domingo, 20 de julio de 2025

EL COVID FUE UN ENSAYO DE LA PANDEMIA "PERFECCIONADA" QUE ESTÁ POR VENIR



Cómo la "pandemia" Covid-19 se convirtió en el punto de partida para el control digital

Cuando sociedades enteras se vieron repentinamente sometidas al estado de emergencia en la primavera de 2020, se produjo algo más que una simple suspensión temporal de los derechos fundamentales. La llamada pandemia de coronavirus no fue solo un evento médico, sino el mayor experimento de vigilancia digital y control del comportamiento en la historia de la humanidad. Lo que en su momento se presentó como una medida de emergencia resultó, en retrospectiva, ser la creación de una infraestructura perfectamente adecuada no solo para gestionar futuras "pandemias", sino también para controlarlas, dirigirlas y explotarlas .

La "pandemia" pasada fue el ensayo. La próxima será el resultado.

Datos de comportamiento en tiempo real: un filón para el poder

Durante los confinamientos, el estilo de vida de miles de millones de personas cambió radicalmente: distanciamiento social, teletrabajo, uso obligatorio de mascarillas, "vacunódromos", toques de queda ... y todo se gestionaba a través del smartphone. Quien quisiera comer escaneaba códigos QR. Quien quisiera viajar necesitaba un certificado de vacunación digital. Quien quisiera visitar a su abuela tenía que tener la clasificación "verde" en la aplicación.

Lo que a menudo se ignora es que estas innumerables interacciones generaron una gigantesca base de datos:

- Geolocalizaciones (patrones de movimiento)

- Comunicaciones e interacciones digitales (Zoom, WhatsApp, Telegram)

- Información de salud (estado de pruebas, estado de vacunación, síntomas)

- Metadatos (cuándo, con qué frecuencia, con quién, durante cuánto tiempo …)

Estos datos se recopilaron, agregaron y analizaron en tiempo real, sin eliminarse luego como exige la normativa de protección de datos. Empresas como Google, Meta, Palantir y Microsoft aprovecharon esta oportunidad única para compendiar algorítmicamente el comportamiento de sociedades enteras. Los Estados colaboraron estrechamente con estas corporaciones, a menudo en las denominadas asociaciones público-privadas.

La política pandémica como experimento social

Las reacciones de la población fueron seguidas de cerca:

- ¿Quién obedece voluntariamente?

- ¿Quién cuestiona las medidas?

- ¿Dónde se forma la resistencia y cómo se puede eliminar o aislar?


Esta información no solo está disponible hoy, sino que también puede analizarse mediante inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis predictivo. El comportamiento de millones de ciudadanos durante la pandemia constituye una base de datos para futuras simulaciones de crisis. El nuevo lema de la élite tecnológica es: «No queremos reaccionar, queremos predecir».

La próxima "pandemia" ya no se gestionará de forma integral. Se controlará de forma específica: local, digital y precisa. Con una precisión quirúrgica.

La infraestructura permanece, la narrativa se adapta

Contrariamente a lo prometido, la infraestructura de la "emergencia" Covid no se desmanteló, sino que se amplió:

- El certificado de vacunación digital sigue vivo en la Cartera de Identidad Digital de la U.E.

- Las aplicaciones de rastreo de contactos ahora se están adaptando a otros fines

- Las plataformas en la nube como Palantir Gotham, Amazon AWS HealthLake o Google Cloud for Public Health continúan almacenando datos de salud.

Con su Acuerdo sobre Pandemias, la OMS planea establecer un mecanismo de control global permanente, que incluya un sistema de alerta temprana y estructuras de informes digitales.

Todos estos sistemas ya no apuntan únicamente a la “protección contra las infecciones”, sino a una nueva forma de control social: mediante el análisis de datos de comportamiento .

