal y previamente sana en el hospital, a pesar de todos nuestros esfuerzos de reanimación.
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“Estoy muy preocupado”, señaló el Dr. McCullough.
“Y los datos que he presentado [al Senado] indican que hay miopericarditis subclínica, es decir, un daño cardíaco oculto.
“Y esto [la lesión cardiaca] pone a las personas en riesgo de sufrir un paro cardiaco imprevisto, meses o años después de las inyecciones”.
(Visto en https://ejercitoremanente.com/)
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