domingo, 5 de enero de 2025

LA INDIVIDUALIDAD PROHIBIDA



Japón era un país feudal, cerrado y muy atrasado cuando la dinastía Meiji decidió traer ingenieros y científicos de Occidente.

A principios del siglo XX eran la potencia dominante de su zona, derrotando a Rusia, Alemania y China.

En 1940 los brillantes ingenieros de Mitsubishi crearon el caza A6M, tipo Zero, por el año de fabricación. Luego lo lanzaron contra Occidente.

El Zero pesaba un tercio y tenía tres veces más alcance que un caza occidental. Y era mucho más maniobrable. Durante los primeros meses de la II Guerra, no había forma de pararlo.

Los ingnenieros de Mirsubishi eran magos, pero los magos no hacen magia, tienen trucos.

Uno era el material, un invento japonés llamado duraluminio; otro era que esta construido en una sola pieza. Pero el tercer secreto era el determinante, y su talón de Aquiles.

Japón absorbió la ciencia de occidente, no la base de su cultura. En occidente importaba el individuo, en Japón el individuo debe sacrificarse por el Estado, el equipo, la empresa.

El caza sencillamente no tenía blindaje para el piloto, o tanques de combustibe autosellantes. El ser humano era descartable.

Así que los pilotos norteamericanos e ingleses recibieron la órden de no intentar maniobrar con el zero, o escapar, solo caerles por encima, plantarles cara y dispararles.

Las balas le entraban como el cuchillo en la mantequilla, y el Zero se convertía en una bola de fuego.

Para 1943 era obsoleto, y terminó la guerra sirviendo en ataques suicidas Kamikaze.

La paz le trajo a Japón mejores experiencias. Dominaron el mercado mundial de motos, poniendo contra las cuerdas la industria inglesa, y la norteamericana, hasta tal punto que en la recordada serie CHIPS, de los 70, se podía ver como la policía de Los Angeles había reemplazado sus Harleys por Kawasakis.

Pero el mayor exito cultural japonés es el animé, que se llevó puesta la industria de la historieta argentina, y en gran medida al Comic norteamericano y francés.

El anime es visualmente atractivo, pero no es ese el principal motivo del éxito.

El anime no sufre censura, no impone, no cumple una agenda, solo busca entretener. Como decía Manolito: Le importa un carajo el que dirán. Como el Zero, es liviano, y mortífero.

La cultura en Occidente es pesada, busca "mejorar la sociedad", cumplir una agenda woke, LGBT, politicamente correcta, evitar el humor para que nadie salga ofendido, imponer ideología todo el tiempo. Aburre mortalmente. Una excepción son Los Simpsons, y South Park, que obedecen a otra lógica: mostrar lo que no se pude hablar.

La Agenda acepta el anime porque su sexualización infantil sirve a sus fines.

Hay otra cosa que La Agenda tomó de la cultura japonesa.

Hacia 1880 se creía en Japón que un trapo en la cara protegeria contra las enfermedades. Simplemente desconocían todavía el tamaño de una bacteria o un "virus" y el papel del sistema inmunológico.

Para 1900 ya se sabía que era algo ridículo, pero cumplía otro fín. Lo que algunas culturas musulmanas llaman Ausencia de Gesto. Para ellos, todas las mujeres, y los hombres de bajo valor social, no tienen derecho al gesto. Porque el rostro te hace unico.

En cualquier calle de Japón veremos a la mitad de la gente con el bozal puesto, sin rostro. No es un tema de "respeto", sino de negación del individuo. Si alguien me habla con un calzón en la cara no me respeta, al contrario, se merece un cachetazo.

Una persona sin cara es más sumisa, mas parte del rebaño, más enferma. Lo vemos en los médicos, sumisos ante la industria farmacéutica.

Salud es cara limpia al sol, aire fresco, y saber que cada ser humano es un fin en si mismo, no un instrumento del Emperador, del Estado, del líder.

Horacio Rivara

ONCÓLOGO JAPONÉS ACUSA A LOS PROMOTORES DE LA "VACUNA" DE ASESINATO


El profesor Fukushima, oncólogo de mayor rango de Japón, describe el caso en el que el corazón de la víctima (de 28 años) se derritió debido a la vacuna y lo califica de asesinato.



"También hago autopsias y he examinado el caso en el que el corazón de la víctima se derritió debido a la vacuna. Parece que la persona murió debido a una lisis del miocardio.

Se trataba de un hombre de 28 años en excelente estado de salud, que cinco días después de recibir la segunda dosis de la vacuna Pfizer fue encontrado sin vida por su esposa cuando ésta fue a despertarlo por la mañana.

Se le realizó la autopsia y cuando el médico intentó extraerle el corazón se sorprendió porque era extraordinariamente blando.

El corazón parecía derretido y falto de tono.

La presencia de casos como éste pone de relieve lo peligrosa que es esta vacuna.

“Por lo que puedo ver, es preocupante que una persona sana y sin problemas haya decaído después de recibir la vacuna”.

(https://t.me/elaullido/)

"UTOPÍA" (CORTOMETRAJE), LA SOCIEDAD A LA QUE QUIEREN CONDUCIRNOS


sábado, 4 de enero de 2025

LA AGENDA DE VIGILANCIA Y CONTROL DIGITAL AVANZA SILENCIOSAMENTE



La India está impulsando la transformación de las finanzas públicas mediante la utilización de identificaciones digitales y biometría. Escocia actualiza sus directrices sobre el uso de la biometría en las escuelas. El mayor banco de Rusia está liderando el camino en un nuevo sistema financiero que utiliza un servicio de pago biométrico. Canadá lanza una herramienta biométrica de gestión de fronteras. Israel amplía sus medidas biométricas de emergencia en tiempos de guerra.

En Europa, los monederos digitales están ganando terreno. En el Reino Unido, hay advertencias sobre el uso de regalos navideños y dispositivos inteligentes para piratería informática patrocinada por estados, en particular de China.

Mientras tanto, en Estados Unidos, se está generando preocupación por la implementación de inteligencia artificial (“IA”) por parte de la FDA y la DEA, lo que podría poner en peligro los datos electrónicos personales. También en Estados Unidos, se espera que el próximo año las licencias de conducir móviles se conviertan en algo común.


Para demostrar que la agenda de control digital avanza a paso firme a nivel mundial, a continuación se presentan los artículos publicados por Biometric Update durante la última semana de 2024. Biometric Update promueve con frecuencia la agenda globalista y, como tal, utiliza un lenguaje que alienta la adopción de “soluciones” digitales.

Biometric Update es una publicación de la empresa canadiense Biometrics Research Group, Inc. , un proveedor líder de investigación de mercado y consultoría para la industria biométrica global. “Nuestra audiencia global de 3.500.000 lectores cada año incluye gobiernos, agencias de aplicación de la ley, instituciones financieras y muchas otras industrias verticales junto con OEM [fabricantes de equipos originales], proveedores de servicios, integradores de sistemas, empresas y profesionales de la industria”, afirma su sitio web. En otras palabras, su negocio depende del éxito de las “soluciones” digitales ampliamente adoptadas y, por lo tanto, sus artículos están sesgados para promover en lugar de proporcionar los aspectos negativos de la agenda en la que están involucrados.

Si bien podemos referirnos a sus artículos, no siempre respaldamos su postura. Al leer sus artículos, tenga en cuenta que con frecuencia contienen un lenguaje que intenta vender la idea de que el plan de controlar y esclavizar al mundo mediante “soluciones” digitales es algo bueno. Llamamos a este lenguaje “globalés”, el lenguaje utilizado por los globalistas y los defensores de la agenda global cuando intentan engañarnos para que aceptemos su siniestra agenda para “nuestro propio bien” o para el “bien común”, cuando en realidad no es así. Cuando un artículo contiene globalés, pase por alto la jerga psicológica y concéntrese en el progreso de las “soluciones” digitales que resalta.

India transforma las finanzas públicas con identidad digital y biometría

India ha implementado iniciativas digitales, como el sistema de certificado de vida digital y el programa de Transferencia Directa de Beneficios (DBT), para agilizar la verificación de pensiones y la distribución de beneficios sociales utilizando identidad digital y biometría.

El sistema DBT, integrado con el Sistema de Gestión Financiera Pública (PFMS), ha transferido más de 450 mil millones de dólares en los últimos ocho años.

