viernes, 21 de noviembre de 2025

EL QUINTO EXPERIMENTO Y LA U.E.



En artículos recientes he ido desgranando cómo las sociedades occidentales están llevando a cabo cinco experimentos, históricamente muy recientes, que se consideran avances indiscutibles de la civilización y cuyos resultados, por tanto, no están siendo sometidos a un juicio objetivo.

Los cuatro primeros experimentos, ya analizados, son el aumento desorbitado del tamaño del Estado, que ha conducido a una abusiva presión fiscal; un endeudamiento gigantesco, que hipoteca nuestro futuro; un sistema económico-monetario que está minando la capacidad adquisitiva de la población, la cual ve cómo sus padres o abuelos eran capaces de mantener una familia de cuatro hijos con un solo sueldo y ellos no pueden mantener dos hijos con dos sueldos; y la democracia basada en el sufragio universal incondicionado y en el poder ilimitado de la mayoría, que está conduciendo, paradójicamente, a un grave retroceso de las libertades individuales.


El quinto experimento

Por fin llegamos al quinto y último experimento, mucho más profundo y de consecuencias mucho más destructivas. Es el experimento de vivir sin Dios. En efecto, por primera vez en la Historia, los países occidentales viven como si Dios no existiera. Ya no hay un Ser Superior, ni Diez Mandamientos, ni ley natural, ni bien ni mal. No hace falta siquiera negar la existencia de Dios; simplemente se le ignora.

Esta secularización de Occidente tiene a España ―históricamente, país católico por excelencia― como termómetro cualificado. Si en 1978 el 78% de la población se declaraba católica, hoy ese porcentaje ha bajado al 57%; si en 1978, el 40% se declaraba practicante, hoy ese porcentaje ha caído a menos de la mitad. Solo en los últimos 30 años, el porcentaje de matrimonios religiosos en España ha pasado del 80% al 20%:


Eliminar a Dios significa en realidad sustituirlo por otros dioses: el poder, el sexo, el dinero, la popularidad o la madre Tierra, o por una serie de ideologías que ocultan, tras la fachada, una siniestra misantropía. Como advirtió Juan Pablo II de forma ciertamente profética, «el hombre puede construir un mundo sin Dios, pero este mundo acabará por volverse contra el hombre». Si ya no somos hijos de Dios, ¿de dónde provienen nuestros derechos? ¿De lo que decidan otros hombres? Entonces, ¿ya no son inalienables?

Si las normas y los derechos son decididos por otros hombres, sea por una mayoría divinizada que actúa en nombre de la diosa democracia o por una sedicente élite no electa, como ocurre en la UE; si vox populi, vox Dei, ya no existen normas inmutables ni límites infranqueables, pues en una sociedad relativista todo depende de opiniones subjetivas, de la última moda, de los caprichos cambiantes de la mayoría o de las creencias del poderoso.

No olviden que cuando el poder no está sujeto a las restricciones de una norma superior, los que lo detentan se convierten en dioses, pero no en dioses justos y buenos, sino en oscuros tiranos. Y si nuestros semejantes pueden decidir cuáles son nuestros derechos, éstos dejan de serlo, porque un derecho no puede depender del permiso de otros.

Estamos perdiendo nuestra libertad en nombre de un sucedáneo de libertad. Libertad sin responsabilidad, libertad sin verdad, libertad sin bien, libertad sin moral. Y en la búsqueda de esta libertad mal entendida nos hemos convertido en esclavos. Peor aún, nos hemos convertido en esclavos que ignoran su estado de esclavitud.

Europa como paradigma de decadencia

Quizá ninguna región del planeta ejemplifica mejor la decadencia de Occidente y la perniciosa influencia del quinto experimento que Europa. Pero ¿qué es Europa? ¿Un pequeño continente delimitado por los Urales, el Báltico, el Mediterráneo y el Atlántico? Sería muy pobre limitarnos a su descripción geográfica.

