CIUDADES DE 15 MINUTOS

Vivirás en una “smart City” de 15 minutos, diseñada para mejorar tu existencia e impedir que sigas contaminando y destruyendo el planeta.

Trabajarás en la franquicia de una multinacional, percibiendo un sueldo de mierda o una paguita asignada por Papá estado para cubrir tus necesidades básicas, que cada vez serán más exiguas.

Tendrás un Mercadona (o similar) a menos de 15 minutos de tu domicilio, donde podrás adquirir alimentos respetuosos con el medio ambiente, tales como empanada de moscas, carne sintética, leche de cucaracha o harina de grillo, entre otras delicias.

Disfrutarás de un servicio de vigilancia por cámara inclusivo y resiliente las 24 horas del día, que peinará al milímetro todo el espacio de 15 minutos para que te sientas seguro y controlado.

Tendrás un coche eléctrico, bio sostenible (con una autonomía de 15 minutos), solo para usar en caso de emergencia, el resto del tiempo te moverás en patinete o bicicleta para reducir al máximo las emisiones contaminantes.

Matricularás a tus hijos en un colegio (a 15 minutos de tu casa) donde les adoctrinarán en materias básicas como la ideología de genero, la educación afectivo sexual o las ventajas de la ley trans, iniciando así un camino hacia el desequilibrio emocional y la esquizofrenia que les permitirá adaptarse sin problemas a este sistema putrefacto y decadente.

Cuando cumplas 60 años y dejes de ser productivo, te someterás a la eutanasia voluntaria para dar paso a las nuevas generaciones y dejar de ser un estorbo que solo consume, contamina y supone un gasto para el estad, sin aportar nada a cambio.

No tendrás nada, pero serás feliz, ¿que puede salir mal?, tu proceso de zombificación va viento en popa, primero te pusieron un bozal, luego inyecciones venenosas para modificar tu A.D.N., y ahora te hacinarán en un gueto, junto a otros borregos, donde controlarán todos tus movimientos, te someterán, te extorsionarán y acabarán asesinandote con tu absoluta colaboración y total consentimiento, porque eres incapaz de pensar por ti mismo, porque que llevas toda la vida alimentando a un sistema que, paradójicamente, acabará devorandote antes de lo que crees.

Martin Sánchez