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El jefe del Departamento de Salud de Florida, el Cirujano General Joseph Ladapo, estimó que la “vacuna” de ARNm contra la Covid de Pfizer mató a más de 470.000 estadounidenses. El alarmante hallazgo fue revelado a partir de una investigación acerca del aumento en las tasas de mortalidad por todas las causas en el estado.
Los investigadores descubrieron que la “vacuna” de ARNm de Pfizer, en particular, provocó aumentos dramáticos en las muertes por todas las causas, incluidas la COVID-19, las no COVID y las cardiovasculares.
El estudio encontró que las personas que recibieron la vacuna Pfizer tuvieron un sorprendente aumento del 36% en su mortalidad por todas las causas en comparación con quienes recibieron la inyección de ARNm de Moderna.
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Sin embargo, este riesgo no representó un aumento con respecto al valor inicial, ya que la mortalidad por todas las causas también aumentó entre quienes recibieron las “vacunas” de Moderna.
Los hallazgos fueron revelados recientemente en un nuevo y explosivo estudio de 1,4 millones de personas, provocando inquietudes generalizadas entre médicos, científicos y funcionarios de salud en todas partes.
Los resultados del estudio acaban de ser analizados por el científico informático del MIT, Steve Kirsch, fundador de la Fundación para la Investigación de la Seguridad de las Vacunas (VSRF).
Kirsch, que no participó en el estudio de Florida/MIT, describió las revelaciones como un “desastre”.
Kirsch continúa explicando lo que los hallazgos en Florida significan para el resto del país.
“Esto significa que Pfizer, por sí sola, probablemente mató al menos a 470.000 estadounidenses si los resultados en otros estados son similares a los que encontraron cuando analizaron Florida”.
Los participantes habían completado una serie de dos dosis de “vacunas” de ARNm de Pfizer (BNT162b2) o Moderna (mRNA-1273) entre diciembre de 2020 y agosto de 2021.
Los investigadores compararon a los receptores de la vacuna 1:1 según siete criterios, incluidos edad, sexo, raza, etnia, lugar de vacunación, mes calendario de vacunación y área censal.
El criterio de valoración principal fue la mortalidad por cualquier causa dentro de los 12 meses posteriores a la recepción de la segunda dosis de la vacuna.
Los criterios de valoración secundarios incluyeron mortalidad cardiovascular, por COVID-19 y por otras causas.
Para controlar los factores de confusión, el estudio incorporó una regresión logística ajustada por la vulnerabilidad social a nivel de distrito censal, las tasas de mortalidad históricas a nivel de código postal e incluyó análisis de sensibilidad y resultados de control negativos (suicidio y homicidio) para detectar sesgos no medidos.
La mortalidad por todas las causas fue significativamente mayor en los receptores de Pfizer: 847,2 frente a 617,9 muertes por cada 100.000 personas (OR 1,384; IC del 95 %: 1,331-1,439).
La mortalidad cardiovascular también fue elevada: 248,7 frente a 162,4 muertes por 100.000 (OR 1,540; IC del 95%: 1,431-1,657).
La mortalidad por COVID-19 fue mayor para Pfizer: 55,5 frente a 29,5 muertes por 100.000 (OR 1,882; IC del 95 %: 1,596-2,220).
La mortalidad no relacionada con COVID-19 mostró un patrón similar (OR 1,356; IC 95%: 1,303-1,412).
El estudio también refuerza los argumentos científicos a favor de seguir investigando los efectos no específicos de las “vacunas”, un dominio poco explorado en la vacunología moderna.
Mientras tanto, continúa la campaña mundial para vacunar masivamente a la población contra la COVID-19, a pesar de la creciente evidencia que expone los peligros de las “vacunas”.
Frank Bergman
(Fuente: https://slaynews.com/; visto en https://tierrapura.info/)
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