Tampoco podemos limitarnos a definir Europa como la heredera de la filosofía griega y del Derecho romano. Sin duda lo es, pero en su momento de mayor expansión en el s. II -bajo el emperador Trajano, nacido en Hispania-, el Imperio Romano no llegó a cubrir sino la mitad de la Europa de hoy. A contrario sensu, el norte de África y Asia Menor pertenecieron a Roma y obviamente no son europeos.

Finalmente, tampoco parece adecuado definir Europa como el continente de las democracias, pues, como hemos visto, es éste un experimento recientísimo, por lo que en la mayor parte de la historia de Europa la democracia ni estaba ni se le esperaba.

Entonces, ¿qué factor común define mejor la identidad de Europa? El cristianismo. Dicho de otro modo, lo que tienen en común todos los países europeos son las 600 catedrales románicas, góticas, renacentistas, barrocas y neoclásicas que adornan sus ciudades desde hace siglos. De hecho, la capital de la UE debería ser Roma, y no Bruselas.

El cristianismo fue el germen de Europa y su clave de bóveda. Incluso tras la Reforma protestante que dividiría Europa en dos, siguió siéndolo aunque fuera bajo el signo de las guerras de religión, que, con la honrosa excepción de nuestro emperador Carlos, en realidad escondían las muy prosaicas pasiones humanas y ambiciones políticas de sus protagonistas. Esto explica, por ejemplo, que el perjuro rey Francisco I de Francia -católico- firmara una alianza con el sultán otomano Solimán el Magnífico -musulmán- para formar un frente común contra el muy católico Imperio español.

Tras la sangrienta Revolución francesa de 1789, que tuvo un marcado (y violento) carácter anticristiano, el rumbo de Europa fue variando. Cierto es que la Revolución fracasó a corto plazo, pues hasta 1870 Francia viviría un largo período de gobierno de reyes y emperadores salpimentado por breves y turbulentos episodios republicanos. De hecho, hubo que esperar al s. XX para que la siniestra semilla plantada por Rousseau ―que junto con Lutero y Descartes conforma la conciencia moderna, en acertada expresión de Maritain― comenzara a germinar.

Europa, secuestrada por la UE

Esta Europa descreída y desesperanzada a causa de su secularización constituye el paradigma perfecto de la decadencia de Occidente, proceso acelerado por su muy reciente secuestro a manos de la UE. En efecto, hoy Europa está dominada por una superestructura denominada Unión Europea. Esta superestructura no es Europa, sino el tirano de Europa. En este sentido, es importante no confundir los términos.

Del mismo modo que los tiranos tienden a confundir a sus países con sus personas y a identificar cualquier crítica a su persona con la alta traición, se ha extendido la falacia de que criticar la UE es criticar Europa. Nada más lejos de la realidad: es precisamente la simpatía que siento por Europa lo que me lleva a desear que se libre del yugo de la UE.

Con cierta nostalgia no exenta de irritación recuerdo aquella atractiva promesa de la libre circulación de personas, mercancías y capitales (el cebo) que fue utilizada como caballo de Troya para tapar la toma de poder de un gobierno burocrático no electo con claras ambiciones totalitarias. Al decir sí a lo primero, creamos, sin saberlo, un monstruo que amenaza con engullirnos.

Las cinco características de la UE

En este sentido, la UE tiene cinco características. La primera es una ideologización de carácter marcadamente anticristiano, a la vez causa y consecuencia del quinto experimento.

Cuando en 1988 san Juan Pablo II acudió al Parlamento Europeo, pocos entendieron la hondura de su análisis sobre las dos visiones opuestas que había en Europa. La primera era la de quienes «consideran que la obediencia a Dios es la fuente de la verdadera libertad, la cual no es nunca libertad arbitraria, sino libertad para la verdad y el bien (…), lo que se traduce en la aceptación de principios que manan de la autoridad de Dios, de las cuales el hombre no puede disponer a su gusto».

