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martes, 17 de diciembre de 2024
NO EXISTE NINGUNA EMERGENCIA CLIMÁTICA, SÓLO EXISTE LA MANIPULACIÓN DEL CLIMA
Desde las inundaciones de Valencia, no hay telediario, noticiero radiofónico y prensa escrita que no esté bombardeando constantemente con el cansino “cambio climático”. Y como su mensaje cada día cala menos en la sociedad, ahora se han lanzado a una campaña desenfrenada contra los que ellos llaman “negacionistas” del “cambio climático”. Incluso La Sexta TV ha creado un programa especialmente dedicado a ello: “Conspiranoicos”.
Sin embargo, esos “negacionistas” -entre los que se encuentra algún que otro Premio Nobel- son tan eruditos como los que componen el IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático). Pero eso sí, existe una gran diferencia entre unos y otros: los “negacionistas” no tienen conflicto de intereses, los del IPCC sí.
En contraposición al IPCC -por cierto, una organización bajo el control de la ONU donde colaboran unos 800 científicos- está el CINTEL (Climate Intelligence): una red de 1960 científicos y profesionales multidisciplinales que ha puesto los puntos sobre las íes a los “expertos” del IPCC.
Esta es la repuesta de CLINTEL a las constantes amenazas climáticas del IPCC:
No existe emergencia climática
La ciencia del clima debiera ser menos política, mientras que las políticas climáticas debieran ser más científicas. Los científicos debieran abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre calentamiento global, mientras que los políticos debiesen considerar desapasionadamente los costos reales así como los beneficios imaginados de sus medidas políticas.
Factores naturales así como antropogénicos causan calentamiento
El archivo geológico revela que el clima de la Tierra ha variado desde que existe el planeta con fases frías y cálidas naturales. La Mini Era de Hielo terminó tan recientemente como en 1850. Por lo tanto, no sorprende que ahora estemos experimentando un período de calentamiento.
El calentamiento es mucho más lento de lo pronosticado
El mundo se ha calentado en menos de la mitad de la tasa pronosticada por el IPCC sobre la base de una forzante antropogénica modelada y de un desequilibrio radiativo (diferencia entre la insolación (luz solar) absorbida por la Tierra y la energía irradiada de vuelta). Nos dice que estamos lejos de entender el cambio climático.
La política climática se basa en modelos inadecuados
Los modelos climáticos tienen muchas deficiencias y no son remotamente plausibles como herramientas de política global. Explotan el efecto de los gases de efecto invernadero tales como el CO2. Adicionalmente, éstos ignoran el hecho que enriquecer la atmósfera con CO2 es beneficioso.
El CO2 es el alimento de las plantas, base de toda vida en la Tierra
El CO2 no es un contaminante. Es esencial a toda vida en la Tierra. La fotosíntesis es una bendición. Más CO2 es beneficioso para la naturaleza, enverdeciendo la Tierra: CO2 adicional en el aire ha fomentado el crecimiento de la biomasa vegetal global. También es bueno para la agricultura, aumentando los rendimientos de los cultivos en todo el mundo.
El calentamiento global no ha aumentado los desastres naturales
No existe evidencia estadística de que el calentamiento global esté intensificando los huracanes, inundaciones, sequías y desastres naturales semejantes, o haciéndolos más frecuentes. Sin embargo, existe una vasta evidencia de que las medidas de mitigación al CO2 son tan perjudiciales como costosas.
La política climática debe respetar las realidades científicas y económicas.
No existe emergencia climática. Por lo tanto, no existe causa de pánico y alarma. Firmemente nos oponemos a la política dañina y poco realista de CO2 cero-neto propuesta para 2050. Si surgen mejores enfoques, y ciertamente lo harán, tenemos tiempo suficiente para reflexionar y readaptarnos. El objetivo de la política global debe ser la “prosperidad para todos” proporcionando energía confiable y económica en todo momento.
Esta red de científicos advierte de que las catastróficas predicciones climáticas, que con tanto ahínco difunden políticos y medios de comunicación, parten de modelos informáticos -hechos por humanos-, cuyos resultados dependen de los datos, hipótesis y supuestos que se introducen en dichos modelos. Por lo tanto, creer en el resultado de un modelo climático es creer en lo que sus creadores han incluido en los modelos, para que creas lo que ellos quieren que creas.
Ahora apliquemos un poco de sentido común.