Según Globalese, el uso de tecnologías biométricas e identidades digitales ha establecido un estándar global para la transparencia y la administración efectiva de fondos en la India, aumentando la confianza en los servicios gubernamentales y promoviendo la inclusión financiera.

Las redes pretenden que la identidad digital sea verdaderamente reutilizable en 2025

Los directores ejecutivos de Select ID, Trinsic y Yoti creen que 2024 fue un precursor del año del despegue de la identidad digital reutilizable, y se espera que 2025 sea el año en que se vuelva verdaderamente reutilizable.

La consultora y analista londinense Goode Intelligence identificó la tendencia hacia la identidad reutilizable en un informe de octubre de 2023, citando la influencia del covid en la forma en que las personas acceden a los servicios. [“influencia del covid”, ¿sorprendido?]

La clave del éxito radica en lograr escala, con una cantidad suficiente de usuarios consumidores y partes confiables necesarias para brindar valor, y redes como el modelo de mercado de Trinsic y Select ID apuntan a facilitar esto.

Los directores ejecutivos predicen que la identidad digital reutilizable se expandirá rápidamente en los próximos 2 a 3 años, impulsada por los cambios de políticas, la opinión popular [¿En serio?] y la creciente facilidad de uso, y aquellos que no ejecuten su estrategia corren el riesgo de quedarse atrás.

Fusiones y adquisiciones en biometría e identidad digital en 2024

Por Alan Goode, director ejecutivo y analista jefe de Goode Intelligence

En 2024 se ha producido un aumento significativo de la actividad de fusiones y adquisiciones (“M&A”) en las industrias de biometría e identidad digital, impulsada por la consolidación y la necesidad de soluciones comerciales reales.

Se espera que el mercado experimente una mayor consolidación y un repunte de la inversión en 2025, con un enfoque en plataformas digitales impulsadas por biometría, billeteras digitales y credenciales verificables (“VC”).

Escocia actualiza las directrices sobre la biometría en las escuelas

Escocia ha actualizado sus directrices sobre el uso de sistemas de tecnología biométrica en las escuelas, enfatizando la necesidad de equilibrar los beneficios potenciales con importantes preocupaciones en materia de privacidad y derechos civiles.

La guía destaca la importancia de la transparencia, la equidad y la proporcionalidad en la implementación de sistemas biométricos, y enfatiza que las escuelas deben justificar su uso y evaluar si existen alternativas menos invasivas disponibles.

Las consideraciones clave incluyen obtener el consentimiento informado, ofrecer cláusulas de exclusión voluntaria y garantizar que los sistemas biométricos no discriminen a los estudiantes con discapacidades u otras características.

Sberbank aspira a liderar el sector biométrico de Rusia en los próximos años

Sberbank, el banco más grande de Rusia, pretende liderar el sector biométrico del país con nuevos servicios financieros, incluido su servicio de pago biométrico “Pague con una sonrisa”.

El banco planea introducir una solución única y específica para los pagos biométricos en todos los bancos rusos, lo que permitirá a los clientes de cualquier banco realizar pagos biométricos. El objetivo de Sberbank es hacer que los pagos biométricos sean habituales, y se espera que la tecnología alcance un nuevo nivel de adopción en los próximos 3 o 4 años.

ReportIn y CBP One: la historia de dos aplicaciones biométricas para fronteras (Canadá)

La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (“CBSA”) ha lanzado la aplicación ReportIn, una herramienta de gestión biométrica de fronteras , similar a la aplicación CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (“CBP”), para mejorar la eficiencia en los procesos de inmigración y la seguridad fronteriza.

Ambas aplicaciones plantean inquietudes sobre la recopilación, el almacenamiento y la seguridad de datos biométricos, biográficos y de ubicación y sus implicaciones para las libertades individuales y la equidad.

Los problemas clave de las aplicaciones incluyen la falta de transparencia, los riesgos de seguridad de los datos, el uso obligatorio que socava el consentimiento informado, las preocupaciones sobre los derechos civiles, el sesgo algorítmico, las barreras de accesibilidad y los posibles impactos en la libertad de movimiento.

¿Las cámaras espía chinas vuelven a aparecer bajo el árbol?

El ex Comisionado de Biometría y Cámaras de Vigilancia del Reino Unido, el profesor Fraser Sampson, advierte sobre los riesgos asociados con los dispositivos inteligentes y la piratería informática patrocinada por el Estado, particularmente desde China.

El creciente número de dispositivos inteligentes en los hogares crea vulnerabilidades que pueden ser explotadas por entidades hostiles, lo que les permite perturbar la vida diaria y comprometer datos personales.

El futuro de la vigilancia puede implicar dispositivos más pequeños e integrados que puedan utilizarse para una vigilancia discreta, lo que potencialmente conduciría a una pérdida de la privacidad tal como la conocemos.

El despliegue de inteligencia artificial por parte del FBI y la DEA plantea preocupaciones sobre privacidad y derechos civiles (EE.UU.)

La integración de IA por parte de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, incluido el reconocimiento facial biométrico, plantea importantes preocupaciones sobre la privacidad y los derechos civiles debido a la falta de transparencia, las deficiencias regulatorias y los posibles impactos en las libertades individuales.

Las agencias enfrentan desafíos como la falta de transparencia en los productos de IA disponibles comercialmente, una gobernanza inadecuada y recursos insuficientes, que exacerban las preocupaciones sobre cómo garantizar el uso ético de la IA.

El Inspector General del Departamento de Justicia recomienda acciones como evaluar la integración de la IA, fortalecer los consejos de ética, exigir listas de materiales de software e implementar evaluaciones de rutina para evaluar el impacto potencial de las herramientas de IA en las libertades civiles.

Aumenta la preocupación por la seguridad de la información sanitaria personal electrónica (EE.UU.)

En mayo, un ataque de ransomware a Ascension Health comprometió la información sanitaria personal electrónica de casi 5,6 millones de personas, incluidos pacientes y empleados.

El ataque fue el último de una serie de ciberataques dirigidos contra el sector de la salud, que es particularmente vulnerable debido a la naturaleza sensible de los datos de los pacientes y la importancia crítica de los servicios médicos ininterrumpidos.

El incidente resalta la necesidad de contar con protecciones sólidas de la privacidad y regulaciones de ciberseguridad más estrictas, ya que el marco actual, incluida la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico (“HIPAA”), enfrenta escrutinio por su alcance y eficacia limitados para abordar los desafíos modernos de ciberseguridad.

Israel mantiene medidas biométricas de emergencia, más de un año después del inicio de la guerra en Gaza

El gobierno de Israel ha ampliado las medidas de emergencia que permiten a las fuerzas de seguridad acceder a la Base de Datos Biométrica Nacional, que contiene datos faciales y de huellas dactilares de aproximadamente 7 millones de israelíes, a pesar de las críticas de reguladores, expertos y organizaciones de derechos humanos.

La Comisaria de Biometría, Naama Ben Zvi, sostiene que los datos no son indispensables y que los ciudadanos deberían tener la posibilidad de elegir al presentar sus datos biométricos, alegando preocupaciones sobre violaciones de la privacidad.

La ampliación de la orden temporal ha encontrado resistencia por parte de grupos de derechos humanos y expertos legales, que proponen introducir la supervisión de la base de datos biométrica y acortar la orden temporal.

Autenticación biométrica, mDL, billeteras digitales y claves de acceso en la cúspide (Global)

Se espera que las licencias de conducir móviles (“mDL”) se conviertan en algo común en Estados Unidos y que la mitad de los estados del país las emitan el próximo año.

Las billeteras digitales están ganando terreno en Europa: Signicat está introduciendo una función para agregar datos a las billeteras digitales y la Asociación de Banqueros Suizos está promoviendo la adopción de billeteras.

Se prevé que la autenticación biométrica, las billeteras digitales, la inteligencia artificial y las claves de acceso serán las principales tendencias en pagos digitales para 2025, y Mastercard, Deloitte y Visa esperan una mayor implantación.

Rhoda Wilson
(Fuente: https://expose-news.com/; visto en https://tierrapura.org/)

AUTISMO Y VACUNAS


Una escena censurada por CBS ha revivido el debate sobre la posible conexión entre autismo y vacunas.

