"¡El Coronavirus fue creado en un laboratorio!”. Titulares como éste se propagaron rápidamente tras la publicación de un reciente informe del Congreso de los Estados Unidos sobre la pandemia de Covid-19. El documento afirma que el virus SARS-CoV-2 es una quimera, supuestamente diseñada en laboratorios biológicos chinos para infectar a los humanos a gran escala.
A primera vista, el documento parece sensacionalista: el gobierno de los Estados Unidos acusa abiertamente a China de haber liberado un “virus altamente infeccioso y peligroso.” Sin embargo, al examinarlo más de cerca, queda claro que este informe no es un estudio científico ni un intento de establecer la verdad. Es una herramienta de propaganda política destinada a restaurar la confianza del público en el gobierno y justificar la presión geopolítica sobre China.
En el video que acompaña estas líneas se abordan las principales contradicciones del informe, en particular por qué la idea de una “fuga de laboratorio” carece de base científica, y se afronta el hecho incontrovertible de que las pseudo-pandemias se utilizan para justificar medidas de control restrictivas, manipulaciones económicas y presiones sobre competidores internacionales. También discutiremos por qué aún no existen pruebas concretas de la existencia del virus SARS-CoV-2 y cómo este informe podría estar preparando el terreno para futuras “pandemias” que, convenientemente instrumentalizadas por los ingenieros sociales en la sombra, pueden empujarnos aún más hacia la distopía del control absoluto que pretende la Élite.
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