Protocolos en lugar de medicina

La amenaza que supone este sistema es imposible de exagerar:

- Control psicológico: mediante empujoncitos y la economía del comportamiento, se puede manipular a las personas en tiempo real sin que se den cuenta.

- Obediencia digital: el acceso a la educación, al trabajo, a los viajes o a los servicios sociales puede estar vinculado a la conformidad, como ya se ha probado en Italia con el “Green Pass”.

- Censura y manipulación de opiniones: aquellos que no están de acuerdo son marcados algorítmicamente; plataformas como YouTube, Facebook o X (Twitter) han trabajado en estrecha colaboración con los gobiernos durante el Covid para bloquear el contenido “inadecuado”.

- Simulación de escenarios futuros: los sistemas de IA ahora pueden predecir el desarrollo de las protestas, los riesgos de incumplimiento y la difusión de información, e iniciar automáticamente contraestrategias.

Lo que parece ciencia ficción es una realidad desde hace mucho tiempo. Y se está institucionalizando aún más con las nuevas regulaciones de la OMS, los acuerdos de salud del G20 y las iniciativas del Foro Económico Mundial como ID2020 y la Identidad Digital del Viajero Conocido .

Conclusión: La “pandemia” no fue un accidente, fue una prueba.

La era Covid no se limitó a combatir un supuesto virus. Se trató de construir un sistema digital diseñado para la vigilancia total del comportamiento. El Estado se convirtió en el gestor disciplinario. Las grandes tecnológicas proporcionaron la infraestructura. Los ciudadanos se convirtieron en registros de datos. Y lo peor de todo: la mayoría de la población se dejó llevar por el miedo, la obediencia o la presión social.


La próxima "pandemia", ya sea real, virtual o simulada, se construirá sobre estos datos. Controlará no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras decisiones, relaciones y libertades.

¿Qué queda?

Resistencia, raciocinio y el recordatorio de que la libertad es incompatible con un código QR.

(Fuente: https://uncutnews.ch/; traducción: Astillas de Realidad)

5 comentarios:

  1. Después de haber visto lo que sucedió en 2020, para mí, lo más peligroso no es que nos puedan tener preparada otra plandemia, lo que más me preocupa es la gran cantidad de borregos que se lo creerán y que participarán muy activamente con el enemigo.

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  2. Igual ni siquiera les hace falta otra plandemia. Con todos los datos que tienen, su clasificación y el desarrollo de esa imbecilidad peligrosa que es la IA, les vale para implantar su nueva variante de la estafa- p. ej. el sistema chino - y tenernos sometidos sin rechistar. Tampoco hay que olvidar la oportunidad de negocio que se les ha abierto en el campo de la salud con el arn y la monitorización continua.

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  3. Buscador
    Es posible que ni haga falta más cositas de control, el borrego ya lo es por si solo y se le ha dado, y se le sigue dando, todo lo que son, sus vidas al completo, sus sueños, sus aspiraciones, sus gustos, todo, si una "herramienta" la que sea es gratis, el producto eres tú, las app y sus normas de aceptación que ni dios lee al completo les da al sistema todo, así que es muy difícil no creer que hay un sistema de datos de todo "quisqui", y lo triste en si mismo es que es de forma voluntaria, luego vendrán las lamentaciones pero ya es tarde para eso, solo queda lo que saben hacer muy bien, aplaudir como focas a las 8 y perseguir a los que no son igual de putos borregos como ellos...

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  4. Pues yo estoy conociendo a bastante gente que se dejaron engañar con lo del pinchazo que ahora ni de coña se iban a dejar pinchar otra vez. Hay brotes verdes, hay gente que ha abierto los ojos, con los pinchazos, con los confinamientos, con los pasaportes... No les va a ser tan fácil engañar a tantos en futuros escenarios plandemicos.

    A. S

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  5. hay tambien mucha gente que no se lo creó en esa farsa de la pandemia covid, no se vacunaron. Hoy en dia estan más sanos que los vacunados

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