jueves, 20 de noviembre de 2025

LA CONSPIRACIÓN MILNER-FABIAN (2ª PARTE): PREGUNTAS Y RESPUESTAS (1)




30 preguntas y respuestas.

1. ¿Cuál es la base de la coordinación entre la Sociedad Fabiana y el Grupo Milner en la orquestación del control global?


La Sociedad Fabiana y el Grupo Milner funcionaron como centros intelectuales paralelos de una única conspiración cuyo objetivo era la dominación mundial mediante la creación de instituciones supranacionales. Aunque aparentemente independientes, estas organizaciones compartían miembros, fuentes de financiación y objetivos. Los fabianos actuaban como los principales artífices del Partido Laborista y del movimiento socialista en general, mientras que el Grupo Milner operaba a través de redes imperiales y círculos conservadores. Juntos formaron un directorio interconectado que controlaba la política británica desde la izquierda y la derecha, trabajando sistemáticamente para disolver la soberanía nacional, desmantelar el Imperio Británico en favor de la gobernanza internacional y establecer lo que H.G. Wells denominó un «directorio mundial común» que amalgamaría todas las formas de asociación humana existentes bajo su control.

Esta alianza operaba mediante la infiltración sistemática de instituciones, con Hugh Dalton, seguidor de Fabian, y Lord Selbourne, partidario de Milner, controlando conjuntamente el Ministerio de Guerra  británico y creando organizaciones como la Dirección de Operaciones Especiales (SOE). El marco intelectual de la conspiración combinaba el gradualismo fabiano con la gestión imperial milneriana, utilizando tanto la ideología socialista como el capitalismo financiero como herramientas para lograr el mismo objetivo: un gobierno mundial controlado por una élite autoproclamada que supuestamente «pensaría y sentiría por la humanidad en su conjunto», suprimiendo al mismo tiempo la democracia genuina y la soberanía nacional.

2. ¿Cómo la defensa del terrorismo y la dictadura por parte de Karl Marx sentaron las bases para las formas coercitivas y violentas del socialismo?

Marx declaró explícitamente que «solo existe un medio para acortar, simplificar y centralizar la agonía del viejo orden social y los sangrientos estertores del nuevo: el terrorismo revolucionario». Su concepto de la «dictadura del proletariado» proporcionó el fundamento teórico para todos los movimientos socialistas posteriores, independientemente de si optaron por la revolución violenta o la transformación gradual. Marx enseñó que la lucha de clases «conduce necesariamente a la dictadura del proletariado» y definió la revolución como la liberación de la sociedad de una clase mediante su exterminio físico, estableciendo el genocidio como condición previa para el éxito de la revolución.

Cuando la revolución violenta fracasó en Europa Occidental, líderes socialistas como Eduard Bernstein y Bernard Shaw adaptaron los ideales de Marx a tácticas gradualistas, optando por la vía de la propaganda discreta y la actividad parlamentaria, manteniendo el mismo objetivo: la conversión mundial al socialismo. La tradición socialdemócrata occidental se especializó en establecer un férreo control sobre la sociedad mediante la propaganda, el control de los medios de comunicación y el adoctrinamiento sistemático desde la infancia, creando, por diversos medios, una dictadura. Ya fuera a través del Terror Rojo de Lenin, que causó millones de muertos, o mediante la infiltración fabiana, que disolvió paulatinamente la sociedad tradicional, ambas corrientes se inspiraron en la visión original de Marx de destruir el orden existente para imponer un nuevo sistema, sin importar la voluntad de la mayoría.

3. ¿Qué papel desempeñaron familias banqueras internacionales como los Rothschild, los Morgan y los Rockefeller en la financiación de movimientos supuestamente anticapitalistas?

Estas dinastías bancarias financiaron y controlaron sistemáticamente movimientos socialistas en todo el mundo, demostrando que el supuesto conflicto entre capitalismo y socialismo era un fraude. Los Rothschild financiaron al propio Marx a través de sus socios, y posteriormente apoyaron a la Sociedad Fabiana y a su filial, la London School of Economics. Jacob Schiff, de Kuhn, Loeb & Co., aportó veinte millones de dólares para la Revolución Rusa, mientras que los Rockefeller financiaron una cuarta parte del presupuesto de la London School of Economics and Political Science durante la dirección de Beveridge y establecieron amplios vínculos con la Unión Soviética a través de la sucursal de Chase Bank en Moscú. Los intereses de los Morgan participaron mediante consejos de administración interconectados con estos otros grupos, creando lo que Carroll Quigley identificó como una red internacional que buscaba «nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas».

