domingo, 15 de septiembre de 2024

EL CINISMO DE LA ÉLITE: "HACED LO QUE YO DIGA, Y NO LO QUE YO HAGA"





Para dirigir la indignación de las masas, los medios no tuvieron problemas en mostrar como presidentes o primeros ministros no cumplían sus propias órdenes ordenando confinamientos durante la plandemia.

Los casos más notorios son los de Alberto Fernández y Boris Johnson. Fiestas, alcohol, cortesanas otorgando favores solas o en grupo, videos hot. La gente, que solo salía al balcón a aplaudir como focas a las 20 hs a los sanitarios, y delataba al vecino que sacaba al perro hasta la esquina, se sentía burlada.

La primer ministro de Noruega y el de Israel, también hicieron reuniones clandestinas, pero no tenían onda, no había actrices corriendo semidesnudas por los pasillos. De Sexo, Mentiras y Video, solo cumplieron con las mentiras.

Me sorprendió que la gente se sorprendiera, creer que un dirigente va a imponerse las mismas restricciones que a sus súbditos es como creer que Julio César o Marco Antonio, en la cama de Cleopatra, degustaban lo mismos manjares que un centurión, que Nikita Kruchev comía lo mismo que un ucraniano o Fidel Castro se conformaba con los 100 gramos de alubias que le tocaban semanalmente a un cubano.

Igual soy tan ingenuo como ellos, pues pensé: ahora la gente se va a preguntar lo unico importante.

A ver, Boris Johnson tiene a su disposición cuantro de los diez mejores servicios de inteligencia del mundo. ¿Por que no tenía miedo que alguna de las 30 cortesanas que invitó a sus diez fiestas lo "contagie"?

Pero el covidiota tragacionista jamás se hace preguntas. Vive en un mundo sin dudas. Nunca jamás un tragacionista se puso a leer el prospecto de una vacuna, y si por obligación lo hace, jamás preguntaría por qué hay ADN de mono, mercurio, aluminio, ADN de embrión humano. Para eso están los "científicos".

El tragacionista solo obedece al médico de la tele, pues "por algo estudio" (sic). Si su hijo de un año que era totalmente sano , inquieto y curioso de repente involuciona, deja de hablar e interesarse por el mundo, de dar y recibir cariño, solo lo lleva al médico, que le dice: son cosas que pasan! y listo. Si su hija atleta de 12 años muere repentinamente de un infarto mientras cena ... son cosas que pasan. Eso siempre pasó.


Se sabe que las "vacunas" Covid, que criminales sin decencia nos empujaron a
inyectar a nuestros hijos, producen daños cardíacos, sobre todo en quien some-
te su corazón a un gran esfuerzo, como es el caso de los deportistas. ¿Cuántos
padres, sin saberlo, han llevado a sus hijos a la muerte? ¿Cuántos jóvenes han
sido engañados y han perdido la vida por inocularse una sustancia peligrosa e
 innecesaria? Antes de la plandemia, la muerte no accidental de niños y jóvenes
 era insignificante en términos estadísticos. Tras la vacunación, con casos inex-
plicables cada pocos días, se ha convertido en la "nueva normalidad".

¿Por que los medios muestran la burla?

Manipulación social. La Agenda diseñó un futuro con solo 500 millones de habitantes. Un millón será la elite, solo ellos viajarán por el mundo, pisarán los bosques y las playas. Nada de ir a Venecia a chocarse con turistas culones sacando fotos a cualquier estupidez. Esos lugares serán de ellos.

¿El resto? Encerrados en sus ciudades de 15 minutos, mirando el mundo por Youtube.


¿Lo van a aceptar? Sí, les enseñaron a ser esclavos, que la elite puede, que si todos viajan se calienta el planeta (¿no hay que ser muy peloduro para creerse eso?) o que así se trasmite la viruela del alce o el resfrío del orangután.

Solo que no saben que hacer con nosotros, los errores del sistema. Y somos cada día más.

Horacio Rivara

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