LOS CIUDADANOS HAN DEJADO DE CONFIAR EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TRADICIONALES




viernes, 3 de enero de 2025

PERIODISMO Y GLOBALISMO: UNA ALIANZA CONTRA LA LIBERTAD



Una de las principales batallas que se está librando en Occidente es la batalla por la libertad de expresión. Considerada irrenunciable hasta no hace mucho, su deterioro se ha acelerado tras el exitoso experimento totalitario puesto en marcha durante la pandemia. Sin embargo, los contendientes en esta batalla no son tan obvios como parece. ¿Quiénes son los enemigos de la libertad de expresión, es decir, los amigos de la censura?

En el vértice de la pirámide (nunca mejor dicho) está el Lado Oscuro, esto es, el globalismo de Davos, ese movimiento elitista formado por un grupo de megalómanos con delirios mesiánicos que, desde su soberbia, sienten un gran desprecio e incluso un cierto odio (fruto del temor) hacia el hombre común y hacia su libertad, y sólo desean esclavizarlo «por su propio bien». Sus correas de transmisión preferidas son las instituciones supranacionales, que reúnen tres características: inelegibilidad de sus líderes, opacidad y poder. Es el caso de la UE, la ONU y su IPCC, la OMS o la OCDE, por poner algunos ejemplos.

En segundo lugar, se encuentran los partidos políticos, que, o bien son esclavos de la corrección política que el globalismo marca como linde a la oposición consentida o están directamente infiltrados y controlados por el mismo.

Finalmente, nos encontramos con la inmensa mayoría de medios de comunicación tradicionales, sin los cuales las consignas no podrían ser trasladadas a la población. No se confundan: aunque defiendan posturas opuestas en cuestiones políticas de menor importancia, coinciden prácticamente por unanimidad en los grandes dogmas globalistas, como la ideología de género, el cambio climático o el covid.

La revolución de internet

Debemos poner la situación actual en contexto. Hasta hace muy poco, para informarse, el ciudadano dependía de un oligopolio de medios de comunicación que constituía un estrecho embudo por cuyo filtro tenía que pasar la realidad para llegar a conocimiento de la ciudadanía. Lo que no se publicaba, no existía. Este peaje de obligado paso otorgaba a los medios un poder inmenso.

Su supuesta independencia del poder político nunca pasó de ser una entelequia, pues jamás jugaron el papel de «cuarto poder» independiente, sino que se fusionaron con la política de forma incestuosa: unos defendían a un partido y, otros, al otro; a la oposición y al poder, alternativamente. A pesar de mencionar constantemente la ética, ante las órdenes sus ampulosos códigos deontológicos eran papel mojado. Así, exaltaban las virtudes del partido afín y negaban las del contrario, mientras que lo opuesto ocurría con sus defectos y tropelías, que en un caso eran un desliz sin importancia y en el otro un escándalo mayúsculo. A pesar de sus evidentes sesgos, su carácter de oligopolio convirtió al sector en un gran negocio durante el s. XX. Sin embargo, la tecnología lo cambió todo.

En efecto, internet devastó el modelo de negocio de los medios tradicionales, que se enfrentaron a una competencia imprevista de medios digitales y a una desafección de sus usuarios, liberados de toda atadura. Repentinamente, el peaje por el que los ciudadanos tenían que pasar para conocer la realidad -y por el que las empresas tenían que pasar para anunciarse- fue puenteado por el acceso directo a fuentes primarias y por las posibilidades de publicidad alternativa que ofrecía la red. Los medios dejaron de ser imprescindibles. Como consecuencia de ello, sufrieron un irrecuperable deterioro económico y un ajuste masivo de plantillas, lo que condujo a una disminución de su nivel profesional (fruto de un enorme desequilibrio entre oferta y demanda de periodistas). En paralelo a esta enorme destrucción de valor, su poder se convirtió en una sombra de lo que había sido, aunque la arrogancia con la que estaban acostumbrados a actuar continuara por inercia.

Para el globalismo, este movimiento tectónico supuso una noticia ambivalente. Por un lado, siempre había preferido lidiar con pocos actores, más fáciles de controlar cuanto menor fuera su número (¿por qué creen que, en su objetivo de controlar la producción alimentaria, ha declarado la guerra a los pequeños agricultores y ganaderos independientes en favor de grandes corporaciones?). Por otro lado, aunque la multiplicación de actores dificultara su control, la mayor vulnerabilidad financiera de los medios tradicionales aumentaba su dependencia de fuentes de financiación externas, públicas o privadas, frecuentemente opacas, y por tanto su sumisión a quienes las proveyeran.

Sin embargo, la mejor noticia para el globalismo fue que internet fue pronto controlado por un número muy reducido de jugadores. El mercado de motores de búsqueda se convirtió prácticamente en un monopolio en manos de Google (90% de cuota de mercado mundial), y las redes sociales se convirtieron en un oligopolio de dos: Meta y X (antes, Twitter). El globalismo no necesitaba más que controlar a tres actores.

En cuanto a Google, los algoritmos del buscador favorecían unas noticias frente a otras y primaban a los fact-checkers, chiringuitos ideados y muchos de ellos financiados por el globalismo con la misión de desacreditar toda información hostil, es decir, una policía del pensamiento o, si lo prefieren, una especie de Gestapo de internet.

En cuanto a las redes sociales, la herramienta elegida fue la censura de toda noticia políticamente incorrecta llegando al extremo de querer influir en las elecciones norteamericanas del 2020 al eliminar, de forma alucinante, la cuenta del presidente en ejercicio. Cualquier noticia que cuestionara los tabúes del globalismo, como la consigna climática o el relato oficial del covid -por muy respetable, rigurosa, objetiva o científica que fuera-, era inmediatamente eliminada.

A esta escandalosa normalización de la censura en redes se unió la censura en los medios tradicionales (que yo mismo sufrí) y, sobre todo, la generalización de la autocensura de la corrección política, una eficaz herramienta de control cuya sombra cubre incluso conversaciones privadas, como ocurría en la Unión Soviética (a la que cada vez se parece más la UE). Todo ello ha constituido un ataque concertado contra la libertad que no se vivía desde los sistemas totalitarios del s. XX y contribuye a vaciar de contenido las democracias para transformarlas en tiranías encubiertas que guardan las apariencias mediante una ficción: el ritual inconsecuente de depositar cada cuatro años un voto perfectamente inútil.

Musk compra Twitter y lo cambia todo

En definitiva, todo parecía ir viento en popa para el globalismo, pero ocurrió lo imprevisto: el hombre más rico del mundo, Elon Musk, se negó a pasarse al Lado Oscuro y compró Twitter, devolviendo la voz a millones de ciudadanos anónimos previamente silenciados por la censura. Repentinamente, el escenario cambió, y su primera consecuencia relevante ha sido la victoria de Trump, que este blog supo predecir. Como una carga de profundidad, tras las elecciones de EEUU Musk tuiteó a los usuarios de su red social: «Ahora los medios de comunicación sois vosotros».

En este sentido, la victoria de Trump ha supuesto una derrota de los medios tradicionales, casi unánimemente contrarios a su candidatura, los cuales se han quedado boquiabiertos al descubrir que la población ya no les obedece. Sin embargo, no deberían sorprenderse. Compararon a Trump con Hitler, y el primer mandatario internacional en felicitarle ha sido un judío, el primer ministro de Israel. Le acusaron de racismo, pero ha nombrado a un hispano como secretario de Estado por primera vez en la historia. También le acusaron de misoginia, pero el director de Inteligencia Nacional y el jefe de Gabinete de la Casa Blanca serán, también por primera vez en la historia, mujeres. Y para qué mencionar el tratamiento informativo de su primer atentado, que pasó de la negación inicial (utilizando expresiones como «incidente» o «tiroteo» en vez de «atentado») al enterramiento de la noticia en pocos días.

La merecida pérdida de credibilidad de los medios

La compra de Twitter por parte de Musk desató todas las alarmas en Davos, que, en su última reunión y con su cinismo habitual, declaró que la «desinformación» era una las mayores amenazas a la que se enfrentaba el mundo. Naturalmente, dicha amenaza parecía no ser tan grave cuando Twitter estaba sólidamente en manos globalistas, puesto que para ellos «desinformación» es un eufemismo para designar toda aquella información que contradiga sus intereses.

Un Twitter libre ha puesto de manifiesto el enorme nivel de mentira que impregna la inmensa mayoría de la información publicada. Antes, los medios podían tergiversar o silenciar la realidad. Ahora, un solo ciudadano con un móvil puede informar al mundo de lo que ocurre. Esta desintermediación supone un cambio formidable. Por tanto, la mentira es el primer factor que explica la pérdida de credibilidad de los medios.