Este apoyo financiero no se limitó a la mera financiación, sino que implicó una participación activa en la planificación socialista. David Rockefeller elogió la Revolución Comunista China como modelo para el mundo, mientras que sus fundaciones promovían la inmigración, el multiculturalismo y proyectos de ingeniería social que impulsaban los objetivos socialistas. Los banqueros reconocieron que la centralización del poder y la eliminación de la competencia de la clase media propias del socialismo servían a la perfección a sus intereses monopolísticos. Podían prestar dinero a los estados socialistas, beneficiarse de las economías planificadas y ejercer control mediante la deuda, manteniendo públicamente la ficción de ideologías opuestas, controlando así ambos lados de una falsa dialéctica que siempre favorecía su agenda de control global.

4. ¿Cómo se creó el Sistema de la Reserva Federal y qué conexión tenía con la conspiración para el control mundial?

El Sistema de la Reserva Federal surgió de una reunión secreta en la isla Jekyll en 1910, a la que asistieron representantes de los intereses de Morgan, Rockefeller y Rothschild, entre ellos Paul Warburg de Kuhn, Loeb & Co. Este banco central privado, cuyo nombre se utilizó engañosamente para aparentar ser gubernamental, fue diseñado para controlar la oferta monetaria y el crédito en Estados Unidos, poniendo la soberanía económica del país en manos privadas. Los mismos intereses financieros que respaldaban a la Reserva Federal crearon simultáneamente instituciones paralelas como la Sociedad de los Peregrinos y, posteriormente, el Consejo de Relaciones Exteriores, estableciendo una infraestructura para controlar tanto la política monetaria como las relaciones exteriores al margen de todo escrutinio democrático.

La creación de la Reserva Federal (Fed) estuvo directamente vinculada a una conspiración más amplia, debido a la participación de sus artífices en la financiación de la Revolución Rusa, el establecimiento de la Sociedad de Naciones y la promoción de un gobierno mundial. Directores del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, como William Boyce Thompson, financiaron personalmente a los bolcheviques, mientras que las políticas de la Fed generaron los ciclos económicos de auge y caída que justificaron la expansión del poder gubernamental y los controles financieros internacionales. Las mismas personas y familias que controlaban la Fed también controlaban el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales, trabajando para establecer lo que los funcionarios del Banco de Inglaterra promovían abiertamente: una red global de bancos centrales que gestionaran un patrón oro internacional, lo que, en la práctica, colocaría las finanzas mundiales bajo un control privado centralizado al margen de los gobiernos nacionales.

5. ¿En qué consistía la estrategia de «permeación» y cómo la utilizaban los fabianos para infiltrarse en las instituciones sin revelar su verdadera agenda?

La permeación consistía en que los fabianos se unieran a organizaciones no socialistas para implantar ideas socialistas en personas que jamás se considerarían socialistas, pronunciando discursos y presentando resoluciones en reuniones, a la vez que utilizaban a los candidatos parlamentarios como instrumentos para impulsar su agenda. Sidney Webb explicó que la Sociedad inculcaba el pensamiento socialista en individuos de todas las ideologías políticas, incluidos los conservadores, y de todas las clases sociales, desde obreros hasta financieros. Esta táctica se originó con el propio Marx, quien se jactaba de ser el «inductor» que, en secreto, transmitía ideas a los miembros del Parlamento, quienes se horrorizarían si supieran que el «Doctor del Terror Rojo» era su fuente.

La estrategia consistía en lo que George Bernard Shaw denominó «manipular al gobierno para lograr la aprobación de medidas socialistas». Los fabianos utilizaban las instituciones existentes infiltrándose en aquellas que tenían poder para influir en las políticas, incluyendo la administración pública, los partidos políticos, las profesiones liberales, la administración empresarial y los gobiernos locales. Creían que no existía una clara distinción entre socialistas y no socialistas, difuminando sistemáticamente las diferencias para impulsar su programa. Mediante este método, las ideas fabianas se extendieron por toda la sociedad británica y más allá, y las tácticas de infiltración aseguraron que el antiimperialismo, el internacionalismo y las políticas socialistas trascendieran los círculos laboristas para infiltrarse en organizaciones conservadoras, liberales e incluso religiosas, creando una situación en la que todos los partidos principales acabaron adoptando variantes de la agenda fabiana.

6. ¿Por qué el símbolo de la Sociedad Fabiana, con su lobo con piel de oveja y la idea de «remodelar el mundo», es significativa para comprender sus métodos?

