EL FINAL DE LA DEMOCRACIA: BRUSELAS DECIDIRÁ QUÉ ELECCIONES SON "ADECUADAS" Y CUÁLES DEBEN SER CANCELADAS

Ya tuvimos un anticipo en 2014 en Ucrania, con la "revolución de colores" (de color rojo sangre, sobre todo) con el derrocamiento del presidente electo Viktor Yanukóvich por apartarse de la órbita de la U.E. Para evitar que se repita una situación análoga, las elecciones del pasado 24 de noviembre en Rumanía han sido canceladas a instancias de Bruselas, bajo el pretexto de una supuesta campaña de desinformación en redes sociales promovida por Rusia para favorecer al candidato nacionalista, Calin Georgescu. En una burla a la esencia misma de la democracia, los comicios quedan suspendidos hasta que los votantes reflexionen y elijan a alguien que resulte aceptable a las autoridades europeas. La amenaza de una medida análoga pende sobre las elecciones alemanas, donde un partido antieuropeo, AfD, amenaza la tradicional hegemonía de los partidos europeístas y pretendidamente "socialdemócratas".

Para dar una apariencia de legitimidad institucional a la descarada anulación de elecciones plenamente democráticas, la Comisión Europea ha creado un organismo que pretende "combatir injerencias maliciosas en procesos electorales", cuya presidenta, designada a dedo, resulta ser Nathalie Loiseau, vinculada a George Soros y miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), cuyo mayor donante es la Open Society Foundations. Parece que no hay mucho margen para dudar de la orientación partidista y nada ecuánime del conventículo ideado por los partidarios de la censura, el control y la vigilancia.

La pantomima empieza a ser tan desvergonzada que nadie ya puede llamarse a error con las intrigas de estos lobos con piel de cordero.

Adivine el lector qué "líder" europeo se ha mostrado más entusiasmado
con la ocurrencia

(posesodegerasa)