Sánchez es el ejecutor de un experimento de guerra climatólogica que le han encomenda- do sus controladores de la Élite, con gran contento por su parte porque así distrae la atención del cerco judicial que se está cerrando sobre su entorno inmediato. La Dana- Haarp ha sido un éxito táctico porque a los ejecutores del plan hay que sumar los cola- boradores inconscientes, como el inútil de Mazón, que con su ignorancia y torpeza ha permitido la masacre de sus gobernados. Tras Valencia, Málaga y Mallorca el experi- mento está siendo replicado en el sur de Italia y en breve en Grecia. La OTAN ha com- prendido que la guerra del futuro será climática, y está poniendo a punto sus armas. |
Vamos a aclarar definitivamente QUIÉN y POR QUÉ es responsable del desastre previo y posterior de la Dana.
En esencia:
A Pedro Sánchez le hubiera bastado con un simple decreto para tomar el mando. Y no era una opción: la Ley le obligaba a hacerlo.
"Si quieren ayuda, que me la pidan ... pero sin meterme prisas, que me agobio fácilmente" |
Esa ley no solo confiere poderes al presidente en estas situaciones, sino que le obliga a asumirlos, no puede delegarlos ni renunciar a ellos. Le basta con aprobar con urgencia un real decreto que declare la situación de "interés nacional" e integre todas las acciones a adoptar.
No hace falta ni un Estado de Alarma (de tramitación parlamentaria más tediosa) ni que ninguna Comunidad le pida activar la Alerta 3: un simple decreto presidencial es suficiente para actuar. Sánchez no lo hizo, pese a estar obligado a hacerlo por ley. Lo hizo, eso sí, para RTVE.
Si Sánchez lo hubiera hecho el 28 o el 29, con la información de la AEMET y del Júcar, se hubieran evitado muertes: pudo cerrar el tráfico de las carreteras, dejar a la gente en sus casas o incluso evacuar los pueblos de más riesgo. Y después, pudo movilizar a la UME y otros recursos del Estado.
La Generalitat valenciana ha estado torpe e ineficaz, tanto que ni siquiera se sabe la Ley cuya aplicación debió exigir en lugar de hacerse cargo de algo que le superaba. Pero su papel es secundario: la Ley le obliga a ponerse a las órdenes del presidente del Gobierno, sin más.
Por si alguien tiene dudas de lo que impone la Ley de Seguridad Nacional, el propio Sánchez la desarrolla en la llamada Estrategia de Seguridad Nacional de 2019, en la que define los peligros y las respuestas. Y ahí incluye, de manera específica, catástrofes climatológicas.
La cuestión es tan evidente que, en 2019, el Gobierno hace un simulacro de "grandes inundaciones" en Huesca para ensayar el despliegue que no hizo en una situación real idéntica, la de la Comunidad Valenciana.
No hay, pues, disputa competencial alguna. La Ley aclara cómo actuar y el desarrollo que Sánchez hizo de ella lo concreta aún: el mando es suyo, no puede despreciarlo, está legalmente obligado a ejercerlo y los demás están a su servicio. Con un simple decreto.
Estas catástrofes no son un asunto de Protección Civil regional. Esa área, como todas las demás, se integran en la Seguridad Nacional. A una emergencia que afecta hasta a cinco Comunidades, le corresponde una respuesta nacional que está perfectamente definida Y NO SE APLICÓ.
Sánchez estaba en la India. Y Teresa Ribera y su secretario de Estado, fuera de España. La pregunta que hay que hacerles a todos es por qué no firmaron el decreto, aplicaron la Ley y tomaron medidas ANTES y DESPUÉS que hubieran salvado vidas. ¿POR QUÉ?
Esto no va de salvar a Mazón: su ignorancia (ni siquiera invocó la Ley aplicable) le ha dejado achicharrado. Pero una cosa es ser un incompetente y otra ser RESPONSABLE LEGAL. Eso le corresponde a Sánchez y no es interpretable: él tuvo siempre el mando e, ilegalmente, optó por ignorarlo.
Antonio Naranjo
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