La segunda es la actitud de quienes, «habiendo suprimido toda subordinación de la criatura a Dios, o a un orden trascendente de la verdad y del bien, consideran al hombre el principio y el fin de todas las cosas. La ética no tiene entonces otro fundamento que el consenso». Dicho consenso, carente de límites morales, es el que está decidiendo cuándo empieza y termina la vida, por ejemplo, una regresión civilizacional que nos devuelve subrepticiamente a la barbarie de las sociedades paganas de la Antigüedad.

Pues bien, a pesar de que fueron precisamente los principios cristianos los que impulsaron a los Padres de Europa a proponer su unión (como el católico Robert Schuman), hoy la UE está controlada por una burocracia que pertenece claramente al segundo grupo, es decir, que reniega de los principios cristianos y hace lo posible por dañarlos. Como decía un autor recientemente, «el nuevo experimento europeo es una experiencia insólita que pretende no sólo prescindir de la religión, sino hacer de su rechazo fuente esencial de identidad de la nueva civilización».

En otras palabras, la UE no es una burocracia ideológicamente neutral, sino que intenta imponer su propia ideología. Esta es su primera característica. Y cuando algún país se resiste a dicha imposición (como Polonia o Hungría), la UE le acosa de forma inmisericorde con un impudoroso doble rasero. Así, cuando alguno de sus correligionarios ateos (como Sánchez) comete todo tipo de fechorías, miran hacia otro lado.

Fue por esta ideologización por lo que el fallido Tratado de la Constitución Europea omitió cualquier mención a las raíces cristianas de Europa, o por el que el Parlamento Europeo votó recientemente a favor de incluir el aborto como Derecho Fundamental de la UE, o por el que la UE fomenta la siniestra ideología de género, destructora de individuos y familias, o la empobrecedora y fanática agencia verde.

Un intervencionismo enfermizo

La segunda característica de la UE es su carácter intervencionista y liberticida. En efecto, su appáratchik -copiando el modelo de la URSS- ejerce un control asfixiante en la vida de sus ciudadanos con todo tipo de normas invasivas. De ahí la alucinante prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035, las sádicas regulaciones impuestas al campo o la grotesca obligación de que los tapones de las botellas estén unidos a la propia botella, caso único en el mundo que no pasará a los anales de la historia de la inteligencia.

La UE siempre está a favor de aumentar el peso del Estado y los impuestos, y mientras el resto del mundo innova, la UE regula. Éste es el número de patentes registradas en el último año:


Europa no inventa y se queda atrás. En efecto, que Europa se dedique a regular en vez de innovar tiene consecuencias. El siguiente gráfico muestra la caída del peso relativo de la economía europea en el mundo desde 1960, particularmente agudo desde la entrada del euro:


La tercera característica de la UE es que gobierna de espaldas a los intereses de sus ciudadanos-súbditos. Recuerden el proyecto de Constitución Europea, cuyo referéndum fue suspendido al ser rechazado por franceses y holandeses, a pesar del apoyo casi unánime de sus respectivas clases políticas. La UE decidió no arriesgarse a volver a preguntar a los ciudadanos, retiró el proyecto y lo sustituyó por el Tratado de Lisboa, que sólo requería aprobación de los Parlamentos, esto es, de las clases políticas. Más recientemente, tenemos el caso de las elecciones de Rumanía, anuladas por su Tribunal Constitucional con el abierto apoyo de la UE obviamente porque el ganador de la primera vuelta (al que impidieron presentarse) era euroescéptico.

