El 25 de noviembre, un grupo internacional de políticos y destacados profesionales médicos y de otros ámbitos escribieron a los Jefes de Estado de 10 países europeos (Dinamarca, Estonia, Finlandia, Groenlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Suecia y Reino Unido) para pedir la suspensión de las vacunas de ARNm modificado alegando los graves problemas de salud manifestados.
Nunca se probó la capacidad de las vacunas para bloquear la transmisión. Los reguladores de productos médicos, así como las agencias gubernamentales, engañaron al público al coaccionarles para que aceptaran los productos.
Múltiples análisis independientes muestran que las vacunas de ARNm modificado contienen niveles variables pero alarmantemente altos de ADN residual. Esto plantea preocupaciones extremas sobre los riesgos para la salud humana y el potencial de daño genético que no se tuvieron en cuenta científicamente en el proceso de autorización.
El llamamiento cuenta con un apoyo internacional sin precedentes y exige:
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Una investigación independiente y transparente sobre su aprobación y uso.
Pruebas científicas que demuestren que no hay riesgo de daños en el ADN humano.
(Fuente: https://t.me/elaullido/)
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