MARRUECOS HA PASADO DE CHULEAR A ESPAÑA A DIRECTAMENTE ENCUBRIR UN CRIMEN CONTRA LAS FUERZAS ARMADAS

La imagen que abre estas líneas resume lo que un país que no hubiera renunciado a su dignidad consideraría un contencioso de la máxima gravedad. Por desgracia, la España que preside el nefasto Pedro Sánchez está fuera de tal categoría, rendida a un vecino fullero, ventajista y desleal, que practica un doble juego que no sería eficaz sin la aceptación de un presidente capaz de tragar carros y carretas con tal de no defraudar a quien le tiene cogido por ... los accesos a su móvil.

Un criminal responsable del asesinato a sangre fría de dos guardias civiles está perfectamente localizado en Marruecos, pero el ser sobrino de un traficante de los que sostienen la narco-monarquía del pérfido Mohamed VI hace que Rabat le guarde las espaldas. Los capos no abandonan a los suyos. Y el rendido y genuflexo gabinete de Moncloa hará como que aquí no pasa nada, presionará para sacar la noticia de los medios a los que tiene comprados mediante subvenciones que pagamos todos y esperará a que otra noticia desplace a esta en la mente de los desmemoriados votantes.

Tan vergonzoso proceder oculta que, si hubiera verdadera voluntad política de hacer justicia el gobierno de la nación podría recurrir a un amplio abanico de medidas con las que presionar al vástago de Hassán II, pero es obvio que las vidas de David Pérez y Miguel Ángel González -los muertos tienen nombre- no parecen ser suficiente argumento para importunar al único rey al que rinde pleitesía el inquilino de la Moncloa.

Si alguno de los consejeros de Pedro Sánchez llega a leer estas líneas, le sugiero varias líneas de acción a partir de las cuales exigir al gobierno marroquí la extradición del asesino de nuestros compatriotas:

- Cancelar el suministro de gas a Marruecos. Que se lo pidan ellos a Argelia, ya que en tan buenas relaciones andan.

- Interrumpir de forma indefinida la importación de productos agrícolas marroquíes. Total, con la ausencia de controles sanitarios y la presencia de pesticidas prohibidos en la U.E. que se dan en ellos, todos saldríamos ganando.

- Cierre de la frontera en Ceuta y Melilla, denuncia de la ocupación unilateral del antiguo Sahara español y fin de toda cooperación al desarrollo con estos siniestros "vecinos".

- Expulsión inmediata de todos los inmigrantes ilegales que han entrado en España gracias a que el gobierno marroquí hace de ellos moneda de cambio en los tratos -leáse "chantajes"- con nuestro gobierno.



- Prohibición de actos quintacolumnista (en el sentido literal, no es una pulla contra la secta grafenista) como el Congreso Islámico Nacional, de corte salafista, que se va a desarrollar en Tarragona con presencia de ponentes como un yihadista previamente expulsado del territorio nacional (¿qué hace de vuelta?) e imanes partidarios de la "sharia".

- Cancelación total e irrevocable del absurdo proyecto de compartir la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2030 con tan insidioso vecino.

- Retirada del embajador español en Rabat y expulsión del marroquí de nuestro país como paso previo a la ruptura total de relaciones diplomáticas.

A partir de ahí podríamos pensar que existe una determinación real por honrar la memoria de los agentes asesinados. En lugar de ello, encontraremos las habituales excusas, distracciones y chalaneos entre homólogos de uno y otro lado del estrecho.

Por otra parte, nada nuevo bajo el sol.

La misma podredumbre a la que quieren que nos acostumbremos. Y a la que tantos votantes voluntariamente desinformados se han acostumbrado ya.

(posesodegerasa)