La cuarta característica de la UE es su gran opacidad, que posiblemente haya convertido a Bruselas en una de las capitales mundiales de la corrupción. En este sentido, no hay mejor ejemplo que el contrato que firmó la inefable Von der Leyen con Pfizer para la compra de 1.800 millones de dosis de vacunas covid por importe de 35.000 millones de euros. Pues bien, la Comisión Europea inicialmente mantuvo el contrato en secreto, y cuando fue obligada a revelarlo, lo hizo tachando párrafos enteros. El Tribunal de Cuentas de la UE pidió repetidas veces transparencia y el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que Von der Leyen debía hacer públicos sus mensajes personales con el presidente de Pfizer, que se negaba a entregar. No lo hará, y no le pasará nada, pues la impunidad es la norma en la UE.

Con su ironía habitual, decía el pensador católico colombiano Nicolás Gómez-Dávila que «cuanto más graves son los problemas, mayor es el número de ineptos que la democracia llama a resolverlos». La quinta y última característica de la UE es la ineptitud. Prueba de ello es la peor negociación de la Historia, que le ha llevado a aceptar un arancel unilateral del 15% impuesto por EEUU a pesar de contar con un equilibrio comercial en bienes y servicios y de que el propio Departamento de Comercio norteamericano reconociera que la UE tenía por lo general unos aranceles bajos.

Y ahora quieren una guerra

La ideologización, el intervencionismo enfermizo, el despotismo, la opacidad y la ineptitud de la UE hacen incompatible su defensa con la defensa de Europa.

Nos han hecho creer que éste es el único modelo que puede haber en Europa. No es verdad. Otra Europa es posible, pero para ello debe recuperar sus raíces cristianas y liberarse del yugo de quien la ha secuestrado.

Ítem más. Observo con gran preocupación la frívola escalada belicista de los líderes europeos, que ahora inventan una inexistente amenaza rusa para tapar la decrepitud del imperio que se derrumba. ¿Para qué demonios querría Rusia atacar Europa? Además, su estulticia parece no captar su contradicción: por un lado, nos dicen que el ejército ruso es un «tigre de papel» que no es capaz de avanzar siquiera en Ucrania, pero, por el otro, es capaz de amenazar simultáneamente Polonia, Alemania, los países nórdicos y las repúblicas bálticas. ¿En qué quedamos?


Los sátrapas de esa colonia de EEUU llamada UE han obedecido servilmente los intereses del amo norteamericano creando de la nada un artificioso enfrentamiento con Rusia, principal y barato proveedor de energía. No les ha bastado con empobrecer a sus ciudadanos. Ahora quieren una guerra.

Fernando del Pino Calvo-Sotelo
(https://www.fpcs.es/)

11 comentarios:

  1. Llevo un día espeluznate como todos ustedes.
    Este artículo calma el demonio que brota de mi .
    fpcs: impecable,riguroso y de lo mejor como analista en tiempo real.
    Gracias por compartir Maestro.

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  2. una visión darwiniana de la moralidad como la de Steve Stewart-Williams implica aceptar un universo desencantado: sin Dios, sin almas, sin propósito cósmico. La vida y la ética no tienen un fundamento trascendental, sino que surgen de procesos naturales: la evolución por selección natural favoreció instintos sociales —como la empatía, la cooperación y la reciprocidad— porque ayudaban a la supervivencia del grupo.

    En este marco, el bien y el mal no son absolutos, sino construcciones derivadas de nuestra biología y cultura. Aun así, Stewart-Williams sostiene que podemos y debemos vivir éticamente, no por esperanza de recompensa, sino porque valoramos la compasión, la justicia y el bienestar. Aceptar la falta de sentido último no lleva al nihilismo, sino a una ética más auténtica: actuar por convicción humana, no por miedo o premio.

    Esforzarse por un mundo mejor, a pesar de la finitud, es un acto de coraje. No hay garantías, pero nuestra capacidad de sufrir y de alegrarnos nos obliga moralmente a reducir el daño y cultivar la vida. En un cosmos indiferente, el significado lo creamos nosotros.