En segundo lugar, resulta cada vez más obvio -particularmente en España-, el bajo nivel de formación de los periodistas, que adolecen de un gran déficit cultural, de una ignorancia extrema sobre la mayoría de temas que tocan y de un sorprendente analfabetismo numeral: como dirían ellos, 12 de cada 10 no saben interpretar un dato o un porcentaje.

En tercer lugar, el gremio tiene un serio problema de sectarismo: la inmensa mayoría de periodistas es de izquierdas, y la mayoría de quienes creen no serlo no superarían un interrogatorio con pentotal sódico. Para que se hagan una idea, en EEUU sólo el 3% de los periodistas se identifica como republicano. Imaginen cuál será el resultado en España, lo que significa que la objetividad sencillamente no existe, sino que es sustituida por un enfoque preconcebido de la historia y por una preselección interesada de las fuentes (cuando las hay).

En cuarto lugar, la información se ha convertido en un mal negocio de un grupo de desesperados que compite por su supervivencia, como en los Juegos del Hambre. Siguiendo la pauta de La Era de la Propaganda («si usted no tiene nada que decirles, distráigales»), la información ha dado paso al entretenimiento más banal, a un espectáculo sensacionalista cada vez más chabacano y sórdido que en vez de dignificar al hombre lo deshumaniza, pues el mal y la mentira suelen ir acompañados de la fealdad.

Finalmente, la ética brilla por su ausencia en un gremio que, paradójicamente, no para de mencionarla. Hay que reconocer que el sistema de incentivos no ayuda: la dependencia económica de sus anunciantes -aprovechado por las administraciones públicas para poner sordina a la crítica y por los directivos de ciertas empresas para convertirse en intocables-, las afinidades ideológicas o la enorme susceptibilidad del periodista a ser sobornado por el poder -una confidencia, un café con el poderoso o un plato de lentejas bastan-, se convierten en obstáculos para informar con honestidad.

Naturalmente, conozco unos pocos periodistas que son claras excepciones a estas reglas, pero son tan pocos que incluir la habitual expresión «con las debidas excepciones» resultaría exagerado. Ellos estarían de acuerdo con la generalización que hago.


La combinación de estos síntomas de decadencia, acelerada por el cataclismo que ha producido internet y la eliminación de la censura en Twitter, ha producido una brecha enorme entre la percepción que tiene el público de los medios y la ilusoria percepción que éstos tienen de sí mismos: en EEUU, el 70% de la población desconfía de los medios, cifra sólo un poco superior a la que se da en España. El emperador está desnudo, y lo único que le mantiene a flote es un determinado segmento demográfico formado por una generación que conoció otro periodismo más fiable o que sencillamente fue educada en confiar en la única fuente de información entonces disponible. Para muchos medios, por tanto, el tiempo se ha convertido en una cuenta atrás.

Davos y el control de la información

El control de la información es un elemento clave para el globalismo como lo fue para los sistemas totalitarios del s. XX, pues, por muy opresivo que sea el sistema político, la permanencia en el poder depende de cierto grado de aquiescencia de la población. Así como las dictaduras comunistas la controlaron de modo insidioso, ocultando astutamente sus verdaderas intenciones (bajo sus actuales disfraces, el marxismo cultural aún lo hace), la dictadura nacionalsocialista de Hitler lo hizo de modo menos pudoroso. En efecto, su máximo órgano censor se denominó abiertamente Ministerio de Propaganda, aunque Goebbels había sugerido llamarlo Ministerio de Cultura. Tras controlar con mano férrea todo lo que se publicaba, el propio Goebbels escribió en su diario: «Cualquiera que aún mantenga un vestigio de honor se cuidará mucho de no convertirse en periodista». Me pregunto si la máxima vuelve a ser aplicable hoy.


Como hemos visto anteriormente, la reacción de Davos al cambio de propiedad de Twitter ha sido señalar a la libertad de expresión (que ellos denominan «desinformación») como enemigo público número uno. Para que se hagan una idea de la importancia que le dan a este hecho, una organización británica ligada al laborismo, que ayudó activamente a la campaña de Kamala Harris, consideraba su primer objetivo «acabar con el Twitter de Musk» (sic).

En este sentido, el laboratorio por excelencia del globalismo, la UE, fue pionera del ataque a la libertad de expresión al aprobar en diciembre del 2020 la controvertida Ley de Servicios Digitales con el objeto escasamente disimulado de controlar la información que se publicaba en redes. No es casualidad que su aprobación coincidiera con el experimento totalitario del covid, puesto que su función inicial era evitar que surgieran relatos contrarios a la falsa consigna oficial. Recuerden que las principales fuentes de desinformación durante la pandemia fueron precisamente la propia UE, los políticos y los medios, que transmitieron a la población un Himalaya de falsedades a cada cual más grotesca, no en balde la señal indeleble del globalismo es la mentira.

La alianza entre periodismo y globalismo


Pues bien, recientemente ha sido la OCDE la que ha marcado la agenda de supresión de la libertad de expresión con un farragoso documento denominado «Facts not Fakes», un verdadero ejemplo de «neolengua» al más típico estilo 1984 en el que resulta elocuente que el concepto de «verdad» brille por su ausencia. En él, la organización actúa en su papel soterrado de think tank del globalismo para proponer medidas que hagan frente a la amenaza que para ellos plantea la «desinformación». El texto acusa a las plataformas online de facilitar la proliferación de información engañosa, polarizadora y falsa (como si la banda de Davos, los políticos o los medios tradicionales no lo hicieran) y propone sostener financieramente a aquellos medios «que cumplan determinados criterios» y contribuyan a alcanzar objetivos «democráticos». Asimismo, propone la creación de oficinas y unidades de control para reforzar «la integridad de la información» y actuar conjuntamente para lograr una «coordinación regulatoria internacional». Aplica un doble rasero: mientras las redes deben ser férreamente controladas y reguladas, a los medios tradicionales se les permitirá «autorregularse». También sugiere proteger a los periodistas por encima de cualquier otro ciudadano para intimidar a quienes les «ataquen», aunque sea virtualmente. Me pregunto si una crítica será suficiente para desencadenar la persecución.

Lo relevante del asunto no es que la OCDE proponga cercenar la libertad de expresión, sino que los periodistas lo apoyen. En efecto, el secretario general de la Federación Europea de Periodistas (¿otro brazo del globalismo?) ha aplaudido dicho documento en un discurso reciente. Dicha Federación afirma representar a casi 300.000 periodistas europeos y ha sido una de las pocas organizaciones que ha decidido abandonar Twitter (junto con The Guardian o La Vanguardia), un movimiento que no parece haber ganado excesiva tracción. En dicho discurso, tras tildar a Musk, cómo no, de «extrema derecha» (sólo un periodista de extrema izquierda -perdonen la tautología- puede sostener semejante memez) insta a los gobiernos e instituciones intergubernamentales a actuar para «desarmar a los desinformadores», alabando a la UE por su liberticida Ley de Servicios Digitales («va por buen camino», afirma condescendiente). Finalmente, muestra su acuerdo con la OCDE en fomentar una lucha integrada de todos los «actores virtuosos», los primeros de los cuales son, según él, «los periodistas y medios de comunicación». Me pregunto quiénes seremos los ciudadanos catalogados como «no virtuosos», pero sé que de ahí a crear un sistema de crédito social como en China sólo hay un paso. Por último, aboga por fomentar sólo la difusión de «información verificada», supongo que por verificadores oficiales o fact-checkers designados desde Davos.


La muerte de este periodismo decadente puede dar lugar al resurgimiento de otro periodismo que sencillamente defienda la verdad, sin la que no puede haber libertad. La pregunta es: ¿encontrará lectores ese periodismo riguroso y veraz? Dicho de otro modo: ¿podemos separar la decadencia moral del periodismo de la decadencia moral de nuestra sociedad?

Fernando del Pino Calvo-Sotelo
(Visto en https://www.fpcs.es/)

"UN PUEBLO ABANDONADO", RETRATO DE LA DESIDIA POLÍTICA ANTE LA CATÁSTROFE DE VALENCIA


ViOne ha estrenado esta semana un documental en homenaje a las víctimas de la trágica riada de Valencia con el objetivo de «que no se olvide jamás cómo el poder político abandonó a todo un pueblo». La plataforma que lidera Jano García ha realizado un modélico ejercicio de ecuanimidad, destapando sin partidismos las vergüenzas de unos y otros. El vídeo acumula más de 60.000 visualizaciones y está llamado a ser un testimonio concluyente de la inoperancia de la partitocracia ante los problemas reales de la ciudadanía, de los cuales no forma parte el cansino "cambio climático" que lleva produciéndose desde que tenemos memoria, pese al oportunista aviso que ha añadido YouTube en una muestra de la estupidez rutinaria con que se etiquetan los dramas de que se nutre la Agendas genocida de los globalistas.

