¿Recuerda las infinitas garantías que nos dieron de que la vacuna Covid era “segura y eficaz”? Las garantías eran mentiras. Ya no se pueden ocultar los informes de que el exceso de muertes en todos los países altamente vacunados contra el Covid-19 se está disparando.
Los científicos están empezando a llamar cautelosamente la atención de los gobiernos sobre el extraordinario aumento de la tasa de mortalidad. Dicen que la vacuna “podría” ser parte del motivo. Pero no hay nada más a quien culpar, y si lo hay, los científicos no dicen cuál. Piden a los gobiernos que investiguen las causas subyacentes del número “sin precedentes” de exceso de muertes, incluido el “posible daño de las vacunas”.
Los llamados a una investigación nunca producen resultados. Los científicos pidieron que se investigara el 11 de septiembre. Fueron ignorados. Cuando ellos mismos llevaron a cabo la investigación, los resultados fueron ignorados.
Hubo interminables llamados para que se investigara el asesinato del presidente John F. Kennedy. Una década o más después, el Congreso investigó y concluyó que se trataba de una conspiración que incluía a otras personas además de Oswald. Pero la investigación no hizo ningún esfuerzo por identificar a los demás.
La libertad de investigación y expresión científica se ha visto limitada por el dinero. Las carreras provienen del dinero, y el dinero proviene de las grandes farmacéuticas y del gobierno federal, las dos partes menos interesadas en los datos sobre las vacunas. Así que la pelota está en manos de científicos jubilados y de científicos próximos a jubilarse para difundir la historia. Y no pueden esperar ninguna ayuda de los medios de comunicación «comprometidos».
Paul Craig Roberts
(Fuente: https://www.unz.com/; visto en https://lastermitasdelcielo.wordpress.com/)
La gestión de la pandemia ha tenido efectos secundarios catastróficos sobre los sistemas de salud, retrasos en tratamientos de enfermedades no relacionadas con la COVID-19 y el impacto socioeconómico general. Estos factores pueden influir en las tasas de mortalidad de manera independiente de la vacunación.
ResponderEliminarA pesar de ello y de lo difícil que es obtener datos fiables, incluso en las hipótesis más catastrofistas no dan más de un 1 por mil de efectos adversos graves entre los vacunados.
"Es la economía, idiota."