    Implicaciones de la visión darwiniana sobre la moralidad

    La visión darwiniana de la moralidad, tal como la defiende Steve Stewart-Williams, implica una ruptura radical con las concepciones tradicionales del bien y el mal. Esta perspectiva sostiene que la moralidad no es un conjunto de verdades eternas ni un mandato divino, sino una construcción emergente del proceso evolutivo. Como consecuencia, se debe aceptar que probablemente no existe Dios, ni almas, ni vida después de la muerte, lo que despoja a la experiencia humana de un marco trascendente.

    Este enfoque también niega que haya un propósito intrínseco para el sufrimiento humano o un sentido preestablecido para la existencia. En su lugar, plantea que somos insignificantes en un cosmos vasto e impersonal, donde los efectos de nuestras acciones se desvanecen con el tiempo. A pesar de estas "verdades duras", Stewart-Williams aboga por seguir actuando éticamente, no por esperanza de recompensa eterna, sino como una elección consciente de mejorar el mundo.

    https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2018/05/entrada-publicada-originalmente-en-la.html#:~:text=Hay%20dos%20maneras%20en%20las%20que%20la,objetivos%20sobre%20los%20que%20apoyar%20la%20moralidad.


    https://ilevolucionista.blogspot.com/2020/08/el-simio-que-entendio-el-universo.html

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  3. Desde el punto de vista del materialismo, alcanzar y vivir en el más allá no es posible, ya que esta corriente filosófica niega la existencia de realidades inmateriales como el alma, el espíritu o un plano trascendental.
    El materialismo sostiene que:
    La materia es primaria: Todo lo que existe es materia o producto de procesos materiales. La conciencia, el pensamiento y la vida son resultados del funcionamiento del cerebro, un órgano físico.
    No hay vida después de la muerte: Al morir el cuerpo, especialmente el cerebro, cesa la actividad que genera la conciencia. No existe un alma que pueda sobrevivir de forma independiente.
    El "más allá" es una construcción humana: Conceptos como el cielo, el infierno o la reencarnación son vistos como productos de la imaginación, la religión o la metafísica, no como realidades objetivas.
    Por tanto, para el materialismo, morir significa la disolución definitiva del organismo y el fin de la conciencia individual. Vivir en el más allá carece de fundamento científico y filosófico desde esta perspectiva.
    Leyendo un artículo de José Angel García landa, titulado " somos siete mil millones" https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3997203, decía que el viaje a las estrellas, es una fantasía de la era industrial; así como el más allá, fue una fantasía de la era de la servidumbre. Huímos a los cielos, pero solo con la imaginación. Muchos no lo han entendido aún.

    https://search.brave.com/ask?q=Leyendo+un+art%C3%ADculo+de+Jos%C3%A9+Angel+Garc%C3%ADa+landa%2C+titulado+%22+somos+siete+mil+millones%22+https%3A%2F%2Fpapers.ssrn.com%2Fsol3%2Fpapers.cfm%3Fabstract_id%3D3997203%2C+dec%C3%ADa+que+el+viaje+a+las+estrellas%2C+es+una+fantas%C3%ADa+de+la+era+industrial%3B+as%C3%AD+como+el+m%C3%A1s+all%C3%A1%2C+fue+una+fantas%C3%ADa+de+la+era+de+la+servidumbre.+Hu%C3%ADmos+a+los+cielos%2C+pero+solo+con+la+imaginaci%C3%B3n.+Muchos+no+lo+han+entendido+a%C3%BAn+%C2%BF+Por+que%3F&source=web&conversation=0867becd8542e753ce7efcc891070e680299

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    1. Materialistas o no, todos sabemos que aquí nos convertiremos en polvo.

