No es un meme teatralizado, sino la imagen de un suceso ocurrido en Mannheim (Alemania) que pone en evidencia que las fuerzas que deberían defender la ley y el orden sirven en realidad al plan Kalergi y a la agenda de la sustitución étnica: un exaltado islamista practica la forma más habitual de oposición política de los de su cuerda atacando con un cuchillo al activista Michael Stürzenberger, dado que el modo en que ejercía su libertad de expresión constitucionalmente reconocida le convertía en un infiel a escabechar a ojos del adepto a la "religión de la paz". Un ciudadano anónimo interviene y, jugándose el físico, reduce momentáneamente al energúmeno del cuchillo carnicero. Entonces llega la policía y el "inteligente" agente que interviene tiene la genial idea ... de inmovilizar al ciudadano que retiene al agresor en vez de esposar a éste, con el resultado de que el colérico atacante, libre de la sujección del héroe ciudadano, aprovecha para hundir el arma en el pescuezo del uniformado, al que solo cabe felicitar si ha salido vivo de la trampa en que su abismal estupidez le ha metido y proponerle al Premio Darwin del año si el "pagapensiones" le ha dado la baja definitiva.
Y como los medios de desinformación y propaganda pueden convertir lo trágico en ridículo con su enfoque, queda para la historia nacional de la infamia el modo en que TVE presentó la noticia, poco menos que sugiriendo que el político acuchillado se lo merecía por ultraderechista, contrario a la inmigración de barra libre y racista "white-privilege":
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