LA AUTORIDAD SANITARIA PROHIBIÓ INVESTIGAR Y PROMOCIONAR CUALQUIER ALTERNATIVA EFECTIVA CONTRA COVID


jueves, 2 de enero de 2025

LA "BIENVENIDA" DEL 2º MANDATO DE TRUMP: EL "DEEP STATE" ACTIVA CÉLULAS DURMIENTES PARA ATENTAR EN EE.UU.




La lectura de los hechos no admite mucha discusión: no va a haber facilidades para el "verso suelto" que supone el hombre del pelo naranja. Una cadena de atentados se ha desencadenado justamente en los bastiones del poder republicano, recordando al presidente entrante que la oposición que va a enfrentar no es precisamente democrática.

El zarpazo más cargado de simbolismo es el producido en Las Vegas, donde un vehículo Tesla Cibertruck fue aparcado y hecho explotar a la entrada del Hotel Trump, causando un muerto y al menos siete heridos. No cabe mensaje más directo, al aunar la compañía de vehículos eléctricos que comanda Elon Musk, quien en la recta final de la campaña electoral se "destapó" como inesperado aliado del candidato, y el símbolo del empresario de éxito que siempre, antes que político de circunstancias, ha sido Donald Trump.

Esta acción se une al atropello y posterior tiroteo efectuado por un desconocido que portaba una bandera del ISIS contra la multitud en Nueva Orleans, y otros incidentes en Texas y Atlanta, de menor gravedad, pero que pueden suponer el preludio de una cadena de atentados orquestados para sumir a EE.UU. en el terror.

Hace ahora dos semanas, una ex oficial de la CIA llamada Sarah Adams, entrevistada en el podcast de Shawn Ryan, advirtió que en este momento hay más de mil durmientes de Al Qaeda en Estados Unidos planeando grandes ataques que podrían sumir al país en la paranoia y el caos.

Además, la analista advirtió que la frontera sur, convertida en un coladero por la inacción de Biden, es el punto de entrada para estos terroristas y sugirió que son portadores de bombas que pueden evadir la detección por medios tradicionales.



No deja de resultar curioso que el film de 2018 "Sicario 2, day of the soldado", más que digna continuación del film de 2015 de Dennis Villenueve, anticipase punto por punto lo que ahora denuncia Adams: la infiltración yihadista camuflada entre los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera, la posibilidad de desencadenar el terror mediante ataques indiscriminados a la población civil, la irrupción de tácticas que solo habían sido vistas en Oriente Medio en el territorio U.S.A., ... Ahora bien, ¿estamos ante una casualidad, ante el enésimo caso de programación predictiva que implanta Hollywood en nuestra mente o ante la presentación de una versión oficial que actúa como mera apariencia para ocultar los manejos en la sombra de agencias de inteligencia que buscan complicar el traspaso de poder?



Fuentes con acceso a los servicios de contrainteligencia han revelado que la CIA ha movilizado a sus "amigos" de la red terrorista talibán Haqqani con el fin de utilizar sus células durmientes dentro de EE.UU. en atentados que serán presentados a la opinión pública como obra del ISIS. Esto serviría para dificultar la transición del gobierno, obligar a Trump a conceder poderes extraordinarios a dichas agencias, en vez de depurarlas, y transmitir al electorado la impresión de que el nuevo presidente no se hace con el timón de la nación.

Ojalá me equivoque, pero este podría ser el preludio de un escenario de pesadilla que convierta la asunción del poder por Trump en un sobresalto continuo. El tiempo dirá.

(posesodegerasa)

NO LES DEJES DESTRUIR TU DIGNIDAD: ERES MUCHO MÁS QUE CARBONO SOBRANTE



Era un trigal maduro, recalentado por el sol de la tarde, por un lado del campo corría un arroyuelo, y en la otra esquina había un viejo almacén.

Para los tres humanos que veníamos bajando en parapente era la última oportunidad de remontar vuelo.

Según la teoría, el trigo debería haber mantenido el calor del sol entre sus tallos, y luego devolverlo en forma de columna de aire ascendente.

Lo sobrevolamos a 300 metros de altura, pero el aire estaba quieto. El calor se mantenía pegado al suelo.

Elegí un lugar para aterrizar y me preparé, pensando que así acababa el vuelo, pero repentinamente alguien abrió con fuerza la puerta del almacén. Esa perturbación en la atmósfera desprendió todo el calor del suelo.

Girando en la columna ascendimos hasta llegar a los 1500 metros, donde el vapor contenido en el aire, al entrar en contacto con el frío, se condensó formando una gran nube.

La sombra de esa nube enfrió la tierra, generando mas cambios en la atmósfera.

Ese día entendí por qué las predicciones de clima no superan los tres días, son demasiadas las variantes. Cuando abres una ventana, golpeas una alfombra o paseas por el campo, provocas un cambio.


Michigan (EE.UU.) experimentando el calenta-
MIENTO global de fin de año
En Europa existe una supercomputadora de 50 toneladas, capaz de calcular el clima, dicen, hasta con cinco días de antelación. Sin embargo los "científicos" de la Agenda difunden como loros un supuesto calentamiento global.

El fin último es obvio; como sabe cualquier marido maltratador o cualquier mal maestro, destruir la autoestima de una persona es la mejor forma de dominarla.

Hacernos sentir que somos una plaga es el método.

Mienten, el ser humano es parte de este ecosistema, y como el resto de los seres vivos, es beneficioso para éste. Nos creó la misma fuerza que creó al colibrí y al salmón.

Ese campo donde iba a aterrizar, hace 500 años era parte de un inmenso secarral de miles de kilómetros de extensión (en América del Sur no había grandes herbívoros). Ese secarral en los veranos ardía, matando a millones de animales.

Los humanos trajeros vacas y caballos, cientos de especies de árboles, pasto y cereales, y hoy es un paraiso.


Chúpate esta mandarina, Greta Vinagreta.

América del Norte ya era un paraíso pues tenía millones de búfalos que renovaban los pastos. Según el relato de La Agenda, los bovinos dañan el clima con sus flatulencias y eruptos, produciendo un incomprobable "CalentaMIENTO Global".

¿Entonces deberían hacerle un monumento a Búffalo Bill, que mató decenas de búfalos por una apuesta con Comstock a ver quién mataba más? No, era una forma estúpida de acabar con la fauna.

Ah, grita La Agenda, ¡vieron como el Ser Humano destruye!


Monumento al vil Buffalo Bill, genocida de bisontes,
en Oakley, Kansas.
Es que no existe el Ser Humano, existió Búffalo Bill Cody, existo yo, existe mi tía Pirucha. Mi tía no caza, yo tampoco. La mayoría de los cazadores que conozco son muy cuidadosos en no destruir la fauna en general.

Pero según el relato climático, Bill Cody sería un héroe, matando animales que dañan el clima.

Estás aquí porque eres necesario para el planeta, que no te hagan creer que eres un error. Respiras oxígeno y desechas el CO2, las plantas respiran el CO2 y desechan el oxígeno. Somos parte de una sinfonía perfecta. Creamos autos, aviones y barcos para cumplir mejor nuestra misión, y ser felices.

El día que te des cuenta que eres perfecto, que no contagias, al contrario, eliminas gérmenes, que tienes inmensos poderes de creación y sanación, ese día dejarás de tener miedo.

Ese día te darás cuenta que los países son, básicamente, organizaciones criminales; que la medicina oficial está podrida hasta el tuétano, que no hay casi periodistas, sino propagandistas.

Ese día solo tendrán miedo los de la Agenda, y no les van a alcanzar las piernas para huir.


Horacio Rivara

LA DEUDA CONSTRUIDA SOBRE TU "PERSONA"



Cada hombre y mujer nace con un “crédito” inherente, derivado de la energía humana y sostenido por la naturaleza. La energía humana crea bienes y servicios y es la esencia de todo valor empresarial.