¿A santo de qué tenemos que creernos lo que dicen los 800 “expertos” del IPCC y no creer lo que dicen los 1960 científicos y profesionales de CINTEL? Si tan científicos y eruditos son los unos como los otros, entonces, ¿por qué lo que dice CINTEL es denostado y lo que dice el IPCC va a misa? Muy simple, por dos razones: dinero y control.
El “cambio climático” es, sobre todo, un GRAN NEGOCIO además de una muy eficaz herramienta de control de masas. Con él se gravarán más impuestos a todos esos productos que consumimos diariamente y se restringirá de una manera aún más enfermiza nuestra ya maltrecha libertad.
Medidas como la introducción de la huella de carbono personalizada, proliferación de ciudades 15 minutos, prohibición de vehículos privados o el encierro forzoso por amenaza climática, entre otras cosas, serán implementadas no tardando mucho si les dejamos que normalicen la nueva ideología del “cambio climático”.
La mayoría de científicos, sin conflicto de intereses, afirman que no existe una crisis climática y que la narrativa oficial sobre el “cambio climático” supone una seria amenaza para la economía mundial y el bienestar de miles de millones de personas. Por lo tanto, no te quepa la menor duda de que el “cambio climático” no es más que un arma que se está utilizando contra la humanidad.
Dicho esto, y a pesar de que está hartamente demostrado que no existe emergencia climática, sí que estamos observando últimamente fenómenos meteorológicos “extraordinarios” más regularmente. Fenómenos, por otra parte, que nada tienen que ver con el “cambio climático”, sino con la consecuencia de manipular el clima.
En el segundo párrafo de la página 19 del documento titulado “El Clima como multiplicador de fuerza: poseyendo el clima para 2025”, presentado a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, en Agosto de 1996, por los militares Tamzy J. House , James B. Near, Jr., William B. Shields (USA), Ronald J. Celentano, David M. Husband, James E. Pugh, y Ann E. Mercer, se deja meridianamente claro: “Las tecnologías de modificación climática podrían conllevar técnicas que incrementen la liberación de calor latente en la atmósfera, que aporten vapor de agua adicional para el desarrollo de nubes, aplicando una mayor superficie y calor a la baja atmósfera, todo lo cual redundará en el aumento de la inestabilidad atmosférica”. Pues si lo dicen los mismos que manipulan el clima no se lo vamos a rebatir.
Evidentemente, una tecnología así puesta en manos de psicópatas es extremadamente peligrosa, y no digamos en manos de militares.
Veamos algún ejemplo:
Supongamos que un cártel de ricos y poderosos quiere hacerse con las tierras fértiles de una región determinada, pero los campesinos no quieren venderlas. Ese cártel podría, a través de la tecnología de control climático, inducir en la región una sequía prolongada y destruir las estructuras productivas, económicas y sociales, lo que obligaría al consiguiente abandono de la región por parte de la población. Y aquí lo tenemos. Ahora los poderosos tienen vía libre para hacerse con las tierras a precio de saldo.
Por desgracia, este no es ningún escenario ficticio. Es una realidad desde hace décadas en países sudamericanos y ahora en el sur de Europa.
Tampoco conviene olvidar la “Operación Popeye”: cuando el clima se usó como arma en la Guerra de Vietnam, sembrando el cielo de nubes para inducir precipitaciones y extender la temporada de monzones sobre la región.
Los seres humanos, a los que esta camarilla toma por imbéciles en sus delirantes paranoias de control planetario, estamos hartos de que jueguen con nuestra salud, economía y derechos fundamentales en aras a no sé qué gilipollez de “salvar el planeta”. Pero lo peor de todo, es ver cómo nuestro propio gobierno, que tienen el deber de salvaguardar nuestros derechos fundamentales, está trabajando codo con codo con estos psicópatas.
¿Qué está pasando? ¿Pero es que aquí nadie se hace preguntas? ¿Qué más tiene que suceder para que nos demos cuenta? Verdaderamente es muy frustrante ver la apatía de la gente y cómo se está dejando llevar al matadero sin inmutarse.
(Visto en https://pepeluengo2.blogspot.com/)
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Hola de nuevo, te llevo leyendo años pero nunca me animé a escribirte un comentario, me alegro de que hayas vuelto, hasta las pelotas de que te borren el blog, pero eso es señal de que lo que dices duele, saludos.
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