viernes, 27 de septiembre de 2024

LOS "NEGGA"-TIVOS



¿Se dan cuenta de que casi todos los disidentes se pasan la vida anunciando lo que “van a hacer” los malos, lo que “proponen”, lo que “quieren”, y lo que “consiguen” … y casi nunca animan ni buscan buenas noticias que nos animen?

¿Se darán cuenta de que se han convertido en un instrumento de miedo o lo harán a propósito?

¿Lo hacen sin querer o es que preponderan publicar y publicar porque necesitan contenidos para mantenerse a sí mismos en lugar de mirar por la causa?

Recuerden, lo que se menciona, existe. La cancelación es no mencionar ciertas cosas, así se desactivan las campañas del NOM.

Tras más de cuatro años hay muchos negacionistas afectados en su carácter, en su humor y en su percepción, se han vuelto negativos, enfadados, indignados, eso los desactiva.

Existe incluso una cara especial del nega coñazo, con el ceño fruncido siempre, despotricando sin tener cuidado, olvidando que para convencer la mejor arma es la sonrisa y la serenidad.

Alguien que te grita no te alimenta.

Muchos de esos canales están siendo tóxicos para algunas personas que tienen razón, pero la pierden por las formas.

Por eso los algoritmos nos conducen a la endogamia ideológica, para que solo leamos a los que piensan igual, y cuanto más violentos, mejor. Así evitan la reflexión pausada, la introspección y que calemos en la gente.

Lo que les daña es la conexión transversal que conseguimos los dos primeros años.


Si se mira al espejo y se ve con una arruga en la frente entre los ojos, reflexione, se está convirtiendo en un nega coñazo.

Si lo pasamos muy mal, si teníamos razón y se está viendo, si somos diez veces más en el mundo, y si hemos avanzado considerablemente ¿por qué está enfadado?

Un cristiano gritando en el Coliseo ante los leones que lo van a devorar con su familia “¡putos romanos, me cago en el emperador!”, no invita tanto a la reflexión de los que están en las gradas como cuando morían rezando abrazados y perdonando con cierta compostura dentro de la tragedia. Escribieron testigos que así se convirtió a miles de romanos, no entendían esa actitud, les causaba admiración y les conducía a dudar, a pensar ¿y si es verdad que su Dios es amor?

Esto no ha cambiado, el NOM usa los sentimientos para convencer porque es lo que funciona. Nadie te hace caso si le caes mal de entrada, y a nadie le caes bien si le entras riñéndole y haciéndole sentir mal.

Quien tiene la fuerza de la verdad y la razón es una persona que debe irradiar LUZ, no sombras.

Nos pasa a todos, hay que repasarse de vez en cuando y corregir ¿estoy aportando esperanza o estoy siendo un altavoz más del mal?

No nos interesa todo el tiempo lo que ellos, los malos, pretenden, porque tenemos la seguridad de que depende de nosotros que lo consigan.

Pueden planear lo que quieran, pero sin nuestra ignorancia o nuestro miedo todo será estéril. Ya se ha visto varias veces.

Piensen en todo lo que hemos desactivado ya, en todos los planes que no han conseguido implementar. Cuando retiran algo no es porque sean buenos, es porque saben que estábamos a punto de la rebelión total. Eso no les interesa, prefieren retirarse fingiendo que es decisión suya y que lo han hecho porque sus propuestas absurdas funcionaron.


Si por ellos fuera ya sería obligatorio pincharse cinco veces al año, no podríamos viajar, no habría efectivo ni diésel, estaríamos en ciudades de 15 minutos ¡pero no es así!

Y no lo es porque SABEN que no lo íbamos a aceptar, no alcanzan el porcentaje de ganado lanar que necesitan, no llegan al mínimo necesario, entonces, se retiran para volverlo a intentar.

Al monito lo aplastamos en dos semanas.

A los bozales nos costó más, pero la última no les funcionó.


Las dosis ya no se las ponen ni a los niños, el escepticismo crece sin parar. Ellos lo saben perfectamente, pero muchos de nosotros no, porque pocos o casi ninguno damos las buenas noticias.

Así que, me voy a mirar al espejo a ver si se me está poniendo cara de nega-tivo, y de ser así, ensayaré lo que más les fastidia, que seamos inflexibles pero positivos.

Fernando López-Mirones
(https://t.me/elaullido/)

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