DISTRACCIONES PROGRAMADAS

Las discusiones del pueblo entre derechas e izquierdas son una forma de colaboración con el sistema, con el NOM y con el globalismo.

Todos venimos de un pasado ideológico vinculado sentimentalmente a una u otra tendencia, pero es imperativo entender que eso ahora ya no existe. Veo que no cala. A la mínima provocación de unos u otros caemos de nuevo en el error de opinar, a lo que otro responde, y nos olvidamos de lo importante, de los enemigos reales de la humanidad, que están más arriba.

Buscan indignación para crear polarización. Por tanto, cuando los de derechas se enfadan muchísimo por esto o aquello, teniendo razón, están haciéndolo exactamente lo que quieren que hagan. En la izquierda ocurre igual.

Enésimo teatrillo (por ahora) con el que distraernos
de lo esencial.

Es difícil no caer en el carril que tenemos todos en el cerebro, que nos hace simpatizar sin querer, o aborrecer por tradición personal.

Si quieren algo, hagamos lo contrario.

Pero es que los medios de comunicación, incluso los disidentes, caen en la trampa de comentar y comentar alentando el fuego.

Andamos por el pico superior de un tejado a dos aguas, en cuanto nos lanzan una trampa retórica, nos caemos del lado de nuestras simpatías históricas y “ofendemos” a los de las otras, que a su vez, nos contestarán, y colaboramos con el ruido que el NOM quería.

Es difícil, lo sé, pero están tratando de resucitar a las dos españas y debemos impedirlo activamente.

Veo a los de exderechas muy enfervorecidos como si Feijoo no fuera lo mismo que Sánchez, y a los de exizquierdas muy perdidos.

¿Y si nos quitamos esa etiqueta todos?

Y recuerde, cuando se quieran llevar a los ratones hacia un callejón estéril, nos pondrán un par de flautistas de Hamelín que nos regalen los oídos.

Yo personalmente, no creo que ninguna elección del mundo sea limpia, pero ellos sí conocen los resultados reales aunque no nos los cuenten. Y cuando sale una cosa u otra, se asustan y toman decisiones.

Si no aprendemos a apuntar a ciegas mirando solo a las jirafas, erraremos todos los tiros. Todo lo que vemos es señuelo, el objetivo jamás está visible.

Fernando López-Mirones
(https://t.me/elaullido/)