Los banqueros internacionales controlan y extraen la "energía comercial" del pueblo a través de la "persona" jurídica artificial NOMBRE, que es un "deudor", creado por "registro", proporcionando "garantía" para la "deuda nacional" de la empresa TU NACIÓN.

El sistema moderno de dinero de deuda surgió después de la “reorganización financiera” de la década de 1930 (quiebra de naciones). Los bienes inmuebles, la riqueza, los activos y el trabajo productivo del pueblo, que constituyen el “crédito de la nación” intrínseco y vivo, han sido “empeñados” por gobiernos “en bancarrota” como “garantía” de la “deuda nacional” de la empresa. Para ello se creó una “persona” jurídica artificial, el NOMBRE, como agente vinculante en el acta de nacimiento, que es la certificación de un vínculo. Posteriormente, se establecieron bancos centrales privados en cada país en quiebra, bajo los auspicios del Banco de Pagos Internacionales, para supervisar la liquidación de la deuda popular a través de la "persona" jurídica artificial cuyo nombre aparece en el certificado de nacimiento.

Se ha garantizado el valor comercial de las personas a través de la “persona” ficticia como garante de la deuda nacional.

Este plan fue perpetrado de manera fraudulenta. En primer lugar, una nación soberana puede emitir su propia moneda soberana libre de deuda en lugar de pedir prestado a banqueros privados con intereses. En segundo lugar, las personas cuya “energía comercial” fue monetizada a través de la “persona” jurídica artificial que “garantizaba” la “deuda nacional” nunca fueron plenamente informadas. ¿Cómo sucedió esto?

En 1913, los banqueros privados crearon la Reserva Federal de Estados Unidos. Planeaban endeudar a la nación y al mundo fomentando la especulación financiera y los flujos internacionales de capital ("Locos años veinte"), hasta que la economía mundial colapsara ("Martes negro" 1929), después de lo cual se apoderarían de los bienes ("New Deal"). ” 1933). Este era su plan de cierre:

A su debido tiempo, el Congreso confirmó la quiebra mediante la Resolución Conjunta para Suspender el Patrón Oro y Derogar la Cláusula Oro, 5 de junio de 1933, Resolución Conjunta de la Cámara (HJR) 192, 5 de junio de 1933, 73º Congreso, 1º Sesión, Ley Pública 73 -10.

Desde el "New Deal", la Ley de Seguridad Social (1933) y la Ley de Valores (1934), se han implementado sistemas de seguridad social, protección social, registro de certificados de nacimiento y control del banco central en todos los países en quiebra bajo el Capítulo 11, bajo el auspicio del Banco de Pagos Internacionales (BPI).


El "New Deal", conocido como "Seguridad Social" en los Estados Unidos de América y "bienestar" en los países de la Commonwealth, concedía "beneficios", "privilegios" y "deudas" públicas a los ciudadanos a cambio de sus "derechos". sus “propiedades” y su “crédito” (capacidad de producción) a lo largo de su vida.

Lo mismo ocurre en cada país del mundo.

(Fuente: https://clcfr.com/)

INUNDACIONES DE VALENCIA, HURACANES HELENE Y MILTON … CLAROS EJEMPLOS DE MODIFICACIÓN CLIMÁTICA


miércoles, 1 de enero de 2025

"WHAT´S THE FREQUENCY, KENNETH?", LA INCREÍBLE HISTORIA DETRÁS DE UN CLÁSICO DEL POP DE LOS NOVENTA



Dan Rather, presentador de las noticias nocturnas de la CBS durante décadas.
En un universo paralelo, también era conocido como Kenneth Burrows

Nueva York, 4 de octubre de 1986. Las once de la noche, más o menos. El famoso presentador de televisión Dan Rather, el rostro de las noticias nocturnas en la cadena nacional CBS, caminaba por la famosa calle Park Avenue, de camino a su casa. Cuando pasaba junto al Rockefeller Center, oyó que alguien levantaba la voz. Dos individuos de aspecto convencional, a quien describió como «bien vestidos», se le acercaron. Uno de ellos, visiblemente alterado, se estaba dirigiendo directamente a él, aunque empleando otro nombre y haciéndole una extraña pregunta: Kenneth, what is the frequency? («Kenneth, ¿cuál es la frecuencia?»). El periodista, sorprendido, respondió que debía de estar confundiéndolo con otra persona. Sin previo aviso, el desconocido tumbó a Rather de un puñetazo en la mandíbula; una vez tendido en el suelo, el presentador recibió más golpes y patadas. El atacante continuaba repitiendo la incomprensible pregunta: What’s the frequency, Kenneth? What’s the frequency, Kenneth? El segundo desconocido, al parecer, no participó en el ataque, aunque tampoco hizo nada por detenerlo.

El portero del edificio contiguo vio la escena desde el portal y usó su intercomunicador para avisar a Bob Sestak, su jefe de conserjería. Sestak apareció corriendo y salió a la calle para socorrer a Rather; el agresor huyó al verlo aparecer. No se lo pudo atrapar y nadie consiguió identificarlo. Tampoco se supo más de la persona que lo estaba acompañando. Dan Rather fue tratado en un hospital, aunque se le dio el alta con rapidez; por fortuna, las heridas físicas no eran lo graves que podían haber sido. Un ojo morado, rozaduras y una hinchazón en la mandíbula, pero ningún hueso roto ni hemorragias internas. El presentador, aunque comprensiblemente aturdido por el inexplicable asalto, quiso volver de inmediato al trabajo. La CBS, tras concederle unos días de reposo, lo reincorporó a su puesto; fue enviado a Islandia para cubrir la cumbre soviético-estadounidense de Reikiavik, el entonces vital encuentro entre Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov. Entre tanto, la nación recibía con interesado pasmo los detalles del suceso.

Todo el mundo quería saber quién, y por qué, le había dado una paliza a unos de los periodistas más famosos del país, y qué había querido decir con aquella misteriosa pregunta sobre una frecuencia. Un portavoz de la policía dijo a la prensa que no era posible sacar conclusiones con la información de la que se disponía: «Podría tratarse de un ataque aleatorio, o podría ser que el señor Rather fuese el objetivo premeditado; no lo sabemos todavía». Desde la CBS supusieron que se trataba de un malentendido, y portavoces de la cadena recordaron que el asaltante no se había dirigido al presentador por su nombre, sino por el nombre de «Kenneth», que no tenía ninguna relación aparente con él. Siendo un presentador tan, tan famoso, era poco probable que un estadounidense de a pie lo hubiese confundido con otra persona, aunque esa parecía ser la única opción que explicaba la extraña frase que había acompañado la paliza. El propio Rather afirmaba no tener ni la más remota idea de lo que había provocado la agresión: «¿Quién sabe por qué suceden estas cosas, verdad?», dijo.

Antes de la era de internet y de los memes, el misterioso ataque captó la atención del público y se convirtió en insólita discusión de primera plana. Los detalles proporcionados por Rather eran tan raros que mucha gente pensó que se los había inventado, aunque Bob Sestak, el hombre que lo había auxiliado, ratificó su versión. En especial, era la misteriosa pregunta What’s the frequency, Kenneth? la que excitó la imaginación del público. La frase era tan sonora y sorprendente que se convirtió en objeto de chascarrillos televisivos y chistes varios. Nadie sabía en qué sentido había sido usada (como veremos más adelante, el significado era mucho más alucinógeno de lo que nadie podía haber supuesto), así que había interpretaciones para todos los gustos, y hasta terminó introduciéndose en el acervo popular. No solo era llamativa, sino que las iniciales de what’s the frequency eran W. T. F., la mismas usadas para la frase what the fuck («pero qué coño»). Así pues, la frase terminó siendo el equivalente de what the fuck, Kenneth?, y el propio nombre «Kenneth» fue usado, de forma jocosa, como sinónimo de tonto o despistado, de alguien que no se está percatando de nada.