La Vidriera Fabiana, encargada por Shaw en 1910, revela la verdadera naturaleza de la organización a través de su simbolismo: líderes golpeando físicamente el mundo sobre un yunque para transformarlo, mientras otros se arrodillan reverentemente ante los escritos fabianos, elevados a la categoría de divinos. El escudo de armas, que muestra un lobo con piel de oveja, reconoce explícitamente su metodología engañosa: presentarse como reformadores inofensivos mientras persiguen una transformación revolucionaria. El lema «Remodelarlo según el deseo del corazón», de Omar Khayyam, revela su intención de «destrozar» el orden mundial existente antes de reconstruirlo según su propio diseño.

Esta imaginería confirma la naturaleza subversiva del fabianismo como un movimiento cuasi religioso que exigía fe ciega de sus seguidores mientras sus líderes conspiraban para destruir la sociedad tradicional mediante el engaño deliberado. Cuando Tony Blair inauguró la vidriera en la Bolsa de Londres en 2006, declarando que los valores fabianos eran «muy reconocibles» en el Nuevo Laborismo, validó públicamente que este simbolismo conspirativo aún guía la política socialista contemporánea. La descarada exhibición de lobos disfrazados de ovejas en la vidriera no representa un artefacto histórico, sino una metodología operativa vigente: infiltrarse, engañar y transformar gradualmente la sociedad manteniendo una apariencia benevolente, convirtiendo al socialismo en una religión sustituta con sus líderes como el nuevo sacerdocio que determina el futuro de la humanidad.


7. ¿Cómo se utilizaron la Primera y Segunda Guerras Mundiales para impulsar la creación de instituciones supranacionales?

La Primera Guerra Mundial fue iniciada deliberadamente por el Grupo Milner y sus asociados, quienes durante años hicieron campaña a favor de la guerra contra Alemania para impedir que desafiara la hegemonía imperial británica. Durante la guerra, simultáneamente impulsaron la creación de la Sociedad de Naciones, y el conflicto justificó la necesidad de una organización internacional para «prevenir futuras guerras». Tras la victoria, las colonias alemanas quedaron bajo mandato de la Sociedad de Naciones, controladas por el mismo Grupo Milner que había instigado el conflicto, mientras que Alemania fue sometida a duras reparaciones que garantizaron la inestabilidad futura. Figuras clave, desde el Primer Ministro Asquith hasta el Ministro de Asuntos Exteriores Balfour, pertenecían a la misma camarilla liderada por Milner que planeó la guerra, creó la Sociedad de Naciones y dirigió sus operaciones.

La Segunda Guerra Mundial siguió patrones similares: Churchill y Roosevelt redactaron la Carta del Atlántico en 1941, comprometiéndose a crear las Naciones Unidas incluso antes de que Estados Unidos entrara en la guerra. El conflicto justificó una expansión sin precedentes del poder estatal, y los fabianos utilizaron los controles de guerra para impulsar lo que denominaron «un gran salto hacia el socialismo». Tras la guerra, Alemania fue ocupada y sometida a un proceso de «reeducación» psicológica mediante programas dirigidos por figuras destacadas del pensamiento fabiano y de Milner, mientras que el Plan Marshall estableció el control financiero estadounidense sobre Europa. Ambas guerras destruyeron sistemáticamente la soberanía de las naciones independientes al tiempo que consolidaban instituciones internacionales controladas por los mismos intereses financieros angloamericanos que habían orquestado los conflictos, utilizando el trauma colectivo para lograr que las poblaciones aceptaran una gobernanza supranacional que habrían rechazado en tiempos de paz.

8. ¿Cuál fue el verdadero propósito de la creación de la Sociedad de Naciones y, posteriormente, de las Naciones Unidas?

La Sociedad de Naciones fue creada por el Grupo Milner y la Sociedad Fabiana como primer paso hacia un gobierno mundial controlado por intereses financieros angloamericanos. El sistema de mandatos sometió territorios arrebatados a Alemania a control internacional, administrado por miembros del Grupo Milner, como George Louis Beer, subordinado de Lord Lothian. La estructura de la Sociedad concentró el poder en manos de las grandes potencias, dominadas por esos mismos intereses. Tras el fracaso de la Sociedad, sus artífices comenzaron de inmediato a planificar su sucesora: la ONU, concebida durante la Segunda Guerra Mundial por las mismas redes. Esta se estableció con un Consejo de Seguridad que otorgaba el control permanente a cinco potencias, creando así un marco legal para la gobernanza global por parte de una élite autoproclamada.

