Un nuevo estudio analizó a pacientes con leucemia que desarrollaron cáncer a las pocas semanas de la inyección del ARNm: su médula ósea mostraba alteraciones metabólicas claramente asociadas al cáncer. El estudio, además de evidenciar el grave error de omitir las pruebas preclínicas de oncogenicidad durante el desarrollo de la terapia ARNm, sugiere que las inyecciones de ARNm inducen distintos cambios metabólicos asociados al cáncer en la médula ósea.
Los investigadores analizaron muestras de médula ósea de tres grupos mediante metabolómica no dirigida, una potente técnica que detecta miles de pequeñas moléculas que reflejan la actividad celular en tiempo real:
- Pacientes con leucemia no vacunados sin antecedentes de COVID-19 (n=2)
- Individuos sanos no vacunados (n=7)
Encontraron lo siguiente:
Como era de esperar, los perfiles metabólicos de ambos grupos de leucemia fueron marcadamente diferentes de los controles sanos, mostrando cambios clásicos vinculados al cáncer como:
- Glucólisis (descomposición de azúcares)
- Vía de las pentosas fosfato (síntesis de nucleótidos y equilibrio redox)
- Alteración del metabolismo del triptófano, conocido por crear un entorno tumoral inmunosupresor
- Alteración del metabolismo del hemo, implicado en la formación de glóbulos rojos y el estrés oxidativo
· Ácido tetrahidrofólico, vital para la síntesis, reparación y metilación del ADN. Únicamente elevado en pacientes con leucemia vacunados, posiblemente reflejando la modulación del ciclo del folato o cambios compensatorios en el metabolismo de nucleótidos.
· Fosforilcolina: marcador de alteración del metabolismo de membrana, relacionado con la progresión tumoral, la señalización lipídica y la activación inmunitaria. Elevada sólo en pacientes con leucemia vacunados, contrastando con una disminución en los casos de leucemia no vacunados.
· Ácido N-formil-L-glutámico / ácido N-acetil-L-aspártico, implicado en el metabolismo de aminoácidos y mitocondrial. Significativamente elevado en pacientes con leucemia vacunados, no observado en individuos con leucemia no vacunados.
· Delta 8.14-Sterol, un lípido esterol implicado en la estructura de la membrana y la señalización celular. Aumentó sólo en el grupo de leucemia vacunado, lo que podría indicar una alteración de la regulación lipídica inducida por la vacuna.
Los siete pacientes con leucemia vacunados desarrollaron cáncer en los dos meses siguientes a la inyección del ARNm.
A la luz de este estudio, se impone la adopción de medidas de sentido común que siguen postergadas:
Retirar todas las inyecciones COVID-19 del uso humano y animal.
Cruzar los datos de administración de inyecciones con todos los registros gubernamentales de cáncer
El Instituto Nacional del Cáncer debería financiar urgentemente la investigación sobre el cáncer de las inyecciones COVID-19 de ARNm
Los vacunados con antecedentes de cáncer deben realizar una visita específica a la clínica oncológica para considerar una nueva evaluación.
Los vacunados sin antecedentes de neoplasia maligna deben comprobar que están al día en las pruebas rutinarias de detección del cáncer (próstata, pulmón, mama, ovario, útero, colon).
Todos los pacientes vacunados y sus médicos deben estar alerta ante cualquier cambio en el estado de salud y tener un umbral bajo para la investigación clínica.
(Mientras tanto la farmacéutica estadounidense Pfizer sigue invirtiendo en tratamientos para el cáncer al que sus "vacunas" pueden haber contribuido, nota del "blogger").
(Visto en https://cienciaysaludnatural.com/)
Casualmente Pfizer compró en 2023 la empresa Seagen, que era experta en tratamientos contra el cáncer. Es el típico problema, reacción, solución.
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