Los antiguos egipcios amaban a los gatos.
Los motivos eran variados. Los más espirituales afirmaban que los gatos son capaces de ver y sentir a los seres no físicos, y nos pueden proteger de aquellos más siniestros y oscuros.
Los más estetas amaban su forma y elegancia.
Los más prácticos porque eliminaban a los roedores que devoraban las cosechas.
Hoy, 45 siglos después, sigue siendo un buen consejo, aunque probablemente un veterinario le agregue algún antibiótico si lo cree necesario. El papiro continúa con una interesante técnica para curar el prolapso de útero en las vacas.
Así que el papiro pertenecia a un tratado de medicina veterinaria. Para ponerlo en contexto, pasó más tiempo desde que se escribió en tratado hasta el nacimiento de Jesús, del que pasó desde este nacimiento hasta nuestros días.
Así de antigua es la veterinaria como ciencia organizada y metódica. Como conocimiento práctico nació hace 12.000 años, cuando un lobo se acercó a una fogata, buscando comida y calor, y el ser humano ganó el mejor amigo que podía tener.
En 2020 supuestos estudios cientificos dijeron que los visones trasmitían una "cepa" terrible de Cobicho. El Gobierno de Dinamarca ordenó exterminar a 17 millones de visones. La mayoría de criaderos, pero un cuarto de millón vivian libres en rios y lagos, otros eran mascotas de algunas familias. Otros gobiernos, como el de Francia y España también ejecutaron estos mamíferos.
En China y Corea del Norte, la "Cepa" la tenían perros y gatos. La policía ingresaba en los edificios y arrojaban los animales por las ventanas, ante los gritos de sus dueños.
En China este experimento duró poco, en Corea del Norte ya no quedan perros ni gatos.
Cuando comenzó la matanza, me comuniqué con la Asociación Mundial de Veterinaria, en Bruselas, prestigiosa entidad que existe desde 1863. Pedí los estudios científicos, pues era mi intención que fueran analizados por veterinarios no cómplices de la plandemia o, al menos, neutrales.
No los tenían. Tampoco ninguna facultad de Europa. El gobierno de Dinamarca también negó tenerla. Se la pedí a la oposición. No tenían idea, pero interrogaron a la Primer Ministro Mette Frederiken en el parlamento. Todo quedó en nada.
-Déjalo estar -me recomendó un colega abogado-, las organizaciones protectoras de animales están en La Agenda, y los visones no pagan honorarios. A nadie le importa, ¿no te das cuenta que la cría de visones incomodaban al gobierno socialdemócrata de Dinamarca? Tener animalitos en una jaula de 30x30 para dar pieles al mercado chino. Los proteccionistas se quejarían, así que mataron a todos, silvestres incluidos. La gente es tonta y están felices que los cuiden. Olvídalo.
En el 2023 lanzaron la farsa de la gripe aviar en Argentina. Inspectores del Senasa mataron miles de cisnes cuello negro y millones de pollos hasta que los dueños de la Avícola Santa Ana lograron demostrar la estafa y que dos inspectores quedaran procesados en la justicia federal.
¿Alguien puede ser tan estupido para creer que, tras 45 siglos de avances en medicina veterinaria, una supuesta enfermedad se resuelve asesinando millones de animales?
No sé cual será la próxima farsa, si una "gripe porcina", una "vaca loca", pero si sé que los periodistas meterán miedo por la televisión, aparecerán los medicos sicarios de la farmafia, y se ordenará matanzas masivas. Y te hablarán maravillas de la harina de insectos.
Sé que en el 2020 hubo conversaciones para exterminar a todos los gatos, pero en Occidente no se animaron a tanto. No todavía.
Yo entiendo que a nadie le gusta sentirse un estúpido al que tuvieron un año encerrado y dos años usando un calzoncillo en la cara por una enfermedad inexistente.
Pero espero que en la proxima seamos más lo que plantemos cara a la Agenda perversa.
Horacio Rivara
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