ENÉSIMO "ACCIDENTE" A LA MEDIDA DE LOS INTERESES DE LA MAFIA FARMACÉUTICA

El pasado 9 de agosto el mundo se sobresaltaba con las imágenes de un avión de línea cayendo a plomo en la región de Vinhedo, (Brasil), para acabar estallando en una bola de fuego que hizo imposible la supervivencia de ninguno de sus ocupantes.

Lo que no nos han contado es lo oportuno que resultó dicho "accidente" para silenciar a un grupo de investigadores que viajaban a bordo, incluidos el radiólogo Leonel Ferreira y las pediatras especializadas en cáncer Sarah Stella y Silvia Osaki, que se dirigían a Sao Paulo a una conferencia internacional donde debían presentar sus hallazgos de que el ARNm y las inoculaciones COVID-19 son responsables de la explosión de turbo cánceres y enfermedades autoinmunes que causan estragos en todo el mundo, así como sus investigaciones encaminadas a revertir los daños oncológicos causados por las "vacunas" de ARNm.



Curiosamente, siete oncólogos que iban a acompañarles en dicho fatídico vuelo anularon su pasaje a últimísima hora.

Otra circunstancia extraña de lo sucedido es que el piloto no comunicó ninguna anomalía durante el vuelo, siendo el accidente algo que sobrevino súbitamente.

Recordemos el siniestro precedente en 2014 del vuelo MH17, en que fallecieron varios invesigadores del SIDA, y el derribo sobre Ucrania de un avión de Malasyan Airlines en el que perdieron la vida un centenar de expertos en dicha patología. Parece que ciertos percances se ceban con quienes disienten del relato oficial sobre ciertas -lucrativas- enfermedades.

(posesodegerasa)