La auditoría a fondo que ha emprendido Donald Trump respecto a los gastos de una administración sobredimensionada y opaca están sacando a la luz secretos oscuros que revelan cómo el país ha operado como "mano negra" detrás del terrorismo de las últimas décadas.
En una sensacional audiencia ante el Subcomité de Eficiencia Gubernamental, el congresista republicano Scott Perry hizo serias acusaciones contra la agencia estadounidense de desarrollo USAID. La acusación es grave: 697 millones de dólares anuales de dinero de los contribuyentes estadounidenses habrían fluido a través de canales enrevesados hacia organizaciones terroristas como ISIS, Al Qaeda y Boko Haram.
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