sábado, 22 de noviembre de 2025

LAS "SMART CITIES" YA ESTÁN AQUÍ



La pendiente resbaladiza nos lleva hacia un control total. Un parlamentario europeo decía hacia 2022 que estábamos siendo sometidos a un proceso de “chinización”, aserto que nos pareció muy acertado; y no por estar invadidos de bazares chinos, sino por la paranoia comunista del país amarillo, de controlar a los ciudadanos en todos los ámbitos de la vida.

Es de sobra sabido que, en estos regímenes totalitarios, ahora en tendencia y que tanto seducen a progres y globalistas, que viene a ser lo mismo, la ciudadanía vive para obedecer y acatar las múltiples normativas para cumplir con el perfil de buen ciudadano.

Esto queda registrado en un carné obligatorio, donde figuran los gustos y aficiones particulares, pero también cada movimiento que el usuario hace con su dinero.

“Pero esto no llegará aquí”, pensarán algunos. Sentimos decirles que, más pronto que tarde, estos paquetes de normas liberticidas que nadie quiere y nadie ha pedido ni votado, las impondrán ante nuestra pasividad.

El confinamiento Covid, arresto domiciliario y sin cargos contra toda la población, fue un exitoso -e inconstitucional- ensayo de lo que pretenden: la prohibición de moverse libremente sin causa debidamente justificada y estar continuamente vigilados y controlados a través de cámaras y de policías al servicio del sistema.

Brigitte Burchartz, presidente de la asociación Units per la Veritat, ocupada en la defensa de los derechos humanos, avisa de lo que nos espera si transigimos con esta nueva amenaza a nuestro derecho a la libre circulación:


Units per la Veritat denunciará al Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat
por poner en marcha la Ciudad de 15 Minutos de la maléfica Agenda
2030. Algunos de sus barrios son ya inaccesibles con coche de viernes
a domingo para quien no se identifique convenientemente, pivotes y cá-
 maras se encargan de ello, una operación que ha costado alrededor de 2
 millones de euros. Por cierto, de lunes a viernes, las restricciones de 
acceso se producen también debido a la zona de bajas emisiones.
“Si alguien quiere entrar en un barrio que no es el suyo tiene que llamar a la policía local y darle sus datos, nombre, matrícula de su coche, motivo por el que quiere entrar, y a dónde va. La policía local decide si el motivo es suficiente para dejarle entrar; si decide que no, no pasa”.

Este analista de distopías tiene una corrección que hacer a la profecía: no será la policía local, sino la IA la que tomará la decisión, que los policías simplemente ejecutarán sin plantearse si la orden recibida es legítima o no. Es a lo que están acostumbrados ... y a lo que pretenden acostumbrarnos.

(Fuente: https://t.me/guerrerosestoicos/)

1 comentario:

  1. Pues vaya un rollo del pollo, tío. PA eso nos vamos pal pueblo y somos más libres. Allí no habrán smart cities de esas, ni barrios de 15 minutos.
    Además, si nos cierran las puertas de los comercios, por no tener competa la cartilla de vacuna ion, que nos matará lentamente, nos hacemos autosuficientes, en granjas Autónomas automatizada - Para tener tiempo libre para nosotros, y no tener que estar todo el día tirado en mitad del campo - ( Como si eso fuese tan fácil de hacer y barato 😉) 😅

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