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    2. Los dualistas se aferran en explicar el materialismo...desde el materialismo.
      Es un bucle infinito...
      Es un algo que nos acompaña por el terror que tenemos a la MUERTE.
      Mas que la muerte,lo que de verdad da miedo es la SOLEDAD.
      HAY QUE RECONOCER A LA SOLEDAD EN CULQUIER ÁMBITO O ETAPA DE NUESTRA EXISTENCIA.
      Es muy cansina,pero ahí está aunque no la invites...
      Y rellenes su presencia...
      Ella incansable,nos recuerda como no podemos huír de La SOLEDAD con tiritas.
      No sabemos lo que viene después...
      No hay manera de saberlo.
      La paz interior,eso puede aliviar nuestros miedos algo.
      Porque morir ,vamos a morir.
      Nos guste o no.

      NO ES FÁCIL,NI LO FUÉ Y SERÁ.

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  4. ¿Cuánto cuesta patentar una PCT ( una patente internacional ) ? La solicitud de PCT tiene un precio que suma tres tasas diferentes: la tasa de presentación internacional (unos 40 euros por hoja para 30 hojas, más 14 euros por hoja adicional), la tasa de búsqueda (1775 euros) y la tasa de transmisión, que no llega a los 75 euros. Total, 3.470

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  5. " En fin, que si los dioses siempre hemos sido nosotros, y si la moral nos la hemos inventado siempre nosotros, seguiremos así siempre sin ningún problema. La basaremos, como siempre, en lo que llevamos en la genética y en la experiencia. Y la impondremos por la fuerza (confío que con aval democrático) como siempre. "

    Sobre el sentido de la vida sin dioses, millones de personas hemos vivido ya sin creer en ellos y no pasa nada. Todos hemos comprendido que la vida son los hijos, el trabajo... y la hipoteca. "

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  6. Vídeo:
    La Supraconciencia Cuántica NO EXISTE y NO hay Vida Después de la Muerte - Episodio Completo. Santiago Armesilla https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://www.youtube.com/watch%3Fv%3DWhOWqlfNDJ8&ved=2ahUKEwikg7ed_oWRAxXgNfsDHQJPAHEQwqsBegQIFBAB&usg=AOvVaw232oT6JBVAlssYWNUzymPP

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  7. En otros lugares, también he leído, que

    " ¿Emigrarán los seres humanos a otros planetas? Los viajes a las estrellas son una fantasía de la era industrial, del mismo modo que el Más Allá era una fantasía de la era de la servidumbre. Huímos a los cielos—pero sólo en la imaginación. Muchos no lo han entendido aún." https://vanityfea.blogspot.com/2011/10/somos-siete-mil-millones.html

    La gente, y las sociedades, no necesitan verdades, sino más bien ilusiones que ayuden a vivir la vida en sociedad. (De eso iba San Manuel Bueno, Mártir, de Unamuno). Que la vida es corta, y la pasamos entre sueños, en un mundo imaginado—entre historias que nos contamos unos a otros por pasar el rato. " https://vanityfea.blogspot.com/2010/02/programados-para-creer.html

    Otras personas, como el profesor Tim Whitmarsh, que enseña Cultura Griega en la Universidad de Cambridge y se desmarca estos días con un libro, Battling the Gods, indagando como pocos en la raíces de la «no creencia» en seres divinos. se rebela también contra idea de que la religión es un producto inevitable de nuestra evolución como especies. «Estoy intentando rebatir la noción de que los humanos estamos «programados» para creer», declara a The Guardian el experto en cultura clásica, que ahonda sobre todo en las huellas de ateísmo en la Grecia politeísta, pasando por Sócrates y Platón. «Lo cierto es que la no creencia en un poder supranatural es tan vieja como nuestras colinas», concluye el profesor de Cambridge. «Es de una profunda ignorancia creer que los europeos «iluminados» del siglo XVIII fueron los primeros en batallar contra los dioses. De hecho, en las sociedades antiguas fueron más capaces de contener el ateísmo dentro de lo que estaba considerado «normal»». https://latunicadeneso.wordpress.com/tag/batallando-con-los-dioses/