El programa electoral del Partido Laborista declaraba explícitamente: «Para nosotros, el gobierno mundial es el objetivo final y las Naciones Unidas el instrumento elegido», revelando así el verdadero propósito de la ONU como trampolín hacia un Estado mundial. Sus agencias especializadas, desde la OMS hasta la UNESCO, impusieron sistemáticamente la autoridad internacional sobre la soberanía nacional, mientras que su promoción de la migración masiva, el multiculturalismo y la redistribución de la riqueza impulsó la agenda conspirativa de disolver las naciones tradicionales. Mediante la retórica humanitaria y el derecho internacional, la ONU proporcionó una cobertura respetable para la implementación de políticas que las poblaciones democráticas jamás aceptarían voluntariamente, sirviendo como prototipo y campo de entrenamiento para el directorio mundial concebido por Wells e implementado por los intereses financieros que lo crearon y aún lo dominan.

9. ¿Cómo contribuyeron el Plan Morgenthau y los programas de «reeducación» de posguerra a destruir la independencia alemana y crear las condiciones para la unificación europea?

El Plan Morgenthau, aprobado por Roosevelt y Churchill, contemplaba el desmantelamiento total de la industria alemana, su transformación en una economía agrícola, una hambruna sistemática que causó la muerte de más de cinco millones de personas y el uso de prisioneros de guerra alemanes como mano de obra esclava. Roosevelt declaró necesario «castrar a los alemanes o tratarlos de tal manera que no puedan reproducirse», mientras que Churchill habló crípticamente de «setenta u ochenta millones en un estado de ruina y hambruna» que «se merecían». Esta destrucción deliberada creó una situación desesperada que hizo que los alemanes dependieran de los ocupantes aliados y estuvieran dispuestos a aceptar cualquier alternativa al sufrimiento continuo, incluso la pérdida de soberanía a través de la integración europea.

Los programas de «reeducación» sometieron a toda la población alemana a lo que las autoridades denominaron «guerra psicológica», definida como «la manipulación de las creencias y actitudes de una población con el fin de provocar las conductas deseadas». Miles de prisioneros de guerra alemanes fueron adoctrinados en centros como Wilton Park por figuras destacadas del movimiento Milner-Fabian, entre ellas Bertrand Russell y Lord Beveridge, formando a futuros líderes como el canciller Helmut Schmidt, quien implementaría fielmente los planes angloamericanos. Este condicionamiento se prolongó durante décadas mediante financiación de fundaciones: la Fundación Ford creó nuevas instituciones, mientras que la CIA y el MI6 operaban extensos programas culturales. La destrucción sistemática de la conciencia nacional alemana y la implantación de la culpa crearon una población que no se resistiría a la absorción por parte de las estructuras supranacionales, convirtiendo a Alemania en el motor de la integración europea, al tiempo que garantizaba su permanencia bajo control angloamericano.

10. ¿Qué pruebas existen de que la Unión Europea se creó mediante engaños, financiación secreta y supresión del debate democrático?

Documentos desclasificados revelan que el Movimiento Europeo fue financiado secretamente por la CIA a través del Comité Estadounidense para una Europa Unida, dirigido por el fundador de la OSS, William Donovan, y el futuro director de la CIA, Allen Dulles. Las finanzas del proyecto estaban ocultas tras «cuentas secretas» y «presupuestos especiales», mientras que sus artífices suprimieron sistemáticamente el debate sobre la integración europea. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, presentó su plan solo después de que el secretario de Estado estadounidense, Dean Acheson, prácticamente le presionara para que adoptara una política común. Schuman recurrió entonces a Jean Monnet, quien mantenía vínculos de larga data con intereses bancarios angloamericanos. Pascal Fontaine, uno de los colaboradores más cercanos de Monnet, admitió que «podría decirse que el Plan Schuman fue el resultado de una conspiración».

Ninguna población europea, salvo posiblemente la francesa, mostró un apoyo mayoritario a la integración, lo que obligó a los artífices a organizar campañas de propaganda masivas, especialmente en Alemania, mientras suprimían con éxito la oposición al proyecto europeísta. Tanto el Partido Conservador como el Laborista se opusieron inicialmente a la adhesión británica por considerarla impopular entre sus bases, reconociendo que implicaba una pérdida de soberanía. La fuerte implicación de intereses financieros internacionales y servicios secretos, junto con el ocultamiento deliberado de los verdaderos objetivos, demuestra que la UE fue creada por fuerzas antidemocráticas con una agenda oculta. Posteriormente, los bancos de Wall Street admitieron que Europa se convertiría en «un campo de batalla para nosotros», revelando a quiénes servía realmente el proyecto y demostrando que las afirmaciones de promover la paz y la prosperidad eran engaños deliberados que encubrían intenciones monopolísticas.

(Fuente: https://unbekoming.substack.com/; traducción: Astillas de Realidad)

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