Si pensaba que el escándalo de Vioxx era malo, espere a escuchar lo que está sucediendo con los medicamentos para la ansiedad.
(Vioxx era un analgésico que se comercializó como “seguro” ... hasta que provocó ataques cardíacos en más de 100.000 personas).
¿Adivina qué?
En realidad no tratan la ansiedad: sólo enmascaran los síntomas y provocan efectos secundarios perjudiciales a quienes los toman, incluyendo un estado de apatía que empuja a algunos a conductas suicidas.
El sistema está diseñado para perpetuar la ansiedad, no para curarla.
Las grandes farmacéuticas se benefician de ello. Así que, en lugar de resolver el problema, están creando un mercado donde la dependencia de los medicamentos se convierte en la única solución que se ofrece.
(Fuente: https://www.vigilantfox.com/; traducción: https://t.me/guerrerosestoicos/)
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