    " como ya dijo Platón, sacar a los demás de la caverna es un ejercicio delicado y peligroso. Puede costar la vida, pues las ilusiones son más bonitas que la realidad, y más convenientes, si habíamos edificado en torno a ellas nuestra identidad social y nuestro sistema de valores. "
    https://garciala.blogia.com/2007/060902-vencer-convencer.php Por supuesto que el materialismo no es un hecho establecido en el sentido que, por ejemplo, lo es la estructura helicoidal del ADN. En este sentido, todavía es posible (aun cuando las evidencias actuales no lo apoyen) que el dualismo pueda ser verdad. Aun así, y a pesar de la remota posibilidad de que nuevos descubrimientos reivindiquen a Descartes, el materialismo, como lo es la revolución darwiniana, es la hipótesis de trabajo más segura. " https://afanporsaber.com/experiencias-Cercanas-a-la-muerte-y-II
    ( https://afanporsaber.com/experiencias-Cercanas-a-la-muerte-I )

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  8. las ECM suceden en un 10 %-12 % de sujetos que han experimentado una pérdida de conciencia por un paro cardíaco, un politraumatismo, una hemorragia o cualquier tipo de shock. Se ha estudiado sobre todo en personas con un paro cardíaco, pero son los traumatismos craneales los accidentes más vinculados. Las ECM pueden presentarse en cualquier tipo de persona, independientemente de factores individuales, culturales o religiosos. Sigue sin haber una explicación plausible y unánimemente aceptada para explicar las ECM, pero casi todos los investigadores coinciden en señalar dichas experiencias como resultado del sufrimiento neuronal a causa de la falta de oxígeno y la descarga de endorfinas consecutiva a la situación de estrés que supone para una persona intuir que su vida se acaba.

    El propio Dr. Raymond Moody, creador del concepto de Experiencias Cercanas a la Muerte en 1975 con su Vida después de la vida, del que se vendieron más de quince millones de ejemplares, renegó en 1997 de dicho libro y lo declaró nulo y vacío. En dicho año, Moody se autoeditó un nuevo libro titulado The Last Laugh (Quien ríe el último…), donde reúne todos los escritos que sus editores no le dejaron publicar durante veinte años para no acabar con la gallina de los huevos de oro que había sido su Life After Life. En una entrevista para la revista española Más Allá en 1997, Moody fue contundente: no hay ninguna prueba científica de que haya vida después de la vida. Y comenzaron a aparecer datos en contra de las ECM, como los relatos falsificados de muchos «videntes», la inclusión de experiencias de niños de ¡cinco años! o el hecho de que ningún ciego hubiese comunicado nunca una ECM. El final esperado para un vendedor de crecepelos que, recientemente y ante la caída de ventas, ha vuelto a proclamar por todo el mundo que el otro barrio existe. "

    https://www.jotdown.es/2019/10/la-muerte-es-el-final/

    estudios permitieron comprobar que los porcentajes más bajos de creencias religiosas se dan entre los intelectuales. También que el grado de creencia religiosa disminuye con la edad a medida que los jóvenes van completando altos niveles de estudios. Incluso el porcentaje ateísmo en las poblaciones va aumentando durante los últimos años, mostrando una correlación positiva con el aumento del nivel medio de estudios.

    Estos estudios también demuestran que las personas inteligentes tienen menos probabilidades de conformarse con explicaciones no demostradas, y se resisten mucho más a ideas dogmáticas en general y al dogma religioso en particular. "

    https://www.tendencias21.es/La-religiosidad-esta-asociada-al-nivel-de-inteligencia_a45650.html

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  9. " la vida continuará incluso cuando la humanidad desaparezca. Al final, llegará un momento posthumano en el que toda la vida del planeta se fusionará en un único superorganismo que abarque toda la Tierra, y aún así fracasará. Para entonces la humanidad hará muchos años que se habrá extinguido. "

    https://www.esquire.com/es/ciencia/a38399309/cuando-extincion-humana-cientifico-fecha-colapso/

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