Nuevo triunfo de los "decapitadores moderados" aliados de Israel |
Un grupo de criminales de Al-Qaeda, blanqueados de todas las formas posibles por Occidente, ha tomado el poder en Siria. Un sentido de la intuición me decía que Rusia e Irán habían traicionado a Siria con el acuerdo de Doha (Qatar), del día 7 de este mes entre Rusia, Irán, Turquía y un nutrido grupo de dictaduras árabes del Golfo; día que marcará la infamia cometida contra Siria.
¿Cuál es la base para la anterior acusación? Varias.
La primera es que medios iraníes vinculados al oficialismo, como Tabnak, se han hecho eco de un artículo del site National Interest, una revista política seria de Defensa de EEUU, que afirma que Irán y Rusia ya buscaban un sustituto para Bashar al-Assad e Irán había mantenido contactos con los terroristas de Tahrir al-Sham, es decir, la versión «remozada» de Al-Qaeda. Si Tabnak, que es un medio afin al régimen de Irán publica tal cosa y no lo refuta ni desmiente, sino que le da sello de autenticidad … poco margen habrá para el escepticismo.
En segundo lugar, el repentino colapso del gobierno sirio y el hecho de que tanto Teherán como Moscú evacuaran rápidamente a su personal de Siria, era porque ninguno de los dos estaba interesado en acudir en ayuda de Assad. Rusia e Irán estaban negociando, mucho antes, para reemplazar a Bashar con alguien supuestamente más «eficaz y confiable». ¿Pero con quién? Esa es la gran pregunta. ¿Tal vez con el matarife Julani?
En tercer lugar, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, había insinuado hace días la intención de su país de retirar las fuerzas iraníes que prestaban apoyo al ejército sirio desde 2015. Incluso un alto funcionario iraní reconoció en declaraciones a Reuters que su país había establecido líneas de comunicación con líderes de la «oposición siria» tan solo un día después de que los grupos terroristas anunciaran el derrocamiento del gobierno sirio. ¿Qué rapidez, no?
Mientras los medios occidentales y los de las dictaduras árabes feudales se regodean con la caída del que llaman insistentemente «dictador» Assad, Irán ha mostrado un desdén absoluto sobre la suerte del ex presidente sirio y la caída de su gobierno. La mala memoria de Irán le impide recordar que el único gobierno árabe que se puso del lado de Irán en la guerra contra Irak (1980-1988) fue Hafez al-Assad. Roma no paga traidores y si un día una resistencia anti-islamista lograse conquistar de nuevo Damasco, lo lógico es que dieran la espalda a Irán (y Rusia).
En la Conferencia de Doha celebrada por Irán, Rusia, Turquía, las monarquías teocráticas árabes y otros aliados de EE.UU e Israel en la región, el gobierno sirio ya tuvo la certeza de que caería y de que su autoridad había expirado. De que Rusia conminaría a al-Assad dejar el poder (ofreciéndole una salida «digna») e Irán le abandonaría. La prensa iraní, por cierto, retrata con una frialdad el derrocamiento de Assad que parece que estuvieras leyendo cualquier medio corrupto occidental.
Rusia e Irán, tras la caída de Assad, han buscado rápidamente entenderse con los terroristas en el poder, lo cual da una idea de que hubo lo más parecido a una traición pactada. Ninguno de esos dos países va a apelar en el futuro a reconstruir un eje de resistencia para desalojar a los terroristas de Damasco. Y suerte tiene Rusia si conserva su base militar en Tartus (¿a cambio de qué y qué pintaría allí con EE.UU e Israel devorando completamente Siria?).
Y hablando de futuro, no puede ser más sórdido para el que fue ejemplar Estado secular y multiconfesional de Siria, para sus mujeres y sus gentes, ahora convertido en un califato islámico de facto, aunque sus terroristas vistan ahora «blazer», traje y corbata. Con sus errores y aciertos no conviene olvidar que Siria estuvo bajo asedio durante décadas, especialmente durante la cruenta guerra civil de 2011 a 2017; guerra terrorista que instigaron los EE.UU. e Israel y que se cobró la vida de más de medio millón de personas bajo la ferocidad asesina de los grupos terroristas islamistas armados por Occidente. Los que hoy están en el poder, no lo olvidemos.
Visita de Benjamin Netanyahu a terroristas de Al Qaeda heridos hospitalizados en Israel |
Israel (que ya está adueñándose de territorio sirio para sus colonos), el imperialismo norteamericano y la dictadura turca se están repartiendo el botín de una Siria troceada y humillada, ayudados por su proxy terrorista Al-Qaeda, rebautizados como Hay’at Tahrir al-Sham. Todo en nombre, como siempre, de su pútrida y criminal «democracia». La vieja solidaridad internacionalista se fue al basurero de la historia hace tiempo en detrimento de la «real politik» por los servicios prestados.
(Visto en https://berlinconfidencial.wordpress.com/)
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