Del lenguaje común, la frase pasó a la música gracias a Michael Stipe, cantante de la banda R.E.M. Se sentía muy intrigado por el proceso que había transformado un incidente inexplicable en una parte de la cultura popular. Dando por hecho que el agresor había confundido a Dan Rather con algún otro individuo, Stipe dijo: «Es el principal acto surrealista sin resolver del siglo XX. Un malentendido terroríficamente aleatorio, amplificado por los medios, y simple y llanamente chocante». Aquel interés se tradujo en una letra, y sus compañeros de grupo se encargaron de ponerle música. Titulada así, «What’s the Frequency, Kenneth?», se convertiría en el primer sencillo de su nuevo álbum, Monster. Era 1994, y habían pasado unos ocho años desde el suceso, pero por entonces los R.E.M. eran uno de los grupos de rock más exitosos del mundo, así que el que usaran aquella frase refrescó la memoria del incidente para una nueva. En realidad, Stipe no escribió la letra para describir el asunto Rather, sino que, a su manera, utilizó la conocida frase para ilustrar la desconexión entre la mentalidad de una persona de edad madura y la de los más jóvenes. En España, claro, el título nos sonaba aún más extraño. Recuerdo bien escucharla por primera vez; no tenía ni idea del incidente de Dan Rather, y el título del tema me pareció raro de narices, pero las letras incomprensibles eran algo habitual en R.E.M., así que pensé que «What’s the Frequency, Kenneth?» era otra más de sus ocurrencias sin sentido. En cualquier caso, la canción me gustó, y me sigue gustando, mucho.



Como curiosidad, la propia grabación del tema fue también accidentada. Aunque es difícil percibirlo si no se presta atención, quizá logren notar que el ritmo es un poco más lento en la parte final que al principio. Esto resulta bastante sorprendente, porque lo habitual es lo contrario, que se busque acelerar un tema hacia el final, ya que eso ayuda a reforzar la sensación de clímax, y también suele ocurrir de forma natural cuando se graba en directo. La leve, pero perceptible, ralentización de la canción era una anomalía. Y resultó que los R.E.M. no la habían buscado a propósito. Fue el bajista Mike Mills quien comenzó a tocar más despacio mientras grababan la toma. Los demás, incluido el batería, se acomodaron a su ritmo. Además notaron que el rostro de Mills estaba adoptando una mueca extraña. Cuando terminaron de tocar, resultaba evidente que el bajista estaba sufriendo un intenso dolor. Se lo llevaron al hospital, donde le diagnosticaron una apendicitis y le operaron de urgencia. Cuando se recuperó, el grupo ya tenía una gira programada y nunca volvieron al estudio para regrabar el tema, que se quedó así, y así fue publicado en disco. Cuando escuchen la parte final, pues, admiren el hecho de que el pobre Mills fuese capaz de tocar su parte hasta el final, mientras se retorcía presa de un repentino dolor. Otra curiosidad, esta vez referente al videoclip, es que la guitarra que Peter Buck llevaba colgada había pertenecido a Kurt Cobain, que se había quitado la vida unos meses antes. Era notoria su amistad con los miembros de R.E.M., y Courtney Love le regaló la antigua a Buck. Este la lució en el videoclip como homenaje, aunque tenía que tocarla boca abajo y con las cuerdas cambiadas, porque la guitarra de Cobain era para zurdos.

El LP Monster fue número uno en Estados Unidos y algunos otros países, repitiendo el enorme éxito de los dos anteriores álbumes de la banda: Out of Time, el que los había convertido en una atracción de primer orden gracias al bombazo internacional de «Losing my Religion» (lo más viejos recordarán que sonaba, ¡en todas partes!), y Automatic for the People, que había consolidado ese impacto gracias a temas como «Man on the Moon» o la balada «Everybody Hurts». Así pues, el que R.E.M. titulasen un tema con la frase pronunciada por el hombre que lo había atacado tenía que llegar a oídos de Dan Rather. Quizá algunos esperaban que el presentador se lo tomase a mal, porque era sabido que tenía bastante mal genio entre bastidores, lo cual llegó a causarle problemas con sus superiores en más de una ocasión. Pero eso no sucedió: Rather dijo que la canción le gustaba mucho y también elogió el resto del álbum, calificándolo como «monstruoso», en referencia al propio título del disco.

No solamente se lo tomó bien, sino que, tiempo después, accedió a aparecer junto a la propia banda en televisión, cantando él mismo algunos versos del tema. El pobre Rather hizo lo que pudo; es obvio que la música no era lo suyo, y resulta gracioso ver a Michael Stipe marcándole las entradas con un «one, two, three, for», y gesticulando para que Rather consiga meter la letra a tiempo. En cualquier caso, a Rather casi no se lo oye. Primero porque, visiblemente nervioso, canta a un lado del micrófono y no delante del mismo (hablamos de un presentador de televisión, así que lo hizo más por miedo que por desconocimiento). Y en segundo lugar, porque los técnicos le habían puesto el volumen muy bajo, quizá previendo que empezase ya de primeras con algún gallo. Bien, Rather no tenía sentido de la melodía o el ritmo, y desde luego parecía apabullado por la idea de aparecer en pantalla junto a uno de los grupos más famosos del planeta, pero haciéndolo demostró bastante sentido del humor. La aparición se produjo en el programa de David Letterman (años atrás, había sido el primero en dar a los R.E.M. la oportunidad de salir en la televisión nacional), quien no anunció qué era lo que iban a ver los espectadores, y se limitó a presentar la miniactuación diciendo: «Vean esto y díganme si no se trata de algo extraño». Fue sin duda un momento entrañable.



Cuando Dan Rather y R.E.M. aparecieron juntos interpretando la canción el misterio sobre el ataque continuaba sin resolver, pero se avecinaban novedades. Rather no había vuelto a sufrir asaltos, así que la cosa había quedado como una anécdota desagradable rodeada por una fascinante aureola de leyenda urbana, pero sin mayores consecuencias … al menos que supiera la opinión pública.

Un par de años después, un periodista llamado Frank Bruni reveló la supuesta identidad del atacante en un artículo publicado por el New York Times: «Durante una década», escribió Bruni, «la frase What’s the frequency, Kenneth? evolucionó desde ser una incomprensible declaración pronunciada durante un crimen inexplicable (…) hasta formar parte del núcleo del folclore kitsch, inmortalizado como título de un popular éxito por la banda de rock R.E.M. (…) Algunos detractores injustamente la desecharon como apócrifa, y se convirtió en una rareza sin sentido y un misterio sin resolver». Después de una década de conjeturas, Bruni señalaba a un tal William Tager como autor de la agresión. Había dado con su identidad porque Tager había sido detenido bajo otra acusación -en este caso mucho más grave: un asesinato-, y durante los interrogatorios y exámenes psiquiátricos, confesó que había sido él quien le había propinado la paliza a Dan Rather. Cuando, a raíz del artículo, se le mostraron fotografías de Tager a Dan Rather, el presentador lo reconoció al instante y declaró: «No tengo duda alguna de que es él».

La historia de William Tager dejó a todo el mundo atónito, porque parecía sacada de una novela de Stephen King. Si el asunto había parecido un misterio extraño, se tornaría aún más extraño al ser desvelado.

En 1994, el año de publicación del disco Monster, Tager había intentado colarse en los estudios de la NBC en Nueva York. Un empleado de la cadena lo vio, se interpuso en su camino y trató de echarlo. De repente, Tager sacó una pistola y disparó: la víctima falleció a causa de los balazos. Cuando Tager fue detenido, la policía notó que parecía sufrir de delirios paranoides, así que lo pusieron en manos de un médico para que realizase un informe pericial. Un psiquiatra forense lo entrevistó para descubrir sus motivaciones. Y Tager dio unas aberrantes explicaciones para sus agresiones: aseguraba que las cadenas de televisión estaban metiéndose en su cabeza mediante la emisión de ondas, y todo por orden de su archienemigo, el vicepresidente del gobierno mundial que imperaba en el año 2265, de donde él mismo aseguraba proceder. Había intentado colarse en la NBC para intentar averiguar la frecuencia concreta de las ondas con las que lo obligaban a escuchar mensajes amenazantes llegados del siglo XXIII.

Sus delirios resultaron ser dignos de un fascinante argumento de ciencia ficción. Según su relato, en el futuro estaba en la cárcel, mientras el mundo entero era dominado por un régimen autoritario global. Ese gobierno había pasado ciento cincuenta años desarrollando un ambicioso proyecto para crear un portal interdimensional que permitiese viajar en el tiempo. Cuando por fin terminaron la construcción del portal, Tager se ofreció voluntario para realizar el peligroso viaje inaugural hacia el pasado, a cambio de que su condena carcelaria fuese conmutada en el momento en que lograse regresar de su viaje. Para ello, el gobierno lo sometió a un exhaustivo entrenamiento. Poco antes de emprender el viaje, Tager recibió la visita del vicepresidente del gobierno mundial, a quien describió como «un tejano de cabello oscuro y sonrisa alienígena», auténtico eje del gobierno y el hombre más poderoso del mundo. El vicepresidente advirtió a Tager de que estaba obligado a regresar del pasado para ofrecer un informe completo del viaje; no debía ceder a la tentación de quedarse viviendo en el siglo XX, pues se le había implantado un chip que podía ser utilizado para enviar mensajes a su cabeza y así obligarlo a volver. Solo si regresaba se le quitaría el chip y se le ofrecería el perdón total.


Así, el intrépido viajero dio un salto de casi trescientos años, apareciendo en Nueva York el 1 de enero de 1986. Empezó a explorar un mundo que para él era desconocido. Y todo iba bien, hasta que un día cometió el error de intentar meter monedas en un parquímetro que ya no estaba en servicio, lo cual, según su versión, fue motivo bastante para que la policía lo detuviese y un tribunal lo sentenciase a treinta días de prisión. Tager, el viajero del tiempo, protestó airadamente ante el tribunal: si lo mantenían en una celda durante todo un mes, no podría regresar al futuro en la fecha prevista, y el futuro gobierno mundial usaría el chip insertado en su cerebro para martirizarlo. Sorprendido ante tan sentida y aberrante protesta, el juez ordenó un examen psiquiátrico de Tager. Como era patente su desorden mental, la sentencia (suponemos que en realidad impuesta por resistencia a la autoridad o por intentar retirar monedas en vez de meterlas, como contaba él) fue reducida a la mitad. Eso no impidió que Tager perdiese la primera oportunidad de volver al futuro, puesto que el viaje debía emprenderse en unas ventanas temporales determinadas. Salió de su celda pero, dada su tardanza, un enfurecido vicepresidente comenzó a enviarle aterradores mensajes telepáticos, insultándolo y amenazándolo. Sumido en un terrible estado de ansiedad, mortificado por la voz en su cabeza, Tager apenas podía dormir por las noches. Todavía le quedaba un tiempo hasta que se abriese una nueva «ventana» para regresar al futuro, y entretanto tendría que padecer aquella insoportable tortura. Dedujo que necesitaba averiguar la frecuencia concreta en la que le eran enviados esos mensajes, para poder neutralizarlos y obtener algo de paz.

Diez meses después de su aparición en el siglo XX, el crononauta William Tager caminaba por Manhattan cuando, incrédulo, vio a su archienemigo caminando por la calle. Era él, que había venido del futuro para intentar llevárselo de vuelta, o tal vez para matarlo. Allí lo tenía, en carne y hueso: el vicepresidente del gobierno mundial del año 2265, Kenneth Burrows.

Desesperado, Tager empezó a gritarle: «¡Kenneth! ¿Cuál es la frecuencia, Kenneth?». Y Kenneth, con su pelo oscuro y su acento tejano, fingió no conocerlo: «Creo que me está confundiendo con otra persona». Tager lo golpeó, y siguió golpeándolo, preguntando por la frecuencia en que eran enviados los mensajes, pero Burrows no soltaba prenda. Al final, cuando apareció gente para ayudar al vicepresidente, Tager huyó. Poco después se dio cuenta de que, seguramente, aquel no era el verdadero Kenneth Burrows. El vicepresidente nunca se hubiese sometido a los riesgos de un viaje en el tiempo. Tenía que ser un doble, un clon que Burrows utilizaba para vigilarlo. Tager había cometido un error, y además se sentía algo confuiso por el hecho de que el vicepresidente se pareciese tanto al presentador Dan Rather. Aterrorizado, Tager comenzó a deambular por la ciudad. Pasaron los días. Se dio cuenta de que, en su confusión, había dejado escapar la última «ventana», la última oportunidad para regresar a su época. Los mensajes telepáticos, pues, empeoraron. Tager vivía como un vagabundo, robando comida allá donde podía; de vez en cuando era detenido por esos robos, y encerrado durante una temporada en algún hospital psiquiátrico. Así pasó varios años, entrando y saliendo de celdas, sin encontrar un modo de volver a su siglo, perdido en un mundo hostil y extraño, con la amenazante voz de Burrows siempre metida en el cráneo.

Decidido a poner fin a su calvario, visitó varias bibliotecas, buscando información sobre ondas electromagnéticas. Entendió que los mensajes del futuro tenían que estar siendo enviados a su cabeza mediante las emisiones de televisión, aunque ningún espectador, salvo él, podía oírlos, ya que hubiesen necesitado un chip del futuro para captarlos. En su alucinada mente, la conclusión caía por su propio peso: en alguna de aquellas emisoras tenía que esconderse un cómplice de Burrows, como aquel Dan Rather clónico al que había atacado años antes, pero que manejaba las ondas entre bastidores. Empezó a merodear por los alrededores de los estudios. Un día, mientras acechaba las instalaciones de la NBC, las caóticas diatribas telepáticas del vicepresidente cambiaron de naturaleza, y se convirtieron de repente en mensajes pregrabados que se repetían cada veinte minutos. Así, Tager supo que estaba cerca de su objetivo. Todo lo que necesitaba era entrar, y podría descubrir al autor material de las retransmisiones. Un empleado de la NBC salió a su encuentro, impidiéndole acceder al recinto. Tager sacó la pistola que llevaba consigo y le disparó. Cuando llegó la policía, se declaró culpable. En su imaginación enferma, había matado al cómplice de una futura dictadura planetaria.

El caso de William Tager conmocionó al país, y más aún cuando se comprobó el parecido y la coincidencia en el tiempo con otro crimen sucedido en Canadá, donde un individuo llamado Jeffrey Arenburg también se presentó en la entrada de una emisora de televisión, armado con un rifle, y disparó a uno de los presentadores más queridos de la cadena, el periodista deportivo Brian Smith, que murió como consecuencia de las heridas. Tras su detención, Arenburg aseguró que la televisión estaba enviando señales a su cabeza. Se había presentado varias veces en los edificios de emisoras locales y hasta en el parlamento canadiense, exigiendo entrevistarse con determinadas autoridades o periodistas, aunque siempre lo habían expulsado. La noche del crimen llevaba con él una lista de presentadores, y al parecer disparó a Smith porque este fue el primero al que reconoció; el pobre Brian Smith tuvo la mala suerte de salir del edificio en el momento equivocado. Arenburg fue exonerado del crimen debido a que padecía esquizofrenia y no estaba en posesión de sus facultades mentales. Lo internaron en un psiquiátrico, y ya de paso en Canadá se discutió mucho sobre la necesidad de aumentar el control sobre la tenencia de armas, porque había quedado patente que cualquier desequilibrado podía tenerlas en casa.


En cuanto a William Tager, su apoteósico relato y el hecho de que mostraba claros síntomas de esquizofrenia sirvieron como atenuante durante el juicio por asesinato; fue sentenciado a un mínimo de quince años de prisión. En su celda, Tager pasaba el tiempo escribiendo textos y dibujando cómics en los que desarrollaba una y otra vez los mismos delirios. En 2007, con un informe psiquiátrico favorable, solicitó la libertad condicional, que le fue denegada. En el 2010 se presentó a otra revisión y esa vez sí le permitieron salir a la calle. Tenía por entonces sesenta y tres años. A día de hoy, que se sepa, sigue viviendo en Nueva York. Siempre ha declinado hablar con la prensa y no se sabe mucho sobre él, excepto que fue liberado bajo una cláusula especial de buen comportamiento, y con la obligación de cumplir a rajatabla varias condiciones: no puede conducir, no puede beber alcohol (ni siquiera puede poner un pie en un bar donde se sirva bebida), ha de realizarse pruebas periódicas para detectar un posible consumo de alcohol u otras sustancias, tiene una hora límite para volver a casa, y ha de presentarse a las sesiones de terapia estipuladas. Hoy, si es que sigue vivo, es un hombre septuagenario que, hasta donde se sabe, no ha vuelto a causar problemas. Eso sí, nunca se lo ha acusado formalmente de agredir a Dan Rather, quien supongo tenía más bien pocas ganas de remover el asunto presentando una demanda, no fuese que Tager volviese a verlo convertido en el malvado Kenneth Burrows. En fin, como ven, la realidad supera la más rara de las letras de canciones. Siempre me he preguntado qué piensa William Tager sobre la canción. Quién sabe si alguna vez se haya colado entre el público de un concierto para escuchar en directo la más famosa frase que pronunció en su vida.



Emilio J. Rodríguez
(Visto en https